Un pelotazo en la cara del asistente Marcelo Gadea, un chichón tremendo en la cabeza de Walter Ibáñez, una pifia de Matías Britos en un intento de remate y un choque casual entre Risso y MacEachen que terminó con el juvenil aurinegro sangrando por la nariz, fue todo lo que sucedió en el primer cuarto de hora de un flojísimo primer tiempo. ¿Fútbol? Nada. Recién a los 16’ llegó la primera situación de gol, cuando Caballero pisó el área de Peñarol y tocó al medio para Risso, quien no pudo pegarle bien al balón y se lo llevó por delante.
Dos planteos cautos con el mismo sistema (4-4-2), velocidad por los costados pero mucha marca en el medio y poca circulación de pelota, hacían que los arqueros sobraran en una tarde del Centenario que se terminó temprano para Ibáñez. A los 25’, el zaguero violeta que había chocado su cabeza con la del paraguayo Torres 20 minutos atrás, pese a su intención de seguir jugando, debió salir del campo de juego y dejó su lugar a Diego Ferreira, quien se ubicó como volante central y desplazó a la zaga a Andrés Fleurquin.
Mientras el Colo era atendido por la sanidad violeta, transcurría a ritmo de bostezo un partido que a los 27’ tuvo su segunda situación clara de peligro. Un córner de Alemán fue cabeceado por Matías Britos, y cuando ya estaba vencido Carini y tampoco llegaba Gunino, el vertical salvó la caída del arco de un equipo aurinegro que no generaba nada en ofensiva. Contenido Walter López por izquierda e impreciso el brasileño Joao Pedro por el medio, no sorprendía que los contactos entre Zalayeta, Zambrana y el balón, fueran esporádicos. Además, Zalayeta fue muy bien marcado por Ramón Arias.
Lo más interesante del primer tiempo lo ofrecieron Britos y Alemán. El primero, con mucha velocidad y buenas condiciones para jugar de espalda al arco y complicar a la defensa de Peñarol. El segundo, creando peligro con su pegada en las jugadas de pelota quieta y encarando a Gunino, quien salió en el entretiempo por tener tarjeta amarilla y haber cometido una falta a poco del descanso.
Tras el mismo, ingresó en su lugar Sebastián Rosano, quien en su único aporte interesante participó en la primera situación de riesgo mirasol dos minutos después de haber entrado. El ex Wanderers, que se paró de volante e hizo retrasar a Emiliano Albín al lateral derecho, metió un buscapié cruzado que conectó (en posición adelantada no advertida por el asistente Mauricio Espinosa) Zalayeta desviando su disparo, cuando atrás de él aparecía solo Joao Pedro en inmejorable posición para anotar.
Recién a los 17’ del complemento supo Peñarol cómo ataja Irrazábal. El meta de Defensor le ahogó el grito de gol a Darío Rodríguez con una volada espectacular, cuando el capitán carbonero ganó en el área, anticipó a Fleurquin y cabeceó abajo y contra un palo tras un buen centro de López.
Cuatro minutos más tarde lo tuvo Alemán con un disparo desde el borde del área que pasó a centrímetros del arco de Carini. Fue la única intervención importante del zurdo mediocampista en el segundo tiempo, ya que Albín lo marcó mucho mejor que Gunino.
El balón se dividía en el medio, y en ese contexto de lucha el más inteligente era Joao Pedro. Siempre jugando verticalmente, el brasileño fue a buscar la devolución cada vez que descargó (no siempre lo hizo bien), pero en contadas ocasiones le devolvieron la pared sus compañeros. A 20 minutos del final fue sustituido por Santiago Silva y el juvenil respondió a la altura. Se paró en la izquierda del mediocampo, desniveló, y López pasó al doble cinco con Torres.
El cambio tuvo efecto casi inmediato. Cinco minutos después de la variante, Silva apareció en el área tras un centro pasado, capturó un rebote y remató cruzado con su pie más hábil, el arquero dio rebote y un metro habilitado invadió Walter López para marcar el gol del triunfo con derechazo corto en el área chica.
Del otro lado, lo más peligroso seguía generándose a partir de los pies del Torito Rodríguez y cada vez que entraba en contacto con el esférico Britos. El ex Rampla enloqueció a MacEachen, de muy flojo partido, y obligaba a Valdez a jugar por él y por su compañero de zaga en la línea final. Sin embargo, la expulsión de Perujo a 10 minutos del epílogo terminó de encaminar los tres puntos hacia Los Aromos. Intentó Repetto cambiar el panorama con los ingresos de los juveniles Rolan y Federico Pintos, pero nada cambió en el tramo final del cotejo.
Peñarol volvió a mantener el cero en su arco, abrochó los tres puntos, le sacó siete a Nacional (que juega el domingo con Racing) y cinco a Defensor, y dejó al elenco violeta bastante relegado en la lucha por el título, a pesar de que falta mucha tela por cortar. Además, el equipo de Diego Aguirre quedó liderando el Apertura al menos hasta el domingo a las 15:30 horas, cuando el hasta hoy puntero Danubio visite a Rampla Juniors en el Olímpico.
Montevideo Portal