Contenido creado por Pablo Méndez
Locales

Una historia de amor

Un nuevo libro sobre el Padre Cacho

Hablamos con Julio César Romero, autor del libro “La vida íntima del Padre Cacho”. Romero explicó qué valor tendrá la canonización del sacerdote Isidro Alonso.

02.06.2016 16:56

Lectura: 7'

2016-06-02T16:56:00-03:00
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Montevideo Portal

En el lanzamiento del libro "La vida íntima del Padre Cacho", Montevideo Portal habló con Julio César Romero, autor del libro. Para Romero la canonización del padre Cacho podría significar un mensaje de "amor, paciencia y entrega".

¿Por qué consideró necesario escribir sobre el Padre Cacho?

En el año 2012 hago la primera biografía testimonial sobre Isidro Alonso por todos conocido por CACHO. Ese libro se llamó “Un Cacho de Dios”. Era la necesidad de hacer un homenaje a este hombre (vecino), que con su despliegue en los barrios más pobres, había cambiado la forma de hacer Iglesia, en este caso con él la de cercanía, tomando en cuenta que llega para vivir con ellos todos sus tiempos de logros y carencias. Ese libro llegó a ser declarado de Interés Nacional, Cultural y Departamental, con dos Bendiciones del Vaticano por parte de dos Papas distintos – Benedicto XVI y Francisco. Al mismo tiempo fue elegido por el Presidente Mujica para ser regalado al Papa en su primer encuentro. Este segundo libro “Perfiles Salesianos – La vida íntima del Padre CACHO” , nace con la invitación del hermano del Padre Cacho Don Julio María Alonso, quien reside en Venezuela desde hace muchos años. Para Julio Alonso era necesario que tuviera la voz, mostrando todo su camino Salesiano junto a Cacho, ya que ellos emprendieron ese camino desde niño, luego Cacho saldría de la formación del Manga para ordenarse sacerdote en Córdoba – Argentina ( año 1959). Prontamente dije que sí, ya que en primer lugar era reconocido mi anterior trabajo con esta invitación y por mi parte había más cosas para contar. En el año 2013 junto a mi familia vivimos un accidente en Villa Argentina (playa del Águila), muy cercano a la muerte, en este libro luego de consultas con el Cardenal Sturla lo relato como un verdadero Milagro.

¿A la luz de la fragmentación de la sociedad actual ¿Qué podría aprenderse o rescatarse del Padre Cacho?

En primer lugar la solidaridad, desde su vocación Salesiana el llega al barrio a convivir con los pobres para encontrar a Dios entre los más carentes, como un Místico sale a buscarlo al barrio. Luego lo atropella una necesidad social, sus vecinos no vivían en condiciones humanas, el siente que puede ser factor importante caminando con ellos desde su entrega y contactos. Al poco tiempo trae para el barrio muchas mejoras, se detiene en el año 1979 una expulsión de 80 familias de terrenos que estaban en situación de remate. Se logran comprar esos terrenos, se construye un Centro Comunal a donde se iba a traer el agua corriente (ya que esta la traían en carros luego de caminar varias cuadras) , se logran cambiar el rancho de lata por casitas, se construyen veterinarias para atender los caballos y animales de los vecinos clasificadores , los que eran mayoría en esa zona (Aparicio Saravia y Timbúes). Se hacen guarderías para atender los niños de los clasificadores para que no recorrieran ese camino penoso junto a sus padres, se hacen talleres de herrería , cestería, panaderías. Y lo principal una bolsa de trabajo en donde por las noches un comedor aprontaba la comida nocturna, llevando los vecinos trabajadores una vianda para su nuevo empleo que se conseguía en esa bolsa de trabajo, principalmente desarrollaban trabajos de albañilería que los contactos de Cacho brindaban como ayuda. En el Centro comunal se discutía los pasos del barrio, como se iban a construir las viviendas contemplando un lugar para el caballo , ya que sus vecinos con este y el carro tenían el ingreso diario haciendo la recolección y materiales y posterior venta en los depósitos del barrio.

¿Qué papel tiene la fe, en la vida de Cacho?

Esto es todo para Cacho desde su formación Salesiana. Cacho siempre estuvo con su humilde cruz de madera y su fe en Dios y Don Bosco fue lo que lo llevó a lograr junto a los vecinos todo, y a sobrellevar los momentos difíciles que tuvo que pasar por incomprensión de unos pocos.

¿Cree que alguien ateo o agnóstico podría interesarle el libro? ¿por qué?

Sin dudas que sí, porque Cacho trasciende lo religioso desde su compromiso con los pobres. El no llega al barrio como un despachador de Sacramentos como lo dice en una carta que se encuentra en una caja de zapatos al momento de su muerte, esta carta la encuentra el Padre Daniel Bazzano (colega y gran colaborador de su obra). En este Uruguay que vivimos en los titulares, le falta un Cacho que contagie su valor de la solidaridad, de compromiso, de amor por quienes menos tienen, de acompañamiento tirando los libros teóricos para caminar con ellos guiándolos, educando sus pasos. Desde mucho tiempo se abandonó al pobre y al separarse desde hace años la Iglesia del Estado como decía Cacho, el pobre uruguayo es el más pobre de América Latina, porque hasta le hicieron perder el sedimento de la fe.

¿Cómo fue la muerte del padre cacho?

A mí me impactó presenciar lo que fue su sepelio. Él por el año 1991 comenzó con unos síntomas estomacales, los que luego de los exámenes revelaban que Cacho estaba enfermo de cáncer de estómago. Intentaron operarlo pero un grupo de médicos decidió que ya no iba a cambiar en nada su futuro. Luego de 75 días de internación en el Hogar Sacerdotal, Cacho muere un 4 de setiembre de 1992. Se arregló todo para velarlo en la Parroquia Sagrados Corazones de Jesús (Possolo – Las Acacias). Allí se encontraba toda la plana principal de los Salesianos incluido el Arzobispo de esos años Mons. Gotardi. Por otro lado en el “Cantegril”, su gente preparaba un carro de clasificador acondicionado con flores, el mejor caballo blanco del barrio era cepillado, sus adornos los arneses del mismo eran pulidos para entregar a Cacho lo mejor en su marcha al cementerio. En el momento de subir el féretro al coche de la Empresa fúnebre, poco menos que es quitado por los clasificadores, estos lo subían con sumo cuidado a ese carro acondicionado a sus efectos, colocando la bandera uruguaya encima y lentamente comenzando la marcha por las distintas comunidades en las que Cacho había dejado su huella (fueron 9). De un lado y otro por las calles, se encontraban hombres curtidos por la vida, mujeres y niños llorando esta partida. La prensa de aquellos tiempos daba cuenta que cerca de 4.000 personas, más de 50 carritos de clasificadores daban el último adiós al cura del “Cante”.

¿Qué valor tiene su eventual canonización?

Sin dudas que mucho. Por lo que Cacho significa en su entrega por los pobres, ya en sí mismo tiene una Santidad aun no reconocida por la madre de las Iglesias como lo es el Vaticano. Como símbolo de la Iglesia uruguaya, puede llegar con muchos mensajes, el primero es el amor, la paciencia, la entrega valores estos un poco marchitados por los tiempos que nos toca vivir. Siempre se reconoció en Cacho la paciencia, cuando tu hablabas con él sentías que te escuchaba que habías hablado y él había atendido tu problema, siempre se le reconoció el colocarse en el lugar del otro, entender su dolor y ofrecer algo para atenuarlo, si era necesario entregaba su comida, su ropa , su todo. En el año 2014, uno de los primeros pasos que dio el novel Cardenal, fue visitar al postulador de la causa de Jacinto Vera para ver que pasos tendría que dar por Cacho, este le dijo, que todo debería hacerse antes de los 25 años de la partida ya que luego sería más difícil reunir testimonios etc. Debo agradecer al Cardenal Daniel Sturla el anuncio dado en setiembre del año 2014, con los comienzos en los trámites para canonizar a este Santo que ya se encuentra alojado en el corazón de todos los uruguayos.

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