Contenido creado por Gerardo Carrasco
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Cuando ganar es perder

CON JUAN GROMPONE Y ÁLVARO ALBACETE

Acerca de la influencia del fútbol en la sociedad, el ingeniero Juan Grompone, aseguró a Montevideo Portal que "Maracaná nos hizo y hace mucho daño", como país. Por su parte, el presidente de la Escuela Freudiana de Montevideo opinó sobre el rol de la psicología en el fútbol.

13.06.2008

Lectura: 9'

2008-06-13T13:36:00-03:00
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Montevideo Portal

Juan Grompone es ingeniero industrial, cuya especialidad es la gestión de proyectos informáticos. Sin embargo, es más conocido por el público por su trabajo de escritor, siendo autor de novelas de intriga y espionaje como "Ciao, napolitano" o "Asesinato en el Hotel de Baños".

Grompone no oculta su aversión acerca del mal uso que se le da en nuestra sociedad a la "gesta de Maracaná", opinando que hubiera sido mejor para el país que esa final se hubiera perdido.

En entrevista con Montevideo Portal, Grompone explicó brevemente su posición, así como el papel que tiene en su opinión, el deporte de equipos en la comunidad

En repetidas ocasiones, usted condenó el uso inadecuado que se hace del triunfo de Maracaná, asegurando incluso que hubiera sido mejor perder esa final ¿sigue entendiéndolo así?

En efecto, perder ese partido le hubiera hecho bastante bien al país. En Uruguay hay una especie de bipolaridad según la cual, por un lado somos los campeones del mundo, y por otro no servimos para nada. Estamos siempre oscilando de uno a otro de esos extremos. Maracaná constituye el último momento de esplendor del país, un período en que Uruguay era riquísimo, porque tenía toda la ganancia de la guerra acumulada, entonces podía lograr cosas como esa. Y se utiliza ese tipo de acontecimiento con falsedad. Hasta ahí, Uruguay había vivido gratis, y ahí se le acabó la plata.

¿Cree usted que la decadencia en lo deportivo, tal como ocurrió por nuestro fútbol, pueda influir de modo relevante en la "autoestima" de una sociedad?

Yo creo que sí. Todos los deportes grupales despiertan pasiones que van más allá de lo razonable. No logro entender por qué, a causa de una competencia deportiva puede llegarse a matar a alguien. Ese grado de barbarie se encuentra en las competencias de equipos. No hay noticia de que nadie haya matado nunca a causa de un campeonato de golf. Sin embargo, las peleas de hinchas en tantos países de Europa y América, son a muerte. Otro tanto sucede en Estados Unidos respecto al básquetbol, el béisbol. O el fútbol americano.

Volviendo a Maracaná ¿En qué piensa que nos hubiera beneficiado perder aquella final?

Pienso que nos hubiera traído un poco a tierra, y también hubiera sido más lógico. Además, entiendo que se creo toda una fantasía acerca de como se dio la obtención de ese campeonato. Nos olvidamos de "pequeños" detalles, como el hecho de que Europa acababa de salir de una guerra, y muchos de sus países no se presentaron. Olvidamos también que la mayoría de los jugadores italianos murieron en un accidente aéreo en 1949, y varios otros factores. Por otra parte, tengo la convicción de que si el mismo partido se jugaba diez veces más, Brasil ganaba nueve. Me parece que siempre se razonó de una manera exagerada respecto a esa final.

Maracaná nos hizo mucho daño, y nos sigue haciendo daño recordarlo como la gran hazaña del país, habiendo hazañas de verdad que no se recuerdan debidamente

Suele atribuirse aquellos triunfos del fútbol uruguayo a la presencia de líderes, conductores como Nasazzi o Varela, entendiendo que hay una necesidad de líderes no sólo en el deporte, sino en otras áreas de la sociedad ¿entiende que la presencia de figuras señeras gravita tanto en una comunidad?

Yo pienso que en los juegos de equipos, en todo lo que tenga que ver con equipos, los líderes importan. La capacidad de liderazgo o la ausencia de esa capacidad, es una cosa importante, no sólo para el fútbol, sino para todo lo que involucra un equipo humano, es una cosa bien conocida, y se ve en la experiencia de una empresa, de un país, de lo que pasa en todos lados. No pasa a nivel individual, pero donde hay unas pocas personas —por ejemplo once— en seguida se nota. Se trata de un concepto de equipo, que es el mismo que el de patota, sólo que este último es la manifestación negativa del fenómeno, donde existen líderes que actúan de forma destructiva para con la conducta social razonable.

En cuanto a la psicología, hay que recordar que la psicología social es muy diferente a la individual, y que se ocupa justamente de la salud de las relaciones en los grupos. La problemática hooligan en Inglaterra fue atacada eficazmente mediante el trabajo de psicólogos y asistentes sociales, que se ocuparon de lograr que las familias de los hinchas violentos se conocieran entre sí. La violencia en el fútbol inglés es puramente psicológica, no tiene razón de ser.

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Acerca del papel del psicólogo en los equipos deportivos, en los que es cada vez más habitual su presencia, Montevideo Portal solicitó la opinión de Álvaro Albacete, presidente de la Escuela Freudiana de Montevideo, quien opinó acerca de este tema, así como de la posibilidad -o no- de que un equipo sufra "complejo de inferioridad", así como de "El mito de Maracaná" 

Ese episodio, más el "complejo de inferioridad" diagnosticado a la selección austríaca, fueron parte del cuestionario que remitimos al Psicoanalista Álvaro Albacete.


¿Puede un psicólogo contribuir de forma decisiva en la capacidad de un equipo de fútbol?

Evidentemente, un psicólogo puede contribuir desde diferentes lados y por distintos medios, no necesariamente trabajando con un plantel.

La pregunta importante no es tanto si puede o no contribuir, sino de qué manera. En oportunidad del Campeonato Uruguayo de 1984, obtenido por Central Español, recuerdo haber escuchado repetir en varias oportunidades a quien fuera su preparador físico, el Prof. Germán Adinolfi, que entre equipos que se encuentran en cierta paridad en lo físico y en lo futbolístico, la diferencia estará marcada por su condición anímica o psíquica, de una manera evidente. Así lo manifestaba a sus jugadores.

Sucedió con ese equipo, como con muchos otros, que existía una fuerte convicción en el trabajo, en qué consistía la tarea, en los objetivos, y en cómo lograrlos. Pero existía también, y entiendo que es algo que es bastante generalizado, liderazgo, figuras a las cuales seguir, las que pueden manejar situaciones complejas o difíciles y sortearlas con éxito, guiando al resto, fuera o dentro del campo de juego. En este punto, la función del entrenador es fundamental, y hay casos de entrenadores que son ejemplares en cuanto a que no sólo demuestran un conocimiento importante de los diferentes aspectos deportivos (táctica, estrategia, técnica, etc) sino que se ponen de manifiesto como grandes conductores de un grupo. Si no es él, otro deberá asumir la función. Y tal vez el entrenador como conductor, delegue en otro el liderazgo (quien presumiblemente será el capitán del equipo). Pero la función debe cumplirse. Sucede que no todos los técnicos poseen esta condición, y en tal caso el aporte técnico de un profesional podrá suplir, al menos en parte, el déficit.

La selección austríaca, anfitriona de la Eurocopa 2008, supo ser una potencia futbolística en la preguerra, pero luego decayó. Actualmente, el equipo trabaja con un psicólogo, quien opinó que el equipo padece "complejo de inferioridad" ¿puede aplicarse ese diagnóstico a un elenco deportivo?

La presunción de un “complejo de inferioridad” responde a un determinado referente, que ha sido popularizado y vulgarizado y que, por no compartirlo, estimo no sólo erróneo en sí mismo en tanto concepto, sino por su propia denominación, contraproducente. Pero, el psicólogo de la selección austríaca sabrá por qué lo dice. En relación a nuestra selección mayor, sería un buena experiencia al menos que se hiciera un análisis, sabiendo que el mismo será dinámico en tanto muchas circunstancias cambian permanentemente. Dicho análisis ofrecería la posibilidad de una comprensión más amplia, y que aportaría una visión profesional pero fundamentalmente analítica en el sentido de promover un acercamiento a la vez que una puesta en relieve de los aspectos psíquicos en juego y de la particular constelación que puede tener o adquirir dentro de una plantel.

Algunos intelectuales uruguayos, sostienen que el célebre "maracanazo" fue perjudicial para nuestra nación, porque instaló una suerte de creencia en un "destino manifiesto", en una superioridad innata sobre otros pueblos de la región, una soberbia que generó una pésima actitud en la gente ¿puede haber algo de cierto en eso, o por el contrario, esa victoria puede haber reforzado positivamente al pueblo uruguayo?

El triunfo de Maracaná tuvo o adquirió, rápidamente, el estatuto de mito para la sociedad uruguaya. De todos modos, creo que la interpretación del mismo en el sentido nefasto que se le asigna es, por lo menos, parcial. Si bien podemos decir que tiene un carácter fundante de algo, en tanto mito, es un mito a partir de un triunfo, un triunfo que en última instancia, es sólo un triunfo deportivo. Restaría preguntarse por las condiciones por las cuales éste oficia de articulador y catalizador, como mito, si es que es tan importante y en ese sentido que se lo señala, habida cuenta de que, por ejemplo, un acto fundacional como nación en nuestro país es una derrota, “la redota”. Creo entonces que en realidad jugó un papel de cierta importancia, pero por algún motivo relacionado posiblemente a una cierta idiosincrasia, se ha tratado por otra parte de descalificar el mayor triunfo deportivo de nuestro país (sin entrar en consideraciones acerca de que ese fue el primer mundial que se jugó luego de la segunda guerra mundial y las implicancias de esa variable).

Creo que el mito de Uruguay Campeón, o del Maracanazo, se lo interpreta a partir de efectos, que insisto, no podría atribuirlos a priori al triunfo, ya que lo que falta, en última instancia, es un análisis del mito; tal vez eso permitiría un mejor arreglo de lo social al hecho.


Álvaro Albacete es psicoanalista y presidente de la Escuela Freudiana de Montevideo.

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