Contenido creado por Inés Nogueiras
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Con honores

El primer adiós a García Márquez en México mezcla la solemnidad con el vallenato

México, la patria adoptiva de Gabriel García Márquez, le dio el primer adiós al Nobel de Literatura colombiano con una solemne ceremonia a la que asistieron su familia y centenares de admiradores, con espacio también para la música popular que apasionaba al escritor.

21.04.2014 16:22

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2014-04-21T16:22:00-03:00
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En el majestuoso palacio de Bellas Artes, las decenas de invitados rompieron en un cerrado aplauso a la entrada de la viuda de García Márquez, Mercedes Barcha, y sus hijos Rodrigo y Gonzalo, quienes formaron la primera guardia de honor alrededor de las cenizas del novelista.

Los restos de García Márquez, fallecido el jueves a los 87 años, reposaron en una urna de madera color café junto a flores amarillas colocadas sobre un atril negro.

Los invitados se turnaron para formar guardias mientras alrededor circularon los centenares de admiradores del colombiano que hicieron fila durante horas fuera del palacio para despedirse.

Muchos de los invitados lucieron flores amarillas -el amuleto de la suerte de García Márquez- en sus solapas y han dado el pésame a Barcha, vestida completamente de negro, mientras suenan las piezas de música clásica favoritas del escritor, de Bartók o Beethoven, interpretadas por un cuarteto de cuerda.

Pero en medio de la tristeza también surgieron los ritmos de cumbia y el vallenato de la costa colombiana a cargo de un trío con acordeón, caja y guacharaca que lucían el tradicional sombrero vueltiao.

La aparición alegre del grupo contagió a los asistentes, algunos de los cuales aplaudieron, se pusieron de pie y hasta bailaron, y logró arrancar una sonrisa a la viuda del Nobel caribeño y a sus hijos.

La familia ha vivido un luto privado desde el fallecimiento el jueves del escritor recibiendo en su vivienda de Ciudad de México a muy contadas amistades.

En la primera fila de los invitados de Bellas Artes se encontraban Carmen Balcells, la legendaria agente literaria de García Márquez; así como el veterano periodista mexicano y amigo personal Jacobo Zabludovsky, y el director de la fundación de periodismo de García Márquez, Jaime Abello.

En lo alto del vestíbulo de Bellas Artes, un espacio reservado a las despedidas de los máximos íconos culturales de México, luce una inmensa fotografía en blanco y negro del sonriente escritor colombiano, en la que se lee su famosa frase: "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla".

Los seguidores que iban ingresando en la sala, algunos de ellos luciendo banderas y camisetas de Colombia, eran apremiados para que no se mantuviesen mucho tiempo haciendo fotografías o videos. En el exterior se hizo una lectura colectiva de "Cien años de soledad".

"Yo no lo puedo creer aún... por eso vengo. A lo mejor así voy asimilando mejor las cosas", dijo a la AFP Felisa Tole, una colombiana que llegó a México hace ocho años, con la mirada clavada en el piso.

"Me gustaría darle las gracias por el gusto que me dio la lectura. Y así como nos dio 'Cien años años de soledad' en una historia, que nos sobreviva cien años más en el corazón", dijo de su lado Joseline López, una venezolana de 21 años que estudia medicina en México.

Fuente. AFP