La Iglesia retoma campaña para instalar la estatua de la Virgen María en la rambla

Hace un año, la Iglesia Católica despertó controversia con su iniciativa para instalar una imagen de la Virgen María en la Rambla del Buceo. La propuesta generó un debate en torno a la laicidad en el país, desde la mirada crítica de varias organizaciones (y la del ex presidente Julio María Sanguinetti) al debate interno de la Junta Departamental de Montevideo, que debe aprobar el proyecto. Por falta de acuerdo entre los ediles, la discusión se dilató durante meses.

Ahora, la Iglesia retomó su campaña para que la estatua de la Virgen María pueda ser colocada en la rambla. Bajo el hashtag #SíaMaría, la Iglesia realizó un audiovisual y utilizó las redes sociales para difundirlo. Al igual que hiciera con la "balconera de Navidad", cuando el arzobispo Daniel Sturla asegurara no tener miedo a la palabra "marketing", la Iglesia no dudó en el uso de herramientas tecnológicas para llevar el debate a otro terreno y ganar adeptos.

"Si te dicen María, ¿qué pensás?", es la pregunta disparadora del clip, en el que se muestran varios testimonios que dicen "darle lugar" a la virgen María en el corazón y apuntan a que Uruguay "debe darle una oportunidad". "Entonces... ¿por qué no darle un lugar en tu ciudad?", concluye el spot, con una imagen de la rambla.

Cuando se desató la controversia, la Iglesia Católica se pronunció acerca de la iniciativa y explicó que tuvo como motivación que, desde hace cinco años, un grupo de creyentes se reúne en ese lugar cada cuarto sábado de enero, para rezar "para que en todas las familias uruguayas reine la paz y la armonía".

Agregó que el pedido no es parte de "una estrategia pensada", y tampoco de "un deseo de apropiarse del espacio", y "lamenta la polémica" desatada. No obstante, defiende "su punto de vista" en tanto "ciudadanos de este país plural y democrático".

Aunque una declaración firmada por diputados de los cuatro partidos con mayor representación parlamentaria aconsejó que se habilite la instalación de la estatua de la Virgen en el Buceo, organizaciones en pro de la laicidad recordaron que "las instalaciones estatales y los espacios públicos en general deben guardar la neutralidad correspondiente, preservándolos para el uso y goce común de toda la ciudadanía y -en ningún caso- para el usufructo de una colectividad religiosa en particular" (se oponen incluso a la presencia de la estatua de Iemanjá).

"Instalar allí una imagen religiosa es transformar ese espacio público en un ámbito religioso, transformarlo prácticamente en una iglesia al aire libre. Esto sin duda hiere la neutralidad del Estado, su imparcialidad ante las diversas concepciones religiosas", dijo por su parte Julio María Sanguinetti.