Ya empezamos

Brasil venció a Croacia 3-1 en Sao Paulo, en el partido inaugural de la Copa del Mundo. Un gol de Marcelo en contra puso en ventaja a los europeos, pero Neymar lo dio vuelta con un zurdazo de afuera del área y un penal mal pitado. Sobre el final, Oscar selló el triunfo local.

Fotos: EFE

Brasil comenzó con buen pie su participación en el segundo Mundial que organiza, ganando con una de las recetas de siempre. ¿El jogo bonito? ¿La contundencia de sus figuras? No. Un fallo arbitral, como tantas veces en la historia, le permitió al combinado dueño de casa romper la paridad en un partido del que puede sacar como saldo positivo el resultado y poco más. Croacia, uno de los equipos que a priori no aparece dentro de los favoritos, le complicó la existencia durante poco más de una hora, hasta que el japonés Nishimura le dio una mano inmensa.

El local se vio sorprendido al inicio por un rival que, lejos de amedrentarse, se plantó firme en su campo y se mostró decidido a contragolpear, aprovechando las falencias del equipo de Scolari. Así fue como el elenco europeo avisó a los 6’ con un desborde de Perisic por derecha que conectó desviado por el segundo palo Olic. El propio Olic tuvo su revancha cuatro minutos más tarde, cuando gestó el sorpresivo 0-1. El 18 croata mandó un centro rasante desde la izquierda, Jelavic no pudo definir y Marcelo se llevó el esférico por delante, batiendo su propio arco.

Ese tanto puso nervioso a Brasil durante los minutos siguientes. La tenencia del balón era verdeamarela, pero las ideas estaban mucho más claras del otro lado, con la evidente intención de explotar la espalda de un Dani Alves que no dio pie con bola. Con Modric y Rakitic gobernando en el eje del campo y una defensa que no mostraba fisuras, los dirigidos por Niko Kovac tenían controlado el trámite y no pasaban zozobras, maniatando a su oponente y quitándole los espacios al jogo bonito.

No obstante, a los 28’ llegó el 1-1 gracias a una inspiración de Neymar. El crack del Barcelona aprovechó una pelota dividida que ganó Oscar en campo rival, avanzó unos metros y sacó un zurdazo bajo con más ubicación que potencia. El balón se metió despacito contra el caño izquierdo del arco de Pletikosa, quien pese a su estirada nada pudo hacer ante un disparo tan esquinado.

Luego, la iniciativa siguió siendo del anfitrión, que dispuso de la mayor parte de la posesión del esférico y se plantó decididamente en campo rival. Sin embargo, de poco le sirvió en cuanto a la generación de situaciones claras. Sin la posibilidad de encontrar fisuras en la defensa croata, Brasil se fue igualado al entretiempo de su debut mundialista, y no mejoró demasiado para el complemento. Muy por el contrario, se encontró con un combinado croata que se fue animando a salir de su trinchera y a defenderse con la tenencia del esférico unos metros más adelante.

La verdeamarela no encontraba los caminos hacia el triunfo, lo que llevó a Scolari a mover fichas. Hernanes sustituyó a Paulinho buscando mayor vocación ofensiva en el mediocampo y Bernard ingresó por Hulk, quien hizo poco. Otro cuyo aporte fue escaso es Fred, a quien le costó entrar en juego. No obstante, una simulación suya que compró el árbitro Nishimura ante una manchita del zaguero Lovren le dio el 2-1 a Brasil. El japonés se equivocó al sancionar el penal por un agarrón que no existió y Neymar acertó con la ejecución, pese a que Pletikosa llegó a tocar la pelota.

Luego, Croacia no tuvo armas suficientes como para ir a buscar el 2-2. Los brasileños terminaron defendiéndose bien en los 20 minutos finales y hasta tuvieron tiempo de hacer correr la bola, lo que generó el delirio del público de Sao Paulo, que vibró al ritmo del “ole, ole”. Scolari no quiso sorpresas y sacó a Neymar a poco del final para poner a Ramires, buscando cerrar el partido con más marca ante el asedio de un rival que lo arrinconó pero sin peligro, más allá de algún remate a distancia que despejó Julio César.

El partido se moría con el 2-1, hasta que a los 91’ salió de contragolpe Brasil y encontró el tercero merced a una definición de Oscar a lo Romario, con la punta de su botín derecho.

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