Contenido creado por Sergio Pintado
Notas Carnaval

El ciclón que se desató

Una tarde con La Mojigata antes de subirse al Teatro de Verano

Montevideo Portal acompañó a la murga previo a cantar en la Segunda Rueda del Concurso Oficial. Galería de Imágenes.

12.02.2017 19:10

Lectura: 4'

2017-02-12T19:10:00-03:00
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El FARO de Ingeniería y La Mojigata tienen muchas historias juntos. Durante varios años el Centro cultural, social y deportivo administrado por el CEI, cobijó a la murga y tras algún tiempo separados, nuevamente en 2017 los espera antes y después de cada noche de tablado.

Esta vez, el lugar ubicado al lado del Estadio Luis Franzini, los aguardaba desde más temprano ya que algunas horas más tarde la murga iba a cantar en un Teatro de Verano que los recibiría por segunda vez en esta temporada.

Entre alertas de grandes tormentas y vientos, la jornada para La Mojigata empezó cercana a las 15 horas con el trabajo de sus utileros, vestuaristas y maquilladores. A partir de esa hora los murguistas -junto a una troupe de pequeños niños que en su mayoría no tenían recuerdos de ver a sus padres con La Mojigata- fueron llegando, de a poco, para ponerse a disposición de los artistas encargados de agregarle base y color a sus caras.

Eran las 17 horas y un telón totalmente blanco ya estaba esparcido en la cancha que da hacia Julio Herrera y Reissig para luego trasladarse y levantarse en el fondo del escenario del Ramón Collazo. Por otro lado estaban los zapatos, en fila, prontos para ser retocados por las vestuaristas de la murga, que le devolvieron el brillo y color que hace una semanas, con muchos tablados menos, se mostraban relucientes.

A medida que pasaban los minutos, una tarde que parecía tranquila, organizada y casi íntima, fue mutando a un encuentro entre familias, amigos, ex intregrantes y simpatizantes. Sin embargo una de las primeras en interrumpir la calma fue otra murga que también ensaya en el FARO, La Castrada, que participa en el Encuentro de Murga Joven y que en paralelo se preparaba para vivir su propia noche de carnaval en un tablado popular.

Al lado, Cerro y Defensor empataban 1 a 1. El partido le daba una atmósfera más atípica aún a la tarde nublada de Punta Carretas y servía como distracción para que los murguistas pudieran sobrellevar la ansiedad natural que provoca presentarse en el Templo de Momo.

Así, caras pintadas, banderas de Defensor, remeras de Cerro, varios policías, y muchas vallas, compartieron la zona hasta las 19, hora en que el juez del partido lo dio por terminado haciendo que la murga comenzara a ser la mayor protagonista de la noche del barrio.

De aquellos jóvenes que habían formado una murga luego de participar en un taller a cargo de Edú "Pitufo" Lombardo en el TUMP, hasta lo que hoy es La Mojigata pasó mucho tiempo, historias, pensamientos e integrantes. Entre ellos pasó el espectáculo 2004 denominado "Los piojos son los padres" en el que los murguistas empezaban jugando a las escondidas.

Aquello que satirizaban en aquel año hoy los enfrenta a la realidad: hijos jugando por toda la cancha, pasando por cada uno de los vestuarios, pidiendo ser pintados, buscando ser resongados, agarrando a una pelota y a un murguista para que fuera el arquero por un rato y viviendo a su manera una tarde-noche especial. Eso también es parte del carnaval de La Mojigata: "los extrañamos mucho acá arriba", dijo uno de los murguistas frente al micrófono en plena bajada en el Teatro de Verano.

Ya eran las 22 horas. Uruguay iniciaba el partido que lo llevaría a ser campeón sudamericano sub20 pero en el FARO el encuentro final pasaba casi desapercibido. Los integrantes, ya maquillados y con parte del vestuario a cuestas, se unieron para calentar y ajustar detalles de su despedida, lo que se transformó en un adelanto del espectáculo para el casi centenar de personas que en este momento ya estaban por allí.

"Las preguntas más hermosas nacen dentro de uno mismo, cual si fueran espejismos no se pueden contestar. Hay respuestas escondidas, cuesta la vida tenerlas y llegar a comprenderlas es una pregunta más", terminó de decir la murga cuando ya eran las 22:45 y todo estaba pronto para la peregrinación.

De esa forma, por la calle peatonal Nelson Landoni -ubicada entre el FARO y la cancha del Maeso- comenzaba la caminata hacia el teatro de Verano, en un recorrido que en las primeras horas del domingo los tuvo de vuelta pero con gargantas afónicas, pinturas corridas y un asado esperando en la parrilla.

Juan Manuel López
@sharnaval