Contenido creado por Manuel Serra
Letras Saladas

Letras Saladas

Crónica | "Estoy contento de poder conocer este nuevo país que está lleno de sorpresas"

Julián Schweizer llegó a Australia, uno de los principales destinos del surf, donde se está preparando para el Tour Mundial.

08.02.2019 15:39

Lectura: 4'

2019-02-08T15:39:00-03:00
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Por Julián Schweizer | @julian_schweizer

Esta nueva edición de #LetrasSaladas la escribo desde Sídney, en Australia. Estoy contento de poder conocer este nuevo país que esta lleno de sorpresas. Australia es uno de los lugares que cualquier surfista alrededor del mundo desea conocer. Las olas, el agua y los paradisíacos paisajes, son algunas de las cosas que hacen de este lugar único.

Como cualquier persona que viaja a un nuevo país solo y sin mucha idea de a donde va a caer estaba bastante nervioso y ansioso. Por más historias y consejos que se hayan escuchado, hasta que uno no llega a un lugar no sabe exactamente a donde va. Desde hace mucho tiempo no tenia esa sensación antes de viajar, creo que debido a que voy a pasar mis próximos, casi tres meses aquí, y esto lo hace un viaje especial. Sería otra historia si venia por menos tiempo. Al pasar casi un cuarto del año aquí hace que tenga que instalarme, armar una rutina diaria, ir conociendo los lugares de a poco e ir adaptándome a cómo funciona el país.

Hace ya más de una semana que llegué. Los primeros días fueron bastante agitados y cansadores. Alquilé un cuarto por diez días así tenía un lugar a donde llegar y ver en dónde me gustaría instalarme. Fue a Bondi Beach donde llegué, una zona de la ciudad bastante cerca del centro y muy turística. Luego de recorrer varias zonas, decidí instalarme en Manly, un suburbio de Sídney con las mejores olas de la zona y bastante más tranquilo. Si no fuera por la ayuda de Simon y Marietta, dos amigos de mi vieja y mis profesores de Técnica Alexander (una técnica de reeducación corporal y mejor funcionamiento del cuerpo, por definirla de una forma muy vaga) hubiera sido mucho más cuesta arriba.

Poco a poco voy adaptándome al lugar, a manejar del otro lado al que estoy acostumbrado, a la comida, las playas y hablar todo el día en otro idioma. Por suerte, conseguí un cuarto en la casa de unos surfistas locales muy buena onda a la que me mudo dentro de un par de días. Las olas no vienen siendo las mejores, esta no es la mejor época para esta zona, pero igual todos los días siempre salen olitas para poder entrenar.

Lo que más me llamo la atención hasta ahora es el color y lo transparente que es el agua, casi siempre se llega a ver el fondo con claridad. En las madrugadas cuando no hay casi viento, ya me pasó varias veces de ir surfeando y distraerme mirando el fondo y no concentrarme en correr las olas.

Ya me pasó de ir automáticamente por el carril contrario de una calle y casi chocar con el que viene de frente o mirar para el lado que no es al cruzar la calle y pasar algunos sustos. También me tocó ver de cerca de un tiburón bastante chico y no sé de qué tipo, pero un tiburón al fin. El tema de los tiburones por acá es bastante normal y esta bastante monitoreado. Siempre asusta y genera respeto que anden esos animales por la vuelta, pero la verdad es que es muy muy poco probable que algo suceda, hay muchas más probabilidades de tener accidentes fuera del agua a ser atacado por un tiburón.

Todavía me queda mucho por conocer y recorrer. Ya con la rutina un poco más acomodada sigo preparándome para la primera parada del tour mundial de la WSL (liga mundial de surf) en Noosa, una playa paradisiaca en un parque nacional. Las ganas de seguir mejorando y conociendo lugares increíbles sobran, ¡vamos por más!