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Locales

Tan lejos y tan cerca

Escolares maragatos "cara a cara" con su pares congoleses

En el marco del proyecto "Un lápiz por la paz", más de 400 escolares de San José concurrieron al Espacio Cultural del Teatro Macció para vivir una jornada inolvidable. Allí, los niños maragatos tuvieron la ocasión de interactuar por videoconferencia con alumnos de tres pequeñas escuelas congolesas, instaladas en zonas de conflicto y al amparo de bases militares uruguayas.

04.12.2013 17:13

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2013-12-04T17:13:00-03:00
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Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy

La iniciativa, que congregó a alumnos de dos escuelas del departamento de San José, se inscribió en la "patriada" ideada por el Teniente Coronel Marcelo Bilbao, quien es actualmente el jefe del Batallón de Infantería Capitán Manuel Artigas de Infantería Mecanizada N°6, localizado en el mencionado departamento.

Bilbao cuenta con una amplia experiencia como integrante de las Fuerzas de Paz en África. Esto le ha permitido conocer de primera mano la realidad del continente negro en general, y la del Congo en particular.

Al igual que otros militares a los que les ha tocado servir en África, Bilbao regresó a Uruguay con la firme convicción de que era necesario seguir ayudando a aquellas personas que sufren un verdadero martirio a causa de los interminables enfrentamientos tribales, y especialmente a los niños.

Por ello, puso en marcha el proyecto "Un lápiz por la paz", para cuya difusión brindó charlas en más de cincuenta escuelas del departamento, e instaló otras tantas cajas para recibir útiles escolares para mandar al país africano.

En diálogo con Montevideo Portal, el emocionado mílite admitió que la respuesta de los niños superó sus expectativas. "Tener a cuatrocientos niños haciendo silencio, ansiosos por ver a los niños africanos de los que se les habló, es realmente emocionante", afirmó.

Quienes estuvimos presentes este mediodía en el teatro de la capital maragata, pudimos comprobar la sempiterna capacidad de los niños para empatizar entre sí y comunicarse, más allá de las barreras del idioma y la distancia. Antes de que los traductores tuvieran ocasión de hacer su trabajo, ya los niños de San José y los de Pinga se saludaban y sonreían de una pantalla a otra.

"Los niños tienen su propio lenguaje", resumió Bilbao, quien recordó que durante sus charlas en las escuelas "ningún niño dejó de levantar la mano cuando se le preguntó si estaba dispuesto a ayudar a los chicos de Congo".

Durante sus recorridas por el departamento, Bilbao exhibió elocuentes imágenes que ayudaron a alumnos, padres y docentes a entender algo fundamental: que más allá de las dificultades coyunturales que puedan tener los escolares uruguayos, el castigado país africano vive problemas de una magnitud y dimensión por completo diferentes.

Desde sus precarias escuelitas en Pinga y Goma, los niños congoleses saludaron a sus pares uruguayos y agradecieron las donaciones. Asimismo, directores y docentes de las escuelas africanas hicieron otro tanto, afirmando que de no ser por la ayuda y protección de los cascos azules uruguayos, dichas escuelas no podrían funcionar.

"Eso es parte de la paz a la uruguaya", afirma con satisfacción Bilbao, quien subraya que la voluntad de las tropas uruguayas de ayudar a los lugareños no necesita ser impuesta por disciplina militar. "A diario, cada soldado elige libremente compartir su comida con la gente del lugar, y ayudarla de diferentes maneras".

En las escuelas instaladas cerca de las bases uruguayas "se enseña matemática, geografía, francés y español" a pesar de las dificultades, explica el teniente Coronel. Tampoco falta ocasión para divertirse y jugar al fútbol, ya que en realidad, más allá de lo mucho o poco que puedan aprender en las precarias aulas, mantenerlos alejados de la guerra ya es un logro.

Al diálogo se sumaron también alumnos de una escuela madrileña que, enterados de la iniciativa, quisieron saludar a los uruguayos.

La campaña de recolección de útiles permitió acumular "toneladas de material escolar", cuenta Bilbao. El traslado y distribución del mismo insumirá un buen tiempo, ya que el mismo es llevado por las tropas en cada relevo. "Cada soldado reduce su equipaje al mínimo para disponer de más espacio para las donaciones", resalta el militar. Sin embargo, la capacidad de traslado de material no es tan grande como para permitir llevar tanta cantidad de útiles de una sola vez.

La jornada festiva se cerró con un conmovedor intercambio de canciones entre africanos y uruguayos, donde a falta de una lengua común para cantar, unos y otros se acompañaron con palmas.

Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy