¿Estás entre esas personas que piantan un lagrimón cada
vez que ven un Atari, una botella de leche de vidrio o se
encuentran en el altillo con los restos del Simon?

En nuestro espacio clásico de Qué es de la Vida, abrimos
una sección destinada a recordar y repasar la historia de
los objetos que marcaron parte de nuestras vidas y
desaparecieron con los años.





 
 
 
  Don Gato y su Pandilla  
  Un gato tramposo, apostador y fugitivo de la ley. El mejor ejemplo para los niños.
Nació en 1961, en uno de los mejores momentos de los estudios Hanna-Barbera, creadores de genialidades como los Picapiedras, la Hormiga Atómica o el Fantasma del Espacio.

Adorado por millones de niños alrededor del mundo, Don Gato no es precisamente un modelo a seguir. Este felino trata por todos los medios de volverse rico apostando, alimentarse sin pagar y burlar a la justicia, representada por el paciente oficial Matute.

La rapidez mental de Don Gato le permitió ascender escalones sociales entre los demás gatos de un callejón de Manhattan, convirtiéndose en "líder indiscutible de la pandilla", como dice la propia canción de la serie.

Desde dentro de un tacho de basura, controlaba los movimientos de sus cinco secuaces:

- Benito Bodoque, el más pequeño y adorable.
- Cucho, la mano derecha de Don Gato.
- Demóstenes, cuya lentitud empeora con su tartamudez.
- Panza, el conquistador de la pandilla.
- Espanto, amante del jazz.

El citado oficial Carlitos Matute se enojaba por el uso ilegal que Don Gato hacía del teléfono policial del callejón, generalmente para apostar. Pero en ocasiones se unían para combatir a algún enemigo en común. Como Al el Actor, quien intentó robar los valiosos cuadros del museo disfrazándose, entre otros, del propio Matute.

Su desempeño laboral, más allá de la imposibilidad de mantener a raya a la pandilla, era perfecto. Tanto, que logró superar el record de presentismo del superhombre Moldum, un policía al que Matute idolatraba.

Una gripe casi termina con sus posibilidades de éxito, pero gracias a Don Gato -que quería que Matute ganara y se tomara unas vacaciones- logró cumplir con su objetivo.

El único obstáculo más difícil de superar que Matute para la pandilla eran las gatitas. Más de uno de los miembros de la pandilla se enamoró de alguna felina y la unión de los seis estuvo en peligro, pero siempre volvieron al status quo, como ocurre en esta clase de series.

En total fueron 30 capítulos, televisados en horario central, algo que solamente los Picapiedras habían logrado, para una serie animada. La treintena de episodios fue repetida hasta el hartazgo por Canal 5, generando una verdadera adicción entre los niños ochenteros.

Luego de que finalizara la serie regular, Don Gato tuvo apariciones en otras series, como "el Arca Loca de Yogui", y en su propia película "Don Gato y los gatos de Beverly Hills", además de aparecer como un joven en "Yo Yogui", que precisamente protagonizaban versiones más jóvenes de famosos personajes de Hanna-Barbera.

Su última aparición fue en la serie "Harvey Birdman, Abogado Legal", de temática adulta, que utiliza esos mismos personajes clásicos, que pasaron a la historia, por lo general por razones mucho más nobles que Don Gato. Que apostaba, estafaba y hasta timaba a sus propios compañeros. Pero qué divertido era.

Recordamos la fantástica presentación de la serie

y un fragmento de uno de sus episodios.