Ciudades
Algunas ciudades se piensan,
pueden mirarse y se proyectan.
Otras apenas vegetan
y asumen como algo normal
sobrellevarse, casi ajenas,
con muy poca gloria y con algo de pena
Una ciudad está a la defensiva
cuando no logra mantenerse limpia
y cuando los encargados de limpiarla
no cumplen casi nunca con su tarea
Está a la defensiva
cuando sus calles están apenas señalizadas
aunque cada vez haya más vehículos
circulando velozmente por ellas
Una ciudad está a la defensiva
cuando para arreglar una esquina
se cortan ambas calles durante meses
y a todo el mundo, vecinos y autoridades,
eso le parece algo normal, algo natural.
Una ciudad está a la defensiva
cuando sus paredes están siempre
tapadas por capas y más capas de afiches.
Y debajo de esos afiches
todavía hay pintadas de mitad de los años 80
Una ciudad está a la defensiva
cuando se pierde la cuenta
de las marquesinas que en su principal avenida
invaden el espacio público
y tapan las fachadas de los edificios más emblemáticos
Está a la defensiva
cuando muchos de esos emblemas
no están protegidos por ley
y cualquier propietario,
en un rapto de mal gusto o en un enojo,
puede modificarlos a su antojo
Una ciudad está muy a la defensiva
cuando la mayoría de sus moradores
tira basura en la calle de forma habitual,
como si vivir entre la mugre
fuera la cosa más natural.
Por cierto, una ciudad también está a la defensiva
cuando uno quiere tirar un papel en la papelera
y tiene que caminar 4 cuadras con el papel en la mano
hasta encontrar la primera.
Una ciudad a la defensiva
tiene más complicado
imaginarse, pensarse y proyectarse
ya que arranca perdiendo 4 a 0
contra sus propios habitantes,
acorralada por la lógica delirante
de que le den para atrás
justo aquellos
que deberían darle para adelante
aunque más no sea
porque están cobrando un sueldo por esa tarea
y es un sueldo de dimensiones importantes.
Una ciudad puede proyectarse
cuando logra recuperar sus espacios públicos
justamente para que los use el público
Una ciudad puede proyectarse
cuando sus habitantes pueden comunicarse,
trasladarse y transportarse
en unos plazos lógicos,
de acuerdo con las generales de la cinética
Una ciudad puede proyectarse
cuando comprende cual es su capital cultural,
su memoria, sus obras,
sus sombras, sus glorias,
sus arquitectos, sus constructores,
sus Bello y sus Reborati
Una ciudad puede proyectarse
si reconoce los mejores elementos humanos de su pasado,
si rinde homenaje sincero
a quienes la pensaron y a quienes la construyeron
respetando las obras que nos dejaron.
Y también si convence con eso a, por ejemplo,
turistas propios y extranjeros.
Una ciudad puede proyectarse
cuando genera infraestructuras
que le permitan acoger festivales, recitales
y toda clase de eventos comerciales
más allá de los carnavales.
Puede proyectarse cuando diversifica
su oferta de transporte,
facilitando con hechos
y no con buenas intenciones
el uso de la bicicleta.
Una ciudad efectivamente se está proyectando
cuando decide hacer inversiones
a mediano o largo plazo
sabiendo que los resultados van a ser disfrutados
por ciudadanos que aun no han nacido
Una ciudad puede proyectarse,
pensarse, imaginarse y ¿por que no? venderse
cuando logra sacarse de encima
las taras públicas y privadas que estrangulan su crecimiento.
Cuando el ciudadano siente que es parte de algo,
cuando siente que esta en su elemento
Y por supuesto no estoy hablando de una utopía.
Es una realidad tangible y visible,
palpable y respirable,
en las calles, esquinas y plazas
de docenas de ciudades de todo el mundo,
este día y cada día.