Trabajadores de La Spezia ocuparon la sede central de la empresa

Los trabajadores de La Spezia se mantienen ocupando el local de la empresa para "custodiar los bienes" y evitar que sean retirados antes de la junta de acreedores en las que podría aparecer un nuevo inversor.

Mariana Pereira, una de los 120 trabajadores afectados por el cierre, dijo a Montevideo Portal que los empleados decidieron permanecer en el local ubicado sobre la calle Libertad luego de constatar que "el fin de semana pasado hubo gente de la empresa que se empezó a llevar cosas".

El retiro de algunos electrodomésticos, como microondas y licuadoras industriales de considerable valor, alertó a los trabajadores debido a que "todo suma" de cara a un remate en el que los trabajadores confían para poder recuperar al menos parte de lo que se les adeuda. En efecto, la deuda total con los empleados asciende a 70 millones, entre aguinaldos, licencias de 2015 y 2016 y sueldos de febrero.

Pereira lamentó que los inmuebles de la empresa, principalmente la casa central de la calle Libertad, no será parte del concurso de acreedores debido a que en 2012 los propietarios de La Spezia habían creado una empresa paralela, de la que eran directores, para transferir el inmueble.

Si bien los propietarios del edificio presentaron ante la Justicia "un escrito en el que manifiestan su intención" de ceder el inmueble, los trabajadores se mantienen escépticos con respecto a esa voluntad. De hecho, consideran que los empresarios "no tienen voluntad" de hacer frente al pago de las deudas.

Los trabajadores consideraron una mala decisión del síndico de la Justicia haber decretado el cierre de la empresa antes del concurso de acreedores, ya que "llegar con la empresa activa hubiera sido más atractivo para que aparezca otro inversor". En esa línea, los trabadores rechazaron la venta de la marca "La Spezia", a pesar de que está tasado en 300 mil dólares, porque consideran que "es lo único que nos va quedando" para poder volver a posicionarse en el mercado, tras la pérdida de tres de sus principales clientes: los supermercados Disco y Devoto y el hotel Conrad.

El jueves será la junta de acreedores

La Spezia está cerrada desde mediados de marzo y está en concurso de acreedores desde el 2016. El jueves 30 se realizará una junta de acreedores que podría dar paso a que algún privado se haga cargo del negocio. Sin embargo, su dueño ya anunció el cierre.

"La empresa está cerrada. Es definitivo", dijo al diario El País Juan Pablo Speranza, exdirector de la fábrica de pastas. Actualmente un síndico designado por la Justicia dirige la empresa, luego de que se declarara en concurso por no poder hacer frente a los costos.

Debe cerca de 70 millones de pesos y sus 120 empleados no cobraron aguinaldos y licencia de 2015 y 2016, además de los sueldos de este mes.

Speranza aseguró que la familia puso todo el patrimonio a disposición de la Justicia para pagar las deudas pero que la forma en que se produzca será decidido por la Justicia. El empresario aclaró que los costos operativos son muy grandes como para poder mantener el emprendimiento y que tienen déficit desde hace cuatro años.

La diaria informó hoy que la empresa debe 40 millones al BPS, 15 millones a la DGI y también tiene deudas con varios bancos. El síndico, Mario Soca, dijo a este matutino que el patrimonio es muy inferior al pasivo de la deuda y por lo tanto será difícil que los trabajadores puedan cobrar la totalidad de lo que se les debe.

Los empleados se manifestaron en los últimos días frente a la casa de los dueños y colgaron una pancarta e incluso sus uniformes en la puerta, en los que escribieron frases como "Sólo quiero lo que es mío", "La Spezia deja a 120 familias en la calle", "deja a 120 obreros sin nada".

"120 familias quedamos en la calle, sin derecho al salario trabajado del último mes a nuestros despidos. ¿Quién se va a hacer responsable? ¿La Spezia? ¿Speranza? ¿El síndico, Mario Soca? ¿La Justicia? Necesitamos una solución ya", decían los volantes que repartieron.

"Nunca pensé que mis uniformes iban a terminar así, siempre creí que solo los dejaría de usar. Hoy no me dejan otra opción que usarlos como herramientas en esta lucha para poder lograr lo que a mí y mis compañeros nos corresponde. La Spezia cierra por mala gestión de sus dueños, porque nos robaron, y nos dejan a 120 obreros/as sin nada, sin un despido, sin trabajo y debiéndonos un montón de cosas", escribió una de las trabajadoras al dejar los uniformes en la casa de Speranza.