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Muchos
Jefes de Tropa dicen: "He nombrado mis Guías como lo
recomendaba Baden-Powell, pero son incapaces de dirigir prácticamente
a sus patrullas. En realidad soy yo quien tiene que hacerlo".
A esto hemos de contestar simplemente, que el trabajo más
importante de un Jefe de Tropa es procurar que sus Guías sean
capaces de hacerlo, puesto que la misión del Jefe es inculcarles
la manera de aprender a dirigir.
La
teoría por sí sola no inspira respeto alguno; pero el muchacho
que la conoce mejor que sus compañeros y que sabe imponerse
cuando llega la ocasión, se reconoce capacitado y así lo
consideran los demás. Esto es lo que debe ser un Guía de
Patrulla. Si no existe este muchacho puede, no obstante, ser
formado. Es necesario proporcionarle los medios para que adquiera
tales conocimientos y esto puede hacerse a través de la
experiencia personal, de los consejos y el ejemplo y por los
libros.
El
método ideal para formar Guías de Patrulla no es precisamente el
libro, pero es un complemento indispensable. Todo Jefe de Tropa
debe considerar como una de sus principales preocupaciones
disponer en local de la Tropa de una biblioteca para los Guías y
procurar que estos la aprovechen.
Hemos
de reafirmar, de una vez por todas, que lo que se dice sobre el Guía
se refiere también al Subguía. Prácticamente, en una buena
Tropa, los dos puestos son iguales, con ligerisimas diferencias.
Un Subguía debe estar preparado en cualquier momento para
substituir al Guía de Patrulla.
El
éxito de una biblioteca depende en gran parte de su presentación.
Se recomienda instalarla en el local de la Tropa, pero siendo
posible seria mucho mejor en una habitación de la casa del Jefe
de Tropa, quien recibirá en familia a los Guías una vez por
semana. Algunos dibujos y fotografías Scouts adornando la sala y
sus lecturas útiles.
Se
puede juzgar a un Jefe por la cantidad de libros que posee y también
por la de polvo que los cubre. A continuación se incluye una idea
para una biblioteca modelo para Guías de Patrulla:
-
"Escultismo para Muchachos", de Baden-Powell (2 ó 3
ejemplares).
-
Libros de escultismo técnico, tales como el Manual del Scout,
sobre Primeros Auxilios, Manual del Guía de Patrulla, Para
ti, Guía de Patrulla, Sistema de Patrullas, Normas de
Campamento, etcétera.
-
P. O. R. de la Asociación y otros reglamentos sobre
especialidades o pruebas.
-
Colección de la Revista Scout Nacional y revistas Scouts de
otros países (Se recomienda que posea la colección de la
revista Scouts de las Américas)
-
Libros de juegos, de oraciones y cancioneros Scouts.
-
Novelas de aventuras estimulantes, de Verne, London, Salgari,
etc.
Lo
indicado es naturalmente de carácter general. Es necesario además,
procurarse el libro del día, es decir, el que está siendo leído
por su actualidad, siempre que sea adecuado. Es bueno preparar una
lista de las últimas obras publicadas sobre determinado asunto
con el precio y el nombre del editor y a ser posible, acompañándola
con pequeños comentarios.
La
obra colocada sobre una mesa es más eficaz que aquella que hay
que ir a buscar a una estantería. No todos los libros son siempre
los apropiados para el momento.
De
todas formas, ninguno de estos consejos puede substituir la
iniciativa del Jefe de Tropa ni tampoco su tacto para elegir las
lecturas más adecuadas para sus Scouts.
Además
de los libros, es necesario que todo Guía de Patrulla pueda
requerir consejos de su Jefe de Tropa y este es el medio para
perfeccionarse considerado más importante y que depende del
mismo. Algunos Jefes reservan un día especial para recibir a los
Guías, bien en el local de la Tropa o en su propia casa.
No
es necesario que el Jefe de Tropa sea una enciclopedia ambulante;
es suficiente que sepa consultar libros y a personas competentes,
consiguiendo la ayuda de éstas para tratar de aquellas materias
que ignore o que no conozca bien.
Cierta
vez un buen Guía de Patrulla había olvidado cómo se hacía un
nudo y no se atrevía a preguntárselo a su Jefe por temor a que
éste se burlase de él. Esto, que parece un poco ridículo, no
habla muy en favor del Jefe de Tropa.
Finalmente,
el muchacho aprende el arte de dirigir por medio de la
experiencia. Hay que evitar a todo trance que durante las prácticas
del Escultismo, el Guía se crea ser diferente o algo aparte de
sus Scouts hasta el punto de no participar en sus juegos y
trabajos.
En
algunos casos muy recomendables, el Jefe, de Tropa forma con sus
Guías una Patrulla de Scouts, en la que el Jefe de Tropa desempeña
las funciones de Guía de Patrulla, Esto, desde todos los puntos
de vista, es excelente, pero debe hacerse sin abandonar a la Tropa
a sí misma. Lo mejor es organizar campamentos para Guías o
dedicar un domingo al mes para una salida de la Patrulla de Guías
- que tendrá su propio banderín especial -beneficiándose ésta
con sus actividades y adquiriendo gran experiencia para beneficiar
a la vez a sus respectivas Patrullas.
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