El médico Daniel López Rosetti escribió el libro "El estrés de Jesús" con la intención de elaborar una "historia clínica" de Cristo y enumerar los problemas médicos que sufrió en sus últimos días.
Según una nota que realizó Clarín con el autor, "Jesús sufrió intenso estrés agudo y crónico desde su detención hasta su crucifixión". A ello se le agrega alta tensión emocional, cansancio, fatiga, alteraciones de sueño, pérdida de apetito y ayuno (es decir, una progresiva pérdida de energía).
Aventuró que Jesús murió antes que las otras dos personas con las que fue crucificado, debido al alto nivel de "desgaste psicofísico" que trajo aparejado un "agotamiento extremo".
Experimentó "todos los síntomas del estrés", como estado de alerta psicológica, taquicardia y aumento en la presión arterial, así como dilatación de pupilas, hiperventilación y rigidez de los músculos.
En su libro también se centra en el aspecto humano, especulando la "enorme angustia" que sufrió por la traición de Judas.
Sobre los azotes y golpes que sufrió poco de ser crucificado, aseveró que los golpes y la corona de espinas le generaron "dolor intenso y un miedo que potenció ese dolor". La pérdida de sangre y líquidos vitales le provocó una caída en la presión arterial y taquicardia, lo que llevó a un "shock".
El libro de López Rosetti fue hecho en un período de cinco años, tras la investigación de varios textos históricos y descubrimientos arqueológicos, incluyendo una consulta a los Rollos del Mar Muerto en el Museo de Israel.
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