Quiere cambiar su nombre, pero puede resultarle difícil

La estadounidense Sheila Crabatree, coqueta madre de dos hijos adolescentes que no quiere revelar su edad, desea cambiar su odiado nombre por otro que refleje mejor su personalidad.

Según informa el periódico Columbus Dispatch, Sheila está dispuesta a llevar adelante todos los trámites que hagan falta para llamarse "Sexy".
"Uso ropa de Victoria's Secret todo el tiempo, ya me veo sexy, así que voy a ir a por ese nombre", explica.

Para lograrlo deberá pagar 87 dólares y contar con la anuencia del juez, pero este último detalle podría resultar complicado de cumplir.

Sucede que el juez Robert Hoover, del condado de Licking, Ohio, ha atendido más de un caso de similares características, y en varias ocasiones ha vetado nombres raros.

En una ocasión, rechazó el pedio de un hombre que quería llamarse Demonio de Tasmania, pero le permitió llamarse Taz. Asimismo, le negó la solicitud a una jovencita que quería llamarse Winnie Pooh.

Cinco años atrás, una mujer llegó a caballo a la corte y entró al lugar vestida sólo con una bata. La mujer se despachó con un discurso acerca de la Última Cena, y dijo que le gustaría llamarse Jesucristo Señor y Salvador".

"Se lo negué porque no estaba seguro de que ella estuviera en sus cabales", explicó Hoover al mencionado periódico.

Crabatree, nacida en Pataskala, Ohio, dijo odiar tanto su nombre, que desde niña había usado el segundo, Renea.

Ante el historial de rechazos del juez, ella afirma que posee un "Plan B" que podría emplear de ser necesario.