Apostasía en Plaza Cagancha

“No queremos estar en los registros ni formar parte de ciertas actitudes de la Iglesia Católica como la homofobia y el machismo claro que tiene en sus jerarquías, al no permitir que las mujeres ocupen puestos de importancia”, señaló a Montevideo Portal Alexis Saavedra integrante del Colectivo.

Saavedra comentó que en su caso particular fue bautizado y durante su formación científica se convirtió en ateo, pero aclaró que el Colectivo está integrado por personas con diversas creencias y filosofías, varios -por ejemplo- que pertenecen a otra religión y pretenden esa desvinculación.

“El espacio está abierto a quienes por cualquier motivo quieran desvincularse de la Iglesia. No es un espacio solo para ateos”, agregó. El Colectivo Apostasía emitió una declaración abierta en la que explica la finalidad del encuentro: “Somos un grupo de ciudadanos y ciudadanas nucleados en torno a un colectivo, cuya meta inicial es el establecimiento de la apostasía como valiosa herramienta en la defensa del principio republicano de Laicidad. Consideramos que el acto de apostatar, entendido como el rechazo a la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos; constituye un acto de responsabilidad que refleja la libertad de espíritu y de pensamiento. (…) Nuestra finalidad en ningún caso expresa un espíritu de confrontación, por el contrario, promueve la defensa irrestricta de la libertad individual y el principio de la laicidad; constituyendo éstas las principales razones por las cuales exhortamos al apoyo y aglutinamiento en un colectivo a nivel nacional que garantice y facilite a los habitantes de la República Oriental del Uruguay la acción de apostatar. Asimismo, entendemos fundamental estrechar lazos con organizaciones hermanas de otras latitudes, para la cual apostamos a un trabajo en conjunto, cuya incidencia será sustancial en la medida que sumemos voluntades que harán de esta iniciativa la expresión más pura de la autonomía personal y el espíritu libre”.

“En ejercicio de la libre elección y voluntad expresa, la apostasía es un legítimo derecho, en el cual podemos ampararnos aquellos individuos ateos, no creyentes, pero también los que profesan diversos cultos religiosos, decididos a renunciar a la fe cristiana católica. Este acto libre evitará que en nuestro nombre se discrimine y se condenen los progresos sociales, progresos a los que la Iglesia Católica se opone sistemática y ferozmente, basándose en su dogma revelado e incuestionable que tantas vidas costó a la humanidad; pero sobretodo fundándose en un presunto alto número de integrantes que surge básicamente de sus libros de bautismo y no a través del real grado de adhesión social a sus preceptos dogmáticos”, señala.