El asistente virtual Alexa podría ayudar a resolver un sangrento crimen. Y no es la primera vez

En enero de 2017, dos mujeres fueron brutalmente asesinadas a puñaladas en su casa de New Hampshire. No hubo testigos del hecho, y hasta el momento el caso continúa sin aclarar. Ahora, los investigadores apuntan a un testimonio cibernético: n altavoz Amazon Echo.

Se trata de un dispositivo que se conecta a Alexa, y que, entre otras funciones, puede grabar lo que sucede en su entorno, enviando esa información a un servidor central que la almacena durante cierto período.

Según informa la revista de divulgación Quo, en el lugar del crimen había uno de esos dispositivos. Por eso, el juez solicitó las posibles grabaciones realizadas por el aparato entre los días 27 y 29 de enero de 2017. Y también las que pudiese haber realizado cualquier dispositivo conectado a él.

Pudiera ser que dichas grabaciones contengan alguna pista que ayude a revelar la identidad del asesino. Sin embargo, más allá de que el aparato haya o no registrado algo, la solicitud del magistrado podría enfrentarse con un obstáculo: una negativa de la empresa fabricante.

Un precedente de ello es el asesinato de Victor Collins, quien fue hallado muerto por estrangulación en su casa de Bentonville, Arkansas, en noviembre de 2015. Al igual que en el caso de Hampshire, también había un parlante Amazon en el lugar, en este caso propiedad del sospechoso del crimen, James Andrew Bates. La firma se negó entonces a romper sus normativas de privacidad.

En similar postura se plantó la compañía Apple cuando se negó a facilitar al FBI el código de seguridad para desbloquear un iPhone usado por uno de los autores del tiroteo ocurrido en diciembre de 2015 en la ciudad californiana de San Bernardino, en el que murieron 14 personas y 22 resultaron heridas.

En ese caso, las autoridades lograron finalmente extraer la información del teléfono sin ayuda del fabricante.