El caso Berríos sería archivado nuevamente, a pedido de la fiscal Nancy Hagopian, por entenderse que no hay pruebas de que militares uruguayos hayan asesinado al químico chileno.
La historia de Berríos trajo en el año 1995 todos los fantasmas del pasado dictatorial.
El químico chileno, ligado al régimen pinochetista, fue hallado muerto en El Pinar, con dos balazos en el cráneo, en lo que fue considerado una maniobra conjunta entre militares chilenos y uruguayos para impedir que hablara sobre el pasado.
En un primer momento las investigaciones que se iniciaron apuntaban a la culpabilidad del coronel retirado Tomás Casella, y los capitanes Wellington Salli y Eduardo Radaelli.
A finales del 2003, el caso se archivó a pedido de Nancy Hagopian al juez Pedro Salazar por considerar que no había pruebas incriminatorias, decisión que levantó varias críticas entre quienes impulsaban la investigación.
Salazar continuó con el caso, citando a nuevos testigos y obteniendo más declaraciones. A pesar de ello, tal cual informa el semanario Búsqueda, Nancy Hagopian volvió a pedir que el caso se archive, ya que considera que los nuevos datos "nada aportan".
De esta forma y haciendo uso de un recurso de jurisprudencia que obliga a los jueces a acatar el pedido de archivo de un fiscal, nuevamente Nancy Hagopian procedió a repetir su solicitud. Se verá a partir de aquí cuáles son los pasos a seguir por parte del juez Salazar.
