Nueva agresión de madre a maestra

Tras el sonado caso de la agresión de una madre a una maestra en la escuela 115, este lunes se produjo un nuevo episodio de similares características. El incidente culminó con el procesamiento de la agresora, y es el cuarto desde que comenzó el año lectivo que tiene tal desenlace.

El hecho ocurrió el lunes al mediodía en la escuela 97, sita en la calle Chayos esquina Pirineos, en el barrio Maroñas. Según informara el matutino El País, la mujer se encontraba molesta porque una compañera de clase le habló mal a su hija de cinco años.

La ahora procesada, que tiene 23 años de edad y está embarazada, ingresó al centro educativo y llegó hasta la dirección, donde se encontraba la maestra. Allí increpó a la docente y, no contenta con las explicaciones que esta le dio, comenzó a insultarla y amenazarla.

La situación degeneró en un forcejeo en el que la madre de la niña rompió una prenda de abrigo que la maestra tenía en las manos, y antes de que se produjeran incidentes mayores, un docente de educación física logró separar a las mujeres.

La maestra, de 27 años de edad, presentó denuncia en la seccional 16°, produciéndose poco después la detención de la irascible madre, que fue conducida ante el juez penal José María Gómez y la fiscal Mónica Ferrero, disponiéndose su procesamiento sin prisión por el delito de violencia privada.

Ante este nuevo caso de violencia para con docentes, Héctor Florit, director general del Consejo de Educación de Primaria, dijo a Montevideo Portal que el organismo "ya tiene en curso un concurso para elegir un abogado que asesore a los maestros. Ya hay una escribana actuando que respalda la acción de los maestros. En algunos casos puntuales se dispuso reforzar la vigilancia perimetral con el servicio 222 o con los servicios de vigilancia privada".

"Se está analizando con la Inspección Técnica promover algunas actividades técnico-docente para reflexionar sobre temas de convivencia en las instituciones educativas. En todas las instancias hay que hacer y reiterar un llamado para el blindaje social de las escuelas. Las escuelas no son de los maestros ni del Consejo de Primaria, son de la gente. Una agresión a un docente o integrante de esta institución afecta a todos. Es obvio que después de un acontecimiento violento, toda la escuela se vez consternada", sentenció Florit.