Contenido creado por Laura Meléndez
Salud

El vaso medio lleno

Diseñan una arteria artificial compatible con cualquier receptor

El desafío de diseñar una arteria capaz de remodelarse en el momento de la implantación y que crezca en el receptor sin producir rechazo inmunológico, está cada vez más cerca.

28.09.2016 09:30

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2016-09-28T09:30:00-03:00
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Vasos sanguíneos que se pueden almacenar y utilizar cuando se necesite, en cualquier paciente, sin riesgo de rechazo. Esta posibilidad se encuentra algo más cerca según muestra un estudio experimental esta semana en Nature Communications. Un equipo de cirujanos y bioingenieros de la Universidad de Minnesota ha diseñado unos vasos sanguíneos que sustituyen a las arterias pulmonares de tres corderos. Los injertos vasculares crecieron, además, dentro de los receptores.

Según reporta Diario Médico, se trata de un trabajo preliminar, una prueba de concepto, pero muy esperanzadora. Una vez que se confirme en nuevos trabajos con modelos animales diferentes y en mayor número, y si se repite el éxito en ensayos en humanos, estos injertos de vasos resolverían la necesidad de cirugías repetidas para tratar determinadas enfermedades.

Es uno de los principales desafíos de la bioingeniería de vasos: diseñar una arteria capaz de remodelarse en el momento de la implantación y que crezca en el receptor sin producir rechazo inmunológico. Se trabaja desde hace años con ese objetivo, pero hasta ahora los vasos diseñados implicaban una preparación larga y minuciosa a partir de las propias células de los pacientes, que se cultivaban en el laboratorio antes de la implantación.

Robert Tranquillo, del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Minnesota, es el primer autor de este trabajo, donde se generaron unos vasos que podían almacenarse e implantarse sin necesidad de hacerlos crecer previamente.

Los vasos artificiales se obtuvieron mediante la colocación de células de la piel de ovejas en un tubo especializado dentro del cual se bombearon rítmicamente los nutrientes necesarios para el crecimiento celular.

Ese impacto rítmico contribuyó a que las células depositaran las proteínas en su entorno de forma que confirieron las adecuadas propiedades mecánicas del vaso. Finalmente, los científicos retiraron las células de oveja, dejando un armazón de proteínas, "acelular" que no causa rechazo inmune.

Así, cuando estos vasos "acelulares" reemplazaron parte de la arteria pulmonar de tres corderos, enseguida empezaron a repoblarse con las células de los animales, y su forma se adaptó; de hecho, fueron creciendo al mismo tiempo injerto y receptor hasta la edad adulta. No se observaron efectos adversos como coagulación, estrechamiento de los vasos ni calcificación.