¿Estás entre esas personas que piantan un lagrimón cada
vez que ven un Atari, una botella de leche de vidrio o se
encuentran en el altillo con los restos del Simon?

En nuestro espacio clásico de Qué es de la Vida, abrimos
una sección destinada a recordar y repasar la historia de
los objetos que marcaron parte de nuestras vidas y
desaparecieron con los años.





 
 
 
  Matlock - Jake y el Gordo  
  Dos abogados: uno defensor y el otro fiscal. Dos series de televisión que hicieron historia.
Existe una frase muy famosa que dice que las únicas cosas seguras en la vida son la muerte y los impuestos. Pero durante unos años, cuando la década de los noventa estaba en pañales, había una tercera cosa ineludible: Benjamin Matlock.

Su presencia estaba asegurada en los televisores. Cada día de la semana podíamos disfrutar un capítulo de la serie protagonizada por Andy Griffith, creada en 1986 y que en los Estados Unidos permanecería al aire hasta 1995.

"Matlock", tal el original nombre de la serie, mostraba los casos de un singular abogado de Atlanta, Georgia, con una afición por tocar el banjo y un limitado sentido de la estética personal, ya que era muy difícil sacarlo de su traje gris clarito.

Cada caso costaba a sus defendidos 100.000 dólares americanos, pero bien los valía, ya que solamente perdió un caso en 195 episodios. Claro que había una condición: Benjamin tenía que creer que su cliente era inocente.

Para mantener su envidiable porcentaje de casos ganados, Matlock contaba con la ayuda, en un comienzo, de su hija Charlene y el investigador privado Tyler Hudson.

Con el transcurso de las temporadas, su hija se independizó y el veterano abogado trajo a Michelle Thomas, otra atractiva abogada que ocuparía el espacio de cara bonita, además de cumplir una gran labor en la corte.

Otros personajes notables fueron la fiscal Julie March, con quien Benjamin tenía una relación platónica, Leanne, la otra hija del abogado, y Conrad McMasters, el investigador que suplantó a Tyler Hudson.

Cada capítulo tenía una fórmula muy marcada, que con el tiempo podía adivinarse, como un capítulo de C.S.I. El desenlace del episodio siempre ocurría en la corte, cuando Matlock desarrollaba su interrogatorio, y obligaba al culpable a confesar su crimen.

Es importante remarcar, para los lectores aficionados a las leyes, que Matlock generalmente no buscaba la inocencia de su defendido, sino la culpabilidad de alguien más. Es que en televisión es más divertido saber quién lo hizo, que quién no lo hizo.

Como en nuestro país, en Estados Unidos la serie fue un éxito. Tanto, que se utilizó la clásica fórmula del "spin-off", que consiste en presentar personajes que inmediatamente protagonizarán su propia historia.

Tal fue el caso de "Jake y el Gordo", también conocido como "Jake y McCabe", en la traducción políticamente correcta, y como "Jack y Mike" para el locutor de Canal 10.

El actor William Conrad (el gordo) realizó el papel de fiscal en un episodio doble de Matlock, y el productor de la serie decidió adaptar ese personaje para que protagonizara su propia serie. En el episodio doble también aparecía Joe Penny (el flaco), aunque su papel era el de villano.

La serie estuvo al aire entre 1987 y 1992, con 106 episodios ubicados en Hawaii y Los Angeles. Jason McCabe era como Matlock, pero del lado de los fiscales. Jake Styles, como Tyler Hudson, era el jovenzuelo que hacía el trabajo de campo para su empleador.

Un tercer personaje destacado era Max, el bulldog mascota de McCabe, quien gozara de una fama similar a la de Tronco, el bulldog de Brigada Cola. En el caso de Max, la serie bromeaba con el parecido físico y de personalidad con su dueño.

Los dejamos con las presentaciones de ambas series.

Matlock

 

Jake y el Gordo