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Paren el mundo

Mujica entrevistado en España

"¡Están locos! La paz se lleva adentro. El premio ya lo tengo", dijo José Mujica sobre la posibilidad de recibir un Premio Nobel de la Paz. El presidente habló también sobre el aborto, su filosofía de vida, la marihuana, la necesidad de cambiar el mundo y hasta la "adicción del amor", la "única recomendable".

31.05.2013 10:14

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2013-05-31T10:14:00-03:00
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Montevideo Portal

El presidente José Mujica participó esta mañana de "Los Desayunos de TVE", ciclo de entrevistas de Radio y Televisión Española (RTVE). En la extensa charla habló sobre varios aspectos de su gobierno pero sobre todo de su filosofía de vida, sorprendiendo una vez más a periodistas extranjeros por su estilo llano y directo..

"En América Latina, en este momento no existe cosa más sagrada que respaldar el proceso de Colombia para que pueda encontrar el camino de la paz", dijo hoy.

El mandatario se refirió al atractivo que presenta el país para los mercados europeos.
"Mi país es pequeño y está en una esquina importante. Si es por el mercado van a otros más grandes. Entonces nosotros tenemos que jugar la carta de la seriedad, seguridad, porque en el mundo se busca seguridad además de ganancias, y eso lo ofrece el Uruguay. Es una actitud de los uruguayos, cualquiera sea el partido que gane se va a hacer cargo de los compromisos del gobierno anterior", comentó.

La crisis de España "nos afecta a los uruguayos, porque cayó el poder de compra en Europa", aseguró.

Para Mujica, "la política es la lucha para la que la mayoría de la gente viva mejor", y "vivir mejor no es sólo tener más sino es ser más feliz". "Eso a veces tiene que ver con las carencias materiales pero también con otras cosas. Los gobiernos siempre andamos apurados porque si no respondemos, si la economía no crece, es una tragedia. Pero el hombre precisa eso y alguna cosa más", agregó.

Mujica se vio obligado a explicar que en la Residencia Presidencial no duermen personas en situación de calle (explicó su ofrecimiento en épocas en que se discutía la situación de los refugios del Mides) y habló también sobre su filosofía de vida.

"No quiero usar la palabra austeridad porque está prostituida en Europa. Abogo por una manera personal de vivir con sobriedad. Porque para vivir hay que tener libertad y para tener libertad hay que tener tiempo. Si me preocupo mucho de los cacharros, no tengo tiempo. Y si tengo mucha plata para tener eso me tengo que preocupar de que no me roben (...). Y si despilfarro estoy viviendo a costillas del trabajo de otro. Prefiero tener el mayor margen de tiempo para hacer lo que me gusta y eso es para mí la libertad. Soy sobrio para tener tiempo. Cuando tú compras con plata, compras con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Hay que ser avaro en la forma de gastarla y veo a la humanidad enloquecida perdiendo tiempo. Cuando te querés acordar, sos un viejo reumático que te pasaste pagando tarjetas. Nadie me va a dar mucha bolilla pero algunos viejos me van a entender", explicó.

Sobre aborto y marihuana

Sobre la ley de despenalización del aborto en Uruguay dijo que es "sentido común". "Nadie puede estar a favor del aborto como cuestión de principios pero hay un cuadro de mujeres en toda la sociedad que se ve en la amargura de tener que tomar esa decisión contra viento y marea. Ese mundo vive en clandestinidad, se juega la vida y la explotan. Y toma decisiones más allá de las discusiones de principios de políticos y filósofos. Y reconocer la existencia de ese hecho, ponerlo arriba de la mesa legalizándolo, nos da la oportunidad de poder obrar persuasivamente sobe la decisión de las mujeres. Los hechos demuestran que muchas mujeres retroceden y se pueden salvar más vidas. Dejarlas aisladas en su drama es hipócrita", dijo.

"Lo discuto como una realidad. Pertenezco a un país pequeño que ya por 1910 discutió el alcohol y tomó esta decisión: no se puede evitar que la gente chupe, por lo que el Estado nacionalizó la producción del alcohol, se encargó de que fuera de buena calidad, lo cobró caro y de ahí sacaba recursos para atender la salud pública. Fue genial. Fue el mismo Estado que reconoció la prostitución. Mi país la organizó, se preocupó hasta de su jubilación. Países notables como EEUU se mandaron la ley seca, mire cómo le fue", comentó.

En cuanto a la marihuana, reconoció que "es una plaga como el tabaco". "Ninguna adicción, salvo la del amor, es recomendable, pero están ahí. Lo que está detrás de la marihuana es el problema, no podemos dejarlo en la clandestinidad. Tú sos consumidor, estás registrado, aquí tenés una dosis. Si te estás pasando, te controlo. No mijito, marche al hospital, usted se tiene que atender. Hay que robarle el mercado al narcotráfico como mejor modo de combatirlo. Tengo claro que cien años persiguiendo la drogadicción no da resultados., Hay que ser más pragmáticos y buscar otros medios", señaló.

Sobre el pasado

Para Mujica, "nadie te puede devolver lo que perdiste en un calabozo, lo que fuiste tratado como perro al basural y otras cosas". "En la vida hay que aprender a cargar con una mochila de dolor, pero no vivir mirando la mochila, hay que mirarla hacia adelante. Cada madrugada amanece y la vida es porvenir, y es tan hermosa que hay que defenderla y quererla. Puedes caer mil veces, el asunto es tener la fuerza y el coraje de volverte a levantar y empezar. Volver a empezar es una actitud general que hay que pregonar en la vida. Los únicos derrotados son los que dejan de luchar, soñar y querer", aseguró.

"Cuando uno vive para la venganza, para lo que le hicieron, no se termina nunca más, es como el loco que da vuelta a la columna", reflexionó.

También se refirió a los rumores que lo postulan como gran candidato para el próximo Premio Nobel de la Paz. "¡Están locos" Yo qué premio de la paz ni premio de nada. Si me dieran un premio de esos es un honor para Uruguay y para arrimar unos pesos más para hacer casitas. En Uruguay hay muchas mujeres pobres con cuatro o cinco hijos porque los hombres las abandonan, y tenemos una lucha para que tengan un techo digno. La paz se lleva adentro. El premio ya lo tengo. Está en las calles de mi país, el abrazo de mis paisanos, los ranchos humildes", opinó el mandatario.

"En mi país yo camino por al calle, voy a comer en cualquier lado sin parafernalia de los hombres de Estado. No quiere decir que no tenga rosarios y puede que también algún enemigo, pero al fin y al cabo morir te vas a morir y no hay que vivir temblándole a todo. Al fin y al cabo la vida ha sido muy generosa conmigo. Soy un luchador social lo he sido toda mi vida, ahora estoy en esta changuita de presidente que nunca pensé, pero el juego de la vida se dio así. Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo, fui aplastado, derrotado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor y con un mayor sentido de igualdad, El hombre tiene recursos para crear un mundo mejor, mucho más rico en cultura y conocimiento", concluyó.

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