Con la edad crece el riesgo de pérdida de memoria y capacidad cognitiva: conocé algunos tips para prevenirla

La pérdida de memoria, el deterioro cognitivo, son visitantes indeseables que suelen llegar e instalarse con el paso de los años. Sin embargo, no se trata de un mal que suceda forzosamente, o ante el que no podamos hacer nada.

Por el contrario, el cerebro funciona en algunos aspectos como un músculo, y si lo manteemos activo podrá permanecer en forma por más tiempo.

La doctora española Marisa Navarro, en su libro "El efecto tarta" donde ofrece una serie de técnicas para aprender a preservar estas capacidades.

En su obra, apunta que entre los peores enemigos para todas nuestras capacidades cognitivas se encuentra el estrés, un problema que si se mantiene por mucho tiempo hace que se segreguen continuamente en sangre adrenalina y cortisol, que son sustancias que pueden perjudicar a nuestro cerebro, destruyendo conexiones neuronales e impidiendo que se creen nuevas neuronas.

También un estado de ánimo bajo permanente, la depresión y las obsesiones nos afectan negativamente, al producirse una disminución de la serotonina, que es necesaria para una adecuada comunicación entre las neuronas, lo que redunda en una disminución de la atención y la concentración.

Además alteraciones de la glándula tiroides, la hipertensión, fumar, algunos fármacos, infecciones y dietas con alto contenido en grasas o carencias de vitamina B12, pueden provocar alteraciones la nuestra memoria. En resumen: todo aquello que afecte negativamente a las neuronas, perjudicará memoria.

La buena noticia es que también tenemos al alcance de la mano la posibilidad de proteger y entrenar la memoria. El periódico matritense ABC recopila algunos de los principales consejos de Navarro, que son los siguientes:

Dormir adecuadamente.Mmientras dormimos no sólo descansamos y nos recuperamos física y psicológicamente, sino que se producen procesos donde se consolida y fija la memoria. Además, cuando no dormimos bien, durante el día podemos encontrarnos aturdidos y con falta de atención. Por ello se recomienda dormir las horas necesarias, que son aquellas que se necesiten para encontrarnos descansados, preferiblemente por la noche, pero también ayuda mucho, si es posible, intentar echarse una siesta de entre veinte minutos y una hora. Este receso en mitad de la jornada, además de fijar la memoria, hace que descansemos y nos relajemos, lo cual permitirá que al despertar estemos más atentos y con más capacidad de concentrarnos y retener.

Sexo. Su práctica libera oxitocina (la llamada "molécula del amor"), serotonina, que levanta el ánimo, y endorfinas, que producen sensación de placer y euforia. Todas estas sustancias influyen positivamente en el sistema nervioso y, en consecuencia potencian la memoria. Esta liberación está al alcance de también de las personas solas, ya que la masturbación también obtiene ese efecto

Navegar por Internet: a veces se echa la culpa a las nuevas tecnologías de la mala memoria, ya que ofrecen la posibilidad de "recordar por nosotros". A modo de ejemplo, hasta hace unos años memorízabamos buena parte de nuestra agenda de teléfonos, y actualmente dejamos que el celular se encargue y no retenemos ni el de nuestra madre.

Sin embargo, mientras navegas estás buscando, leyendo, interpretando, comparando, etc. No importan los datos que se busquen o si estás en redes sociales, la memoria se verá beneficiada. Lo que sí es importante es que intentemos darnos el suficiente tiempo para recordar, de modo que no busquemos enseguida aquello de lo que no nos acordamos, y le demos la oportunidad a nuestra mente de poderlo encontrar, pues actualmente echamos enseguida mano del teléfono o la computadora y buscamos inmediatamente cualquier información que no recordamos.

Hacer las cosas cotidianas de diferente manera: no elegir siempre el mismo camino para ir o regresar del trabajo, o intentar escribir en el móvil con diferentes dedos, o peinarse con la mano contraria, pues de esta forma estarás creando nuevas conexiones neuronales.

Practicar actividades que ayuden a disminuir el estrés y la ansiedad. El yoga, la meditación, o los paseos relajantes, así como hacer ejercicio que es una gran ayuda, pues el movimiento del tipo que sea, produce unas sustancias cerebrales llamadas "Factores neurotróficos", que además de proteger las neuronas, potencian el nacimiento de otras nuevas a partir de células madre, a la vez que se crean nuevos circuitos neuronales, todo lo cual desarrolla y protege laa memoria. "Esto deberá unirse a una alimentación equilibrada, en la que se incluyan algunos alimentos que se relacionan con la salud de nuestro sistema nervioso y, por tanto, de nuestra memoria, como son los frutos secos, el pescado azul, verduras y frutas frescas, legumbres y cereales integrales", recomienda Marisa Navarro.

Leer diariamente y realizar cualquier otra actividad de carácter cultural o educativo también es alimento de nuestra memoria. "No importa si estás aprendiendo un idioma, un baile, o cocina pues todas desarrollan tu cerebro, creando nuevas conexiones nerviosas. Escucha música siempre que puedas, y no importa del tipo que sea, pues todas van a estimular el cerebro, al igual que realizar pasatiempos como sudokus, o crucigramas, así como viajar, que nos abre la mente y potencia también nuestra memoria", afirma.

Dar gran importancia a las relaciones sociales, tener grupos de amigos y compartir tiempo con ellos, así como realizar cualquier actividad que te haga feliz, porque todo ello hará que te mantengas activo y segregues serotonina y endorfinas, con las que potenciarás tu cerebro y todas sus funciones.