También investigaban a Nacional y la AUF

A principios de este año, el juez Homero Da Costa, que investiga una red de tráfico de armas y drogas que opera a nivel regional y en la que participan varios barrabravas de fútbol, pidió a Peñarol, Nacional y la Asociación Uruguaya de Fútbol la lista de sus dirigentes.

Según pudo saber Montevideo Portal, el pedido tenía la finalidad de chequear la información provenientes de las escuchas telefónicas y otras herramientas de investigación que se utilizaron para conocer los vínculos entre las hinchadas, los clubes y algunos órganos de gobierno.

Este viernes el juez Da Costa informó a Montevideo Portal que se trata de una investigación de largo aliento, que comenzó en febrero de 2013 cuando fueron encontradas en la casa de un hincha de Peñarol unas 50 entradas, exclusivas para dirigentes, funcionarios y jugadores, para el partido entre Peñarol y Vélez por la Copa Libertadores.

Da Costa explicó que a raíz de ese hallazgo, dado en el marco de un procedimiento por estupefacientes, se empezó a investigar los vínculos entre las hinchadas, los dirigentes y sus formas de operar.

El partido de vuelta se jugó en Buenos Aires, pero los desmanes producidos en nuestro país hicieron que se disputara a puertas cerradas, lo que frustró los planes de Inteligencia, que tenía previsto varios procedimientos para avanzar con la investigación, según explicó el magistrado.

Da Costa señaló que el expediente está en manos de la fiscalía desde el 7 de noviembre y por el momento no está prevista ninguna detención. El magistrado expresó su pesar por la filtración del caso a la prensa, debido a que “perjudica toda la investigación” y señaló que no podrá seguir trabajando con Inteligencia con el mismo método que lo venía haciendo.

“Tengo un dolor enorme, porque se esfuma todo el esfuerzo que uno hizo durante casi dos años, tratando de meter mano en este tema de las barrabravas (…) Es horrible, me siento como si hubieran entrado a mi casa”, afirmó.

El juez fue enfático en señalar que ninguno de los funcionarios de la sede filtró la información a la prensa: “Lo garantizo por mi honor”, afirmó, y dijo que con el equipo de la Dirección de Inteligencia están “azorados” por la filtración.

No obstante, aclaró que entiende que el diario “tiene el deber y la obligación” para con sus lectores de publicar la información que tiene en su poder, aunque lamentó que se haya “tirado abajo” la investigación.