Quizás porque queda bien decir "yo como solo orgánico", en Uruguay se valoran cada vez más los productos cultivados de forma orgánica o agroecológica. Durante la pandemia, aparecieron en las redes y grupos de WhatsApp una veintena de personas ofreciendo canastas "orgánicas". Las comillas se deben a que hasta el momento lo único que las validaba como tales era la fe, es decir, el comprador debía depositar su confianza en el productor y creerle. Al respecto, el ingeniero agrónomo Alberto Gómez, fundador y asesor de la Red de Agroecología, afirma que "hay muchos productos que se comercializan como orgánicos, pero que no se sabe si son o no". Para dar una solución a este asunto, la Red de Agroecología, única certificadora participativa nacional avalada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), creada en 2005, da un nuevo impulso al sello que identifica a los alimentos producidos por sus miembros. Este organismo articula productores ecológicos, consumidores, procesadores y distribuidores de alimentos, organizaciones sociales e instituciones. "Al sello ahora lo acompañan los datos del productor o su número de socio. De esta manera, logramos brindarles a los alimentos garantía y trazabilidad", afirmó el miembro de la Red Andrés Gutiérrez. Esta identificación se encuentra, en Montevideo, en el empaquetado de los productos que se comercializan en supermercados, en los puestos de las ferias vecinales y en los mercados de productores orgánicos vespertinos (los jueves en la plaza de Millán y Luis A. de Herrera, y los miércoles en Maldonado y Salto).
¿Qué es la agroecología? El primer autor en mencionar la agroecología fue el agrónomo ruso Basil M. Bensin en su libro La Agroecología como ciencia básica de la conservación del suelo, en 1930. Esta publicación plantea que es una ciencia multidisciplinar que considera todos los factores que influyen en el desarrollo y el éxito de los cultivos, pero también contempla aspectos sociales y económicos determinantes de la producción.
El científico italiano Miguel Altieri, pionero de la agroecología, la define como una ciencia que plantea un nuevo paradigma para el desarrollo de la agricultura. Explica que se basa en los elementos de la ciencia moderna y la etnociencia -el conocimiento de los propios agricultores-. "Los agricultores forman parte del proceso de investigación en un pie de igualdad con los universitarios o técnicos especializados", afirma.
En la revista científica Agroecología, los ingenieros agrónomos Inés Gazzano y Alberto Gómez, de la Udelar y la Red de Agroecología, respectivamente, afirman que esta ciencia "plantea la necesidad de proteger la naturaleza; fortalecer procesos ecológicos en los sistemas agrarios, junto con la preocupación sobre la concentración, extranjerización y acceso a la tierra; la problemática social y económica de la agricultura familiar y la soberanía alimentaria".
La agroecología es complementaria de la producción orgánica, que se basa en la no utilización de químicos de síntesis en el cultivo, pues le suma a estos conceptos el factor humano, las condiciones justas de trabajo y la diversidad del cultivo. A su vez, es antagónica al sistema productivo convencional, que representa más de 90% de los alimentos que se comercializan en el país. Gazzano y Gómez afirman que el fin de la producción convencional es "aumentar la productividad, mediante la intensificación de los sistemas, uso de insumos (herbicidas, plaguicidas y fertilizantes de síntesis creados en laboratorio), concentración de los medios de producción y segregación de la agricultura familiar".
Como consecuencia, en los últimos 20 años la producción de alimentos bajo sistemas orgánicos o agroecológicos han crecido en el mercado local. "Se está haciendo público algo que para nosotros es indiscutible, la importancia de la seguridad alimentaria, es decir, que lleguen alimentos limpios, sanos y abundantes al consumidor", dice a Galería el vicepresidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural, Mario Buzzalino. Tercera generación de agricultores convencionales, Buzzalino entiende que si bien la producción agroecológica aún representa menos del 10% de la cosecha nacional de frutas y hortalizas, se encuentra en auge; además, la oferta no llega a satisfacer la demanda. "Estamos en un momento de cambio. Se está dando una transición lenta de los productores convencionales hacia la agroecología. Es un camino inexorable hacia prácticas más amigables con el ambiente. Hay interés porque existe potencial de exportación para el sector, y genera cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos", agrega. De hecho, una de las nuevas incorporaciones de la RAU es un sello que distingue a los productores convencionales que están en transformación a ecológicos.
Durante 2015 un conjunto de organizaciones sociales elaboró en forma participativa, según explican Gazzano y Gómez en su artículo, una propuesta para un Plan Nacional de Agroecología. Este plan se convirtió en la Ley 19.717, y encomendó la creación de una comisión honoraria multidisciplinaria para generar su contenido. Después de una aprobación consensuada entre las partes, se encuentra en discusión ante las nuevas autoridades de MGAP. Según el ingeniero agrónomo Santiago Caggiani, secretario técnico de la RAU, la situación actual es de "empantanamiento". Para las organizaciones sociales el desafío es cómo avanzar en escala sin diluir su propuesta, ya que las políticas nacionales y de organismos internacionales comienzan a incluir a la agroecología en sus discursos, pero al mismo tiempo se profundiza el modelo del agronegocio.
¿Qué es la Red de Agroecología del Uruguay (RAU)? Los ingenieros agrónomos Alberto Gómez y Pablo Galeano en el Manual operativo y guía de formación del Programa de Certificación Participativa - Red de Agroecología, publicado en 2006, sostienen que es "la articulación entre productores ecológicos, consumidores, procesadores y distribuidores de alimentos y diversas organizaciones sociales, instituciones y personas que comparten una visión positiva e integral sobre los impactos sociales, económicos y ambientales de la agroecología y acuerdan contribuir a su desarrollo". La primera convocatoria de la Red de Agroecología se realizó en mayo de 2005, pero su proceso de gestación comenzó a finales de 1996, a través de otras organizaciones.
En la actualidad, según datos de Dinama y MGAP, hay 1.207.000 hectáreas orgánicas certificadas para ganadería de carne, con fines de exportación. Además, existen 154 predios certificados por la RAU, comprendidos en 930 hectáreas y distribuidos en ocho regionales: Oeste (Colonia y Soriano), San José, Sur-Sur (Montevideo rural y oeste de Canelones), Sauce-Santoral (Canelones), Toronjil (este y noreste de Canelones), Minas-Maldonado, Rocha, Paysandú (recientemente creada) y Tacuarembó (en proceso de formación). Con estos datos, se infiere que la superficie orgánica en el país representa 7% del total agropecuario. Además, desde la Red explican que en sus actividades participan de 250 a 300 personas directamente y cuando se involucran las familias las personas vinculadas a la RAU ascienden a entre 400 y 500. "Tomando como base un trabajo de la Universidad de la República del año 2018, donde respondieron 213 integrantes, la RAU está integrada por 68% productores, 18% consumidores, 9% técnicos y un 5% otros actores. Un 53% son mujeres y 47% hombres, con 53 años en promedio", explica Caggiani, su secretario técnico. Por otro lado, existe un sector no cuantificado, de agricultores rurales y urbanos, miembros de redes de conservación de semillas criollas, escuelas y otros centros educativos o terapéuticos que desarrollan prácticas agroecológicas.
Según detallan Gómez y Galeano, la Red de Agroecología se compromete, entre otros, a construir sistemas productivos económicamente viables, ambientalmente sustentables y socialmente justos; preservar la biodiversidad y no explotación de los recursos naturales; promover la soberanía alimentaria del país (acceso a la alimentación). Además, aboga por sistemas de producción, distribución y comercialización a través de mercados locales, solidarios y al fomento de una cultura de responsabilidad ciudadana en el consumo. Busca la dignificación del trabajo de la familia de los agricultores.
Caggiani explica a Galería que como entidad certificadora se basa en un Sistema Participativo de Garantía (SPG) que busca transparencia; participación desde un proceso horizontal; promoción de redes de conocimiento que involucren productores, consumidores, investigadores y técnicos; mantenimiento de los menores costos posibles, en beneficio de consumidores y operadores.
¿Cómo certifica la Red de Agroecología? Los productores deben cumplir una serie de requisitos para convertirse en miembros. "Una vez al año, mínimo, se visita cada chacra, se mira el sistema de producción, que no use plaguicidas, que no erosione el suelo, que cultive cierta diversidad de alimentos y las condiciones de trabajo. Además, en la feria el productor recibe una visita de la cuadra de la zona, que oficia de control social", cuenta Alberto Gómez.
La Red acompaña al productor, no tiene técnicos de campo, van productores a ver a sus colegas, intercambian información y comentan cómo resuelven problemas. De esta manera Gómez afirma que se aseguran un sistema confiable y abierto.
¿Para qué sirve el sello? En el Manual operativo y guía de formación del Programa de Certificación Participativa - Red de Agroecología, se establece que la certificación participativa permite la utilización de sellos que garantizan la calidad ecológica o en transición de los productos certificados. Estos sellos estarán numerados y se entregan de acuerdo a la producción estimada. El uso de sellos tiene una validez de un año como máximo. Así, se aseguran la confianza y veracidad de la certificación, y dan seguridad al consumidor de que lo que compran proviene realmente de un predio agroecológico.
Un poco de historia
· 1989: un grupo de empresarios agrícola-ganaderos vinculados a la ARU (Asociación Rural del Uruguay) comienza a gestar la Sociedad de Consumidores de Productos Biológicos (SCPB), gremial de la ARU creada en 1992.
· 1993: el grupo de productores Punto Verde coloca productos orgánicos en supermercados Tienda Inglesa.
· 1994: nace la feria de productos ecológicos del Parque Rodó.
· 1996: se constituye la Asociación Certificadora de la Agricultura Ecológica del Uruguay (ACAEU, que se identificará con el sello URUCERT). Este es el antecedente del programa de certificación participativa de la Red de Agroecología.
· 2000: surge el Programa de Producción de Alimentos y Organización Comunitaria. Ese mismo año, Udelar consolida un espacio en Agroecología en la Facultad de Agronomía.
· 2004: surge la Red de Semillas Criollas y Nativas, con la participación de Redes Amigos de la Tierra, APODU y Facultad de Agronomía de la Udelar. Cuenta con unos 400 integrantes que preservan, difunden e intercambian semillas criollas y nativas.
· 2005: se forma la Red de Agroecología del Uruguay. Se crea el Programa de Huertas en Centros Educativos entre la Asociación Nacional de Enseñanza Primaria, Intendencia Municipal de Montevideo y la Facultad de Agronomía. Comienza la formación de posgrado de la Facultad de Agronomía (Maestría en Ciencias Agrarias y Desarrollo Rural Sustentable). El Programa de Pequeñas Donaciones (financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) comienza a apoyar proyectos en agricultura orgánica, conservación y uso sustentable de especies nativas y criollas y experiencias agroecológicas vinculadas a áreas protegidas.
· 2006: se ofrece el curso Producción Agroecológica de Alimentos en la Facultad de Agronomía, Udelar.
· 2008: se crea la División de Desarrollo Rural en el MGAP, orientada a fortalecer la agricultura familiar y los trabajadores rurales.
· 2012: se crea el Departamento de Sistemas Ambientales de la Facultad de Agronomía y se reconoce en su creación la existencia del Grupo Disciplinario de Agroecología.
· 2018: se crea la Ley 19.717, Plan Nacional para el Fomento de la Producción con Bases Agroecológicas, donde se establece la generación de una comisión honoraria multidisciplinaria para su elaboración.
· 2020: la Comisión Honoraria del Plan Nacional para el Fomento de la Producción con Bases Agroecológicas presenta el documento preliminar, aún en discusión.
¿Dónde encontrarlos?
Para acercarse a los consumidores, los agricultores se articulan en cooperativas agrarias. De esta manera llegan a supermercados (principal canal comercial), puntos fijos de venta gestionados por los agricultores, ferias, reparto de canastas a domicilio, venta a agroindustrias, venta en los predios. En algunos casos existen organizaciones de consumidores que participan activamente en la gestión del abastecimiento.
Las ferias son la tendencia en la comercialización de estos productos, generan un vínculo directo entre el productor y el consumidor. "En un momento había más de una docena de ferias en todo el país. En Montevideo se van otorgando espacios, recientemente se sumaron a la histórica feria del Parque Rodó ferias vespertinas (de 16 a 20 horas) llamadas Mercado de Productores Orgánicos. La primera nació en el Prado (Millán y Luis A. de Herrera) y la segunda comenzó a funcionar el 7 de abril en el callejón Nuestra Señora de Encina, en Maldonado y Salto", comentó el ingeniero Alberto Gómez, de la RAU, a Galería. Estos mercados complementan a los locales Ecotienda y Ecomercado.
