VERSIÓN PARA IMPRIMIR | 16.12.2008 15:44 |
Cintas amarillas preservan la escena del crimen. Con atención, los peritos recorren el lugar, fotografían, recogen todo aquello, por mínimo que sea, que pueda resultar un indicio para la investigación. El cuadro, que nos resulta familiar, repetido hasta la saciedad, guardado en la retina de millares de telespectadores a lo largo y ancho del mundo, cambia de locación. Esta es la realidad: los muertos de verdad no respiran, y la sangre es eso, simple, roja, duramente sangre. Ni Las Vegas, ni Miami, ni Nueva York. Cualquier punto del país puede ser el decorado involuntario de un accidente, un suicidio, un crimen que debe ser aclarado. El Inspector Principal Artigas Ayala dirige la Dirección Nacional de Policía Técnica desde hace un año y medio. La repartición, cuenta, “tiene 38 años, y fue creada por la Ley Orgánica Policial de 1971, aunque demoró unos años en instrumentarse como Dirección Nacional. Su rol fundamental es auxiliar a la Justicia. Esto significa que una vez que la cadena de la prevención ha sido rota y se comete el delito, en la escena, o presunta escena del crimen se recogen indicios, que luego se trasladan a los laboratorios policiales, se procesan, y esa respuesta surgida de los mismos se le da al juez de la causa. Somos netamente auxiliares de la Justicia, lo que no quita que trabajemos en colaboración con nuestros colegas en investigaciones que, a veces, son netamente de índole policial. Es muy común trabajar con INTERPOL, en la investigación de delitos informáticos, sobre todo en la nueva modalidad de delito que es la pornografía infantil; nuestro laboratorio hace las comprobaciones in situ en el terreno, para que INTERPOL proceda a la incautación de elementos. También se trabaja mucho en documentación fotográfica, por ejemplo de allanamientos, que es muy en común en el caso de drogas, que hay que ‘fijar’ en el lugar lo que se incauta”.
La historia de la Dirección, sin embargo, se remonta más de un siglo atrás, cuando en 1905 se inauguró la Oficina de Identificación Dactiloscópica de la Jefatura de Política y de Policía de Montevideo, a iniciativa del doctor Alejandro Sarachaga, amigo personal y seguidor del húngaro argentino Juan Vucetich, que perfeccionó la disciplina. Ayala agrega a este dato que, actualmente, se encuentra en estudio del Poder Ejecutivo un proyecto de ley que permite la creación del archivo de huellas genéticas, o ADN, “la incorporación más reciente a la investigación criminal”. La carrera de Ayala estuvo marcada por la diversidad y el movimiento. Trabajó en la Escuela Nacional de Policía, en las Naciones Unidas, colaboró en la investigación sobre violaciones a los Derechos Humanos y formó profesionales en distintos puntos de África. Nunca antes había tenido contacto con la tarea de la Policía Técnica, pero explica que la formación que recibió “es integral, y a los de nuestra jerarquía nos pueden convocar para dirigir Caminera, Interpol, Inteligencia, una Jefatura de Policía… estamos formados para dirigir. A veces se produce una confusión en el común de la gente, estas son ‘empresas’; los gerentes no son los técnicos, sino quienes administran la técnica, yo tengo que llevar adelante las políticas que impulsen y desarrollen nuestra Dirección Nacional de Policía Técnica”. El funcionario señala que el personal que trabaja en la dependencia es “muy exigido”, y que una de sus obligaciones es velar por que las condiciones laborales sean las mejores, tanto en relacionamiento y comodidad como en infraestructura. Este personal es “premiado” con la posibilidad de realizar cursos de capacitación, tanto en el Uruguay como en el exterior, que, no sólo los benefician personalmente en cuanto a la mayor especialización, sino que además, permite articular el funcionamiento con otras Policías Técnicas de Iberoamérica. Ayala mismo es miembro activo de la Academia Iberoamericana de Criminalística y Ciencia Forense, y, orgulloso, alegra que “Uruguay está a la cabeza; somos el primer país en tener una ley que protege la escena del hecho, además de la reciente aprobación del protocolo de protección de la escena del hecho por el Ministerio del Interior, y la cadena de custodia del indicio”. Más vale maña que fuerza
Gracias a la labor de los funcionarios, la Dirección obtuvo recientemente el Premio de Calidad de Atención al Público. Ayala dice que “esas solicitudes a veces son situaciones muy delicadas que hay que atender, para nosotros de repente no es ninguna dificultad, es apenas una pequeña carga en el horario de trabajo, y en cambio para el que lo solicita representa el futuro”. El director de Policía Técnica cree que, pese a los logros, la labor de perfeccionamiento y optimización de los recursos, humanos y materiales, no debe cesar en ningún momento. Who are you? Evidencia, ADN, residuos de pólvora, huellas dactilares, palabras a las que el promedio de los televidentes se acostumbró a oír en los últimos años. El trabajo de recoger indicios y procesarlos llega a nosotros con la nitidez de la televisión digital, la asepsia del quirófano y la percepción de una simpleza que no es tal. La Dirección Nacional de Policía Técnica, día a día, lejos de las cámaras, realiza su trabajo con tesón de hormiga. 190 funcionarios, repartidos en laboratorios biológico, químico, pericial, fotográfico, de planimetría, documentología, accidentología e informática forense, colectan y analizan los indicios con obsesión. La comparación con las series televisivas es obvia, pero, “el gran problema de las seriales es que exageran”, opina la química Fernández. En relación con los análisis de ADN que se practican, marca que la tecnología que se emplea en nuestro país es de última generación, similar a la que puede verse en el cine y la TV, pero que los tiempos no son los mismos. “Se puede llegar a un perfil, que, si encuentra otro con el que comparar, puede orientarnos para saber a quién corresponde. Pero no es en diez minutos, ni se hace de a uno, por un tema de costos”. En su laboratorio se reciben indicios biológicos, y allí se busca sangre y rastros epiteliales para llegar, en algunos casos, al ADN; “en otros no es necesario llegar a ese punto, simplemente basta con confirmar, por ejemplo, que se trata de sangre humana”, acota. “Si tenemos el sospechoso y tenemos la muestra, es casi el 100 por ciento, generalmente depende la calidad de la muestra que recibimos en el laboratorio. A veces la muestra llega muy degradada, por lo que es muy difícil obtener un perfil ‘limpio’ para poder comparar. Depende, también, de cómo llega al laboratorio; de su conservación, de la forma en que la enviaron, se puede perder por la naturaleza misma del indicio o por más que lo hayan tomado con el mejor protocolo. Puede pasar que siendo un inicio originalmente rico se perdiera. Esa última parte nunca la sabemos”. El laboratorio biológico no tiene casos pendientes, y sus funcionarias se quejan de que la prensa, muchas veces, confunde los términos y genera dudas entre la opinión pública. “En la televisión salen más casos de los que deberían salir”, grafica Fernández, y agrega que “como es algo que es parte de las ciencias naturales, no es exacto, podemos hacer todos los procedimientos correctos, pero hay una serie de parámetros no contabilizados, que nos pueden llevar a no tener el resultado que la prensa o la opinión pública esperan. Para nosotros, muchas veces, un caso exitoso no representa un éxito para la gente, que quiere que apuntemos a alguien y digamos ‘él es el delincuente’. El caso de Pamela Silva ha tenido muchísimos éxitos de cosas que se han ido resuelto, que eso no lleve a saber quién es el asesino es otro problema”.
A la huella, a la huella Figueroa aclara que las huellas que existen en la base de datos corresponden a las personas con antecedentes penales, y a aquellas, que, pese a haber pasado impunes por el Sistema Judicial, ameritan “estar fichados”.
Noble señala que una vez conocida la novedad, se conforma un grupo que va al lugar de los hechos, y que esos funcionarios, cada uno con su impronta, “va a marcar su distinta manera de trabajar, por más que siempre lo abordemos con el mismo fin: tratar de identificar, en el caso de un hurto, al autor del hecho, en caso de un accidente determinar las direcciones, la zona donde colisionaron y demás”.
Jorge Costigliolo | Montevideo Portal |
Ms información en: https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Direccion-Nacional-de-Policia-Tecnica-uc74496 |