Y dale con eso

El periodista Joaquín Morales Solá volvió a insistir en que Uruguay y Argentina se encuentran cerca de alcanzar una solución al conflicto por las plantas de celulosa y los cortes de ruta.

"A veces, el ruido esconde las cosas. Si los asambleístas no rompen hoy lo poco que queda, es probable que la tensa relación entre la Argentina y Uruguay pueda entrar en un período de eventual solución. Luego de reproches de órdago y de colocar sobre la agitada mesa viejos y nuevos agravios, funcionarios uruguayos y argentinos se han serenado y han empezado a buscarle una salida al laberinto. Lejos una de la otra, dos personas presionan indirectamente para que exista un acuerdo en noviembre. Un paso previo podría darse en setiembre", comienza la columna del periodista, publicada en la mañana de este domingo en el diario La Nación.

Solá asegura que el rey Juan Carlos tiene interés en una pronta solución, debido a que la prolongación del conflicto pone en tela de juicio la reputación de la diplomacia española.

Para el periodista, la otra persona que presiona es la candidata a la Presidencia argentina, Cristina Kirchner: "Seguro el Gobierno de que ella será la sucesora de su esposo el próximo 10 de diciembre -certeza que, por ahora, convalida la unanimidad de las encuestas-, la actual administración se ha propuesto despejarle el camino de algunas malezas complicadas. La tensión con Uruguay es un punto crucial en esa agenda".

Por otra parte, habló de la reunión que mantuvieron el Secretario de Presidencia Gonzalo Fernández y Alberto Fernández, en la estancia de Anchorena, horas antes que se inaugurara el puerto de Ontur.

Según Solá, en ese encuentro, "Los Fernández" se reclamaron y disculparon mutuamente y comenzaron a trabajar en una pronta solución diplomática.

"Los reclamos argentinos eran largos como una pesadilla. Estuvo en el griterío la protesta uruguaya en la que acusó indirectamente al gobierno argentino de proteger actos terroristas. La prueba era un misil de la Guerra de las Malvinas, que se exhibe en la vidriera de una armería de Gualeguaychú, y las declaraciones de un desaforado asambleísta que amenazó con usarlo contra la papelera Botnia. El asambleísta se retractó después ante el gobierno argentino, pero éste quedó dolido por aquella acusación del gobierno de Tabaré Vázquez. El terrorismo, vale recordarlo, tiene una definición precisa en el mundo y no incluye, desde ya, un misil inútil , señaló Solá.

También menciona que Gonzalo Fernández se enteró que una funcionara de Salud Pública afirmó que las consecuencias ambientales del funcionamiento de Botnia se comenzarán a sentir en 10 años, versión que según Solá, fue confirmada por el Secretario de Presidencia uruguaya.

Dentro de las posibles soluciones manejadas en la columna, se encuentra una inversión conjunta en materia de protección ambiental y el hecho de que Vázquez acepté negociaciones directas con los puentes bloqueados.

Del lado argentino, cederían aceptando un monitoreo conjunto, dejando de lado el reclamo de que la planta no empiece su actividad.