04.09.2008 10:30

Esa afirmación me viene a la memoria con los viajes que hicieron Jorge Larrañaga y José Mújica a Buenos Aires.

Iniciando su carrera electoral tanto el blanco como el tupamaro pensaron, quizás, que solo yendo a la Argentina sanarían nuestros problemas.

Del otro lado del río, sus declaraciones fueron muy parecidas.

Mújica se abrazó con la Presidenta Cristina y su marido Néstor.

Larrañaga afirmó que Uruguay tendría que estar más cerca del Palacio San Martín que de Itamaraty.

Más cerca de Argentina que de Brasil es lo que proponen los dos.

Lo de Mújica no es nuevo. Es otra muestra del “como te digo una cosa te digo otra”.

Abrazarse con los dos presidentes argentinos más nefastos de la historia para el Uruguay y traerse “unos mandados” es triste.

Néstor Kirchner fue impiadoso en sus actos contra nuestro país. Cristina, su compañera de alcoba, no le fue en zaga.

En el mismo acto de su asunción a la Presidencia maltrató al Dr. Tabaré Vázquez ante una claque que reía y aplaudía.

Yo no voté al Dr.Vázquez, notoriamente. Pero es mi Presidente. Y al Presidente de los orientales no lo prepotea ningún otro presidente y menos esta señora.

Por eso, como oriental, me dolió lo que le hizo Cristina Kirchner a mi Presidente.

Pero parece que a Mujica no le preocupa. Pese a que él si lo votó.

Larrañaga va por el mismo camino. Más Argentina y menos Brasil, propone.

Lo que hacen es equivocado.

Es lo que hizo el Dr. Vázquez antes de la última elección. Fue a pedir ayuda a Kirchner, Busti, López Mena y varios más para ganar.

Con “el voto Buquebus” resultó vencedor en la elección.

Apenas asumió, Kirchner, Busti y cia. le empezaron a exigir que les pague la cuenta. Así Uruguay y Argentina se encuentran en el peor momento de sus relaciones desde que Perón cerró las fronteras.

Es que los Kirchner quisieron mandar acá como si fuera territorio argentino, solo porque colaboraron para poner a Vázquez en el sillón presidencial.

Esto no es nuevo.

Lo hizo Sarratea cuando se enfrentó con el más grande de los orientales, José Artigas. Era la época del Éxodo del pueblo oriental.

Por eso a Mújica y Larrañaga hay que recordarles lo que decía don José: ni triunvirato porteño ni las cortes imperiales de Río de Janeiro.

Ni lusitanos ni bonaerenses: somos orientales.

No alcanza con ir a Buenos Aires o Brasilia para hacer creer que se terminarán nuestros problemas.

Es como los que creen que solo por entrar al sanatorio sanarán. Algunos no salen de él.

A los Sarrateas modernos que nos quieren volver a vender a la Argentina les recordamos lo que pasó la semana pasada: se cumplió un nuevo aniversario del día que nos declaramos libres e independientes en la Florida.

33 salieron de San Isidro, desembarcaron en la Agraciada, se abrazaron con los nuestros en el Monzón y juntos incendiaron la pradera de libertad el 25 de Agosto.

Parece que eso ya no importa. Casi no se conmemora más ese día. Ni el 18 de Julio en que juramos la Constitución o el 19 de Junio, cuando nació el mas grande.

En su lugar van y se abrazan con los herederos de Sarratea.

Se traen “unos mandados” o dicen que hay que arrimarse al Palacio San Martín.

Hay que recordarles que se viene el 12 de Octubre y convendría festejarlo.

Ese día en que Lavalleja, Rivera y Oribe corrieron a los Bentos desde Sarandí hasta Río Grande.