El niño que murió en salón de fiestas fue "descuidado" por el dueño del local y los padres del cumpleañero

La fiscal del caso Gabriela Fossati pidió este martes el procesamiento de cinco personas por la muerte de un niño en un salón de fiestas, el 9 de diciembre de 2016.

La fiscal explica que el "servicio integral" ofrecido por los dueños del salón de fiestas se llamaba "0 estrés" y que, según la madre del cumpleañero, incluía todo, desde la comida, la animación hasta el completo cuidado de los niños. A decir de J.P.C (uno de los dueños del local), el cuidado de los niños no era "exclusivo" del servicio, sino que "son los padres quienes conocer a los niños que invitan y en consecuencia deben cuidarlos".

Fossati explica que ni la madre ni el padre del homenajeado vigilaron, atendieron ni supervisaron a los niños "de manera directa".

Si bien Luciano "era un niño que habitualmente jugaba en forma normal", en algún momento de la fiesta se sintió decaído, surge de la investigación. Allí dejó de participar de las actividades junto a sus compañeros, "situación que no fue atendida en forma por quienes debían cuidarlo", agrega la fiscal. y en un momento queda tendido sobre el sueño del juego. 

En algún momento, agrega el escrito, el niño estuvo caído en el juego, boca abajo e inmóvil. "Siempre en la misma posición, junto a amigos y a veces solo. Por su postura se percibe que no se trataba de un juego".

La situación no fue percatada por los animadores, quienes de un momento comienzan a desinflar el juego y a sacar a los niños; pero Luciando quedó atrapado adentro sin que nadie se diera cuenta. Las pericias hechas al cuerpo del niño confirmaron que falleció por asfixia. 

"Durante el proceso de quitar el aire del mismo, varios niños (más de nueve) saltaban sobre el efecto, llamándole la atención su cuerpo, por lo que algunos lo tocaban por arriba el material del juego, una niña hacía "caballito" y otra "equilibrio" sobre su cuerpito, mientras que otras procuraban buscar en el interior para verificar de que se trataba el bulto que les llamaba la atención", detalla el escrito.

Por este hecho, fueron pedidos los procesamientos del dueño del local, una animadora y los padres del niño por homicidio culposo. Mientras tanto, el hermano del dueño del salón será investigado por la Justicia por un delito de encubrimiento. 

Las contradicciones con las cámaras de seguridad:

Las primeras declaraciones del dueño del local a la Policía aseguraban que las cuatro cámaras de seguridad solo grababan en vivo lo que estaba pasando y que no quedaba registro. Ante estos dichos, la policía encargada del relevamiento se conformó con la respuesta del hombre y alegó que debería haber sido Policía Científica la encargada de recuperar las filmaciones.

La fiscal sostiene que Policía Científica no hizo el relevamiento de las cámaras y que, además, en el cumpleaños se encontraban dos funcionarios policiales, quienes "no habrían preservado la escena en debida forma", y permitieron que la escena fuera modificada.

Esto deberá ser comprobado, agrega la fiscal, y si afirmativamente los funcionarios policiales (que estaban en el cumpleaños como invitados) no intervinieron para conservar la escena deberán explicar por qué. En tanto, si esto no fue así, el equipo de Policía Científica también deberá aclarar por qué no hubo relevamiento de las cámaras.

Es al día siguiente de lo sucedido que el hermano del dueño del local concurre a la empresa de seguridad y pide las filmaciones, sin explicar nada de lo que había sucedido. Ninguno de los dos (el dueño y su hermano) avisaron a la Policía y a la Justicia que, efectivamente, existían filmaciones de ese día.

Observó las imágenes durante cuatro horas, se comunicó con la empresa y pidió que bajaran el material, aclarando que necesitaba bajar "todas las horas". Luego se comunicó con su hermano, y en febrero del año siguiente recién dieron las copias a la Policía, ante una intimación judicial.

Según la fiscal, no fueron entregadas la totalidad de los materiales, además de tener un desfasaje en el horario respecto del real.

Mientras el funcionario de la empresa de seguridad le habilitaba el acceso de las filmaciones al hermano del dueño del local, observó un movimiento policial, lo que despertó su interés y lo llevó a prestar atención a las imágenes de las cuatro cámaras. El hombre resguardó un material de 15 minutos del momento exacto en que el cuerpo es retirado del castillo en un CD, y la entregó a la Policía.

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