Suárez habló de todo

Luis Suárez realizó una entrevista con Máximo Palma para Fox Sports. El periodista argentino había manifestado en reiteradas oportunidades su admiración por el uruguayo, y llegó al país "exclusivamente" para conocerlo y dialogar con él. Para su suerte, el salteño se prestó a todo tipo de bromas, firmándole incluso un papel en el que lo autoriza a ser su "fan oficial".

El uruguayo, sumamente relajado, habló de algunos aspectos claves de su carrera, como la famosa mano de Sudáfrica 2010 o su incidente con Patrice Evra.

"Prefiero mil veces que se me recuerde por el gol que le hago a Corea faltando 10 minutos que por la mano, pero sé el valor que tiene. Esas imágenes, el jugador de Ghana tirado y yo gritándolo, lo dicen todo", recordó el delantero, asegurando que se trató de "una milésima de segundo; metí la mano y sirvió mucho. Es un momento único que jamás me voy a poder olvidar. Me acuerdo del tiro libre, me acuerdo de todo".

Respecto a lo que verdaderamente ocurrió con Evra en la cancha, el salteño afirmó que fue "una discusión que queda ahí. Me vinieron a recriminar algo, contesté, me recriminaron de nuevo y volví a contestar", y expresó que "si cada cosa que digo voy y le digo al juez ‘me dijo que era gordo' o ‘me dijo que era dientón', no da".

"El dolor que me queda adentro es que me acusaran sin ninguna prueba. Dijeron que me acusaban por tal y tal cosa, pero cuando estábamos en el juicio no había ninguna prueba concluyente", lamentó quien ahora vive un gran momento.

"Lo de la selección fue un golpe anímico muy bueno; después del partido con Venezuela cambiamos el chip. También venía de cumplir la sanción, no estaba jugando en Liverpool, y venir a reencontrarme con mis compañeros acá fue muy especial", aseguró, y destacó que ahora "volví al club y estamos allá arriba, peleando, muy contentos".

Suárez afirmó que nunca sintió que Uruguay había quedado afuera del Mundial, aunque "la vi difícil antes de jugar el partido con Venezuela. Es increíble; cuando teníamos la posibilidad de que veníamos jugando bien, ganando partidos de manera fácil, se nos fue complicando y agarramos una racha mala, y nos dimos cuenta que necesitábamos tener jerarquía, hambre de gloria. Eso se fue dando vuelta y es lo que nos deja más contentos".

"Esperemos clasificar, que terminemos con esta larga espera, que llegue el día de decir ‘por fin estamos en el Mundial'. Jugar en Brasil es un plus para nosotros, es algo extra", repasó, y si se da la posibilidad de ir, hay que hacerlo "con el perfil bajo, con la humildad que fuimos a Sudáfrica, y a dejar todo adentro de la cancha".

El salteño también tuvo tiempo de bromear con el periodista Máximo Palma, después de confesarse admiración mutua. "Que una persona tan popular como vos que me halague de la manera que me halagas, es un orgullo", le dijo entre risas, antes de abrazarlo y recibir regalos, como alfajores argentinos o dulce de leche.