El Gobierno chileno confirmó este jueves errores en la identificación de los restos de detenidos desaparecidos que fueron hallados en un patio del Cementerio General de Santiago, en 1990.
"Hay un número importante de cuerpos que no corresponderían a los nombres entregados a los familiares", dijo el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber, a periodistas.
"Lamentamos y entendemos el dolor de los deudos por lo que ha ocurrido", agregó.
Lagos Weber subrayó que "el Gobierno está a disposición para ayudar con la tecnología disponible, con la información disponible, para dar cuenta de una debida identificación de los restos y entregárselos a sus familiares".
Después de 15 años del hallazgo de los restos de las víctimas, el Servicio Médico Legal (SML) reconoció a la justicia que cometió errores en el proceso de identificación de las osamentas encontradas en el patio 29 del cementerio y que corresponden a detenidos desaparecidos tras el golpe militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Me corresponde pedir disculpas por el dolor que estamos provocando", dijo hoy el director del SML, Oscar Vargas, al diario vespertino "La Segunda".
"Entiendo que hay gente que ya tenía sus duelos cerrados y hoy día les estamos reabriendo heridas", subrayó.
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) pidió este jueves a la presidenta Michelle Bachelet que las nuevas muestras de los cuerpos mal identificados, que correspondería a 48 víctimas, sean tomadas en el extranjero de "modo de que no haya errores nuevamente", afirmó Lorena Pizarro, presidenta del grupo.
"Sentir que se encontró a un familiar desaparecido y hoy nuevamente lo hacen desaparecer...no hay razón humana que pueda entender esto", agregó Pizarro, quien precisó que la mandataria se mostró dispuesta a colaborar con la causa.
El año pasado el juez que investigaba la causa, Sergio Muñoz, ordenó la exhumación de los cuerpos y estudiar nuevamente los casos, ya que en el 2002 surgieron dudas entre los familiares de las víctimas sobre la identificación que realizó el SML.
Esto debido a un informe de la Universidad escocesa de Glasgow que señalaba que las muestras de ADN de al menos una veintena de osamentas no correspondían a la identificación que había realizado antes el Servicio Médico Legal.
Durante la dictadura de Pinochet murieron en Chile más de 3.000 personas a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran como detenidos desaparecidos.
