Contenido creado por Sergio Pintado
Locales

Esta cárcel sigue así

Guardia del COMCAR describe la "vida deprimente" dentro del penal

El sindicato de policías de Montevideo divulgó una carta escrita por un guardia del COMCAR en el que denuncia la “vida deprimente” que comparten policías y reclusos dentro del penal. El funcionario alude a la rutina entre ratas, agresiones y diferencias salariales con policías “menos expuestos”.

28.01.2015 21:41

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2015-01-28T21:41:00-03:00
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Montevideo Portal

El Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (SIFPOM) difundió este miércoles una carta escrita por un guardia del COMCAR en el que denuncia la "vida deprimente" que se vive dentro del centro de reclusión y cuestiona la falta de recursos y la distribución "desigual" de las remuneraciones.

"El día inicia a las siete de la mañana con los controles de los reclusos", comienza la carta, aclarando que si bien la tarea "debería hacerse con un mínimo de tres policías", habitualmente se cumple con uno solo. "Voy por las celdas y pasillos oscuros en las que se encuentran varios reclusos: rapiñeros, ladrones, homicidas, violadores, delincuentes", expresa, consignando que "el 'clima' es complicado" en las 40 celdas que debe inspeccionar.

El policía penitenciario asegura que "es normal caminar por los pasillos infestados de ratas y otras pestes" y reafirma: "Uno se siente humillado cuando debes abrir una celda por la tarea que fuera y se te cae encima un enjambre de cucarachas".

En efecto, sostiene que "existen innumerables casos de camaradas que contraen tuberculosis, sarna humana, piojos e infecciones en la piel, así como otras enfermedades por estar en contacto directo con esas cosas". Los problemas psicológicos, afirma, también "son comunes" entre los guardias de la cárcel, que también son los que presentan "el mayor índice de divorcios". Los reclusos viven una situación similar, con "innumerables dolencias contagiosas".

La carta alude además a varios casos de "agresión física" hacia los policías por parte de los internos y recuerda algunos casos que trascendieron públicamente, como el del policía Oseas Pintos, asesinado "cobardemente" por uno de los reclusos que anteriormente había intentado fugarse junto a otros dos, armados con "pistolas semiautomáticas más modernas que el viejo armamento" de los guardias.

"Esta es la realidad que se vive, no la que maquillan las autoridades", prosigue la carta, para luego referirse a la realidad de los reclusos: "Imagínense esta vida deprimente, personas que son altamente conflictivas, que tienen problemas con todos aquellos que los rodean, con la sociedad entera, con sus familias, que se autoflagelan, se abusan sexualmente, que ingieren objetos de todo tipo, que generan hechos de peligrosidad para el resto, que desconocen cualquier límite, moral o ley; con adicciones, que se agreden y agreden porque es su cotidianeidad".

"Esa es la cárcel que hoy por hoy tenemos entre las manos los penitenciarios", enfatiza el guardia, agregando que los policías "somos quienes mantenemos esto en pie la mayoría de las veces" y señalando que hay "sectores con 500 reclusos y tan sólo tres funcionarios para su atención".

El funcionario también plantea la "disconformidad con cierta remuneración que se brinda a policías externos", en referencia a los que se encargan de la guardia perimetral de los centros de reclusión. Según afirma, "un policía penitenciario percibe aproximadamente 900 pesos mensuales de viático mientras que un coracero, que únicamente se encuentra al ingreso de la unidad supervisando escáneres, percibe 4500".

El guardia asegura: "Mi carta intenta retratar un sentir que sé que es general, entre nosotros", y firma la misiva presentándose como "un policía penitenciario entre tantos". 

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