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Cláusula gatillo

Manipular un rifle en el trabajo ¿amerita despido?

El extenso conflicto en Riogas se inició en julio a raíz del despido de tres trabajadores por manipular un rifle en un local. Montevideo Portal consultó a dos abogados laboralistas que coincidieron en que merece sanción pero dan argumentos diferentes sobre si corresponde el despido.

28.09.2016 00:45

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2016-09-28T00:45:00-03:00
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Montevideo Portal

El despido de tres trabajadores de Riogas por manipular un arma dentro de un local de venta de garrafas de Maldonado desató un conflicto que ya lleva varias semanas y es calificado por los distribuidores de supergás como "el peor de la historia" en el sector.

La empresa y el Sindicato Único de Trabajadores del Supergás (SUTS) mantienen las diferencias sobre la situación de los trabajadores afectados. Mientras la empresa ratifica el despido, el sindicato reivindica que la actitud no amerita el cese del vínculo laboral.

Abogados especializados en Derecho Laboral consultados por Montevideo Portal coincidieron en que la manipulación de un arma dentro de un lugar de trabajo constituye una falta pero expresaron diferentes posturas con respecto a la oportunidad del despido.

El abogado laborista Leonardo Slinger dijo a Montevideo Portal que el manipular armas es claramente una conducta indebida, por lo que podrían ser despedidos los trabajadores, aunque aclaró que conoce el caso exclusivamente por la información brindada por la prensa.

Slinger explicó que la legislación de fueros sindicales protege a los dirigentes en sus derechos sindicales, de manera que no vean interrumpida su actividad, pero pueden ser despedidos por "causas razonables", que es un concepto que abarca mucho más que mala conducta.  Para él, la manipulación de armas en un lugar de trabajo se encuadraría en este concepto.

Por su parte, el abogado Héctor Zapirain, asesor legal del PIT-CNT, dijo a Montevideo Portal que "manipular un arma dentro de un local es, por lo menos, algo fuera de lo normal", más allá de la "casuística" que puede hacer variar la situación dependiendo de los factores que incidan en el hecho.

Para el abogado, en casos como el ocurrido en Maldonado "lo primero que tiene que hacer la empresa es una investigación para determinar qué es lo que pasó", dado que "no es lo mismo si era un arma descargada, si solamente la agarró o si amenazó a alguien con ella".

Zapirain consideró que, en caso de que no haya habido una amenaza directa a otra persona, la actitud de los trabajadores "perfectamente amerita una sanción".

De todos modos, el abogado apuntó que las sanciones impuestas por conducta "deben seguir el principio de progresividad". Por ese motivo, sostuvo que debieron buscarse sanciones previas al despido. "La sanción tiene una función correctiva y no una función penal. Se busca corregir una actitud en el trabajador en el lugar", remarcó.

El abogado dijo además que en este caso "el trabajador no causó un perjuicio ni un daño público a la empresa", lo que podría ser un atenuante.

En ese sentido, consideró que, si bien merece una sanción, el hecho "no constituye una notoria mala conducta".

Sindicato reconoce falta pero rechaza despido

Este martes, y en declaraciones a Telemundo, el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Supergás (SUTS) Gonzalo Scotti afirmó que el sindicato no respalda la actuación de los trabajadores pero entiende que los trabajadores no debieron ser despedidos.

"Nosotros dijimos desde el principio que eso estaba mal pero que con el legajo que tenían los trabajadores de 21, 14 y 5 años de trabajo", declaró el dirigente.

Scotti apuntó además que el "rifle" manipulado "no tenía balas" y que pertenecía a un trabajador que, como "realizaba doble jornada", pidió a un compañero que lo retirara de una casa de pesca a la que lo había enviado a reparar.

"Dijimos que está mal y queremos la sanción más delicada", dijo Scotti, agregando que el sindicato rechaza el despido.

 

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