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Sobre el autor

Periodista, integrante del sector frenteamplista Banderas de Líber. Para que puedan consultarse, entre las columnas anteriores se encontrará algunas de la columna de Banderas de Líber, aunque sólo algunas fueron escritas por él.

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Complicar la democracia

30.Oct.2018

    La izquierda uruguaya arrastra una serie de aciertos y yerros y simplificaciones en torno a la democracia que le dificultan no sólo cómo pararse, sino a veces saber de qué estamos hablando.
    En momentos de candidaturas, puede parecer fuera de tema hablar de otros asuntos. Pero no. Primero, porque acaba de votar Brasil. Segundo, porque también estamos en tiempos de concretar las propuestas programáticas. Y tercero, porque hay que pensar antes lo que pasará después de este período electoral. El abogado constitucionalista argentino Roberto Gargarella sostiene precisamente que la democracia no es lo que pasa el día de las elecciones, sino lo que pasa a partir del día siguiente.
    Aquí, no pretendemos ni siquiera abordar todos los problemas que encierra el concepto; sólo hilvanar algunas reflexiones, seguramente en forma desordenada.

1) La democracia es mucho más que la existencia de votaciones. Hay gente de izquierda que cierra la discusión sobre Venezuela o Nicaragua citando la fecha de elección. digamos que al menos es una concepción que no parece de izquierda.
2) En principio, cualquier concepción de democracia comprende una serie de condiciones adicionales. Se suele citar la lista elaborada por Robert Dahl, que incluye, entre otras, la libertad de formular preferencias sin ser discriminado, las garantías de libertad de asociación, expresión, voto, elegibilidad, diversidad de fuentes de información e instituciones que garanticen que la política del gobierno depende de los votos. Cosa esta última cuestionada por la globalización.
3) El filósofo Jaques Rancière, dice que la democracia, la Política con mayúscula, comienza con la superación de los títulos "naturales" para gobernar, como el del nacimiento, y los sociales, como la riqueza o la educación. Pero sobre todo, debe eliminar como título legítimo el mero deseo de gobernar y el tener las habilidades o el dinero necesario para tener éxito en las manganetas electorales. La democracia, dice, es el gobierno de cualquiera.
4) Pero aún estamos en una democracia rudimentaria. La democracia es una forma de organización social en que los ciudadanos intervienen en la discusión, la decisión y el control de las resoluciones. Eso es un derecho fundamental, pero además es condición de avance que se maneje la mayor cantidad de ideas y puntos de vista.
5) A la participación en asuntos locales el Frente Amplio le dedica especial cariño porque la impulsó cuando asumió por primera vez un gobierno, el de Montevideo en 1990. Es algo a fomentar, pero se suele limita a temas minúsculos, alejados de los grandes asuntos nacionales.
6) Una aspiración mayor es poner en funcionamiento lo que se llama una democracia deliberativa, en la cual los interesados y los afectados por las decisiones tengan su momento y lugar para expresarse. Esto implica repolitizar la vida institucional (Política, con mayúscula, es lo que hace la gente en relación a la vida colectiva, no la labor de juntar votos.) Esa es, por ejemplo, la posición de Gargarella.
A algunos de sus impulsores se les nota influencia del filósofo Jürgen Habermas, quien proponía un sistema de reglas para el debate social. Probablemente sus críticos tengan razón en que es imposible llegar a acuerdos sobre las reglas mientras cada uno mantiene sus intereses y aspiraciones, pero el pensamiento de Haberlas se mantiene como un serio esfuerzo por dotarnos de diálogos productivos.
7) La participación en general, que la institucionalidad uruguaya permite por numerosos mecanismos, como por ejemplo la iniciativa legal, las asambleas consultivas, los Consejos de Ministros abiertos, la visita a legisladores o la participación de colectivos en ciertos directorios, y es también parte del asunto.
8) Existen grupos de presión, generalmente ubicados en lugares estratégicos que le brindan palancas de fuerza o bien están muy habituados a manejarse en los vericuetos del Estado. Pero hay grupos desaventajados a los que por diversas barreras les cuesta acceder a esos mecanismos e incorporarse a las instituciones existentes. En particular, tienen gran dificultad para ubicar en la agenda pública sus temas prioritarios. Esta es una gran tarea pendiente en el camino para tener una mejor democracia.
9) Al decir lo anterior uno piensa en el tipo de situación de personas con algún tipo de dificultad para expresarse, por falta de manejo de los mecanismos, por falta de recursos, por tener dolencias, por vivir en territorios alejados de Montevideo o por sufrir exclusiones históricas, como los descendientes de esclavos.
La misma preocupación por las barreras a la participación debe tenerse en relación a grupos que a primera vista no se supone que tengan dificultades, como las mujeres activas, que con frecuencia se sienten rechazadas o desplazadas por ejercicios de micropoder, como los horarios de reunión o la agresividad del tono de discusión.
10) Existen otras formas de participación fuera del Estado, por intermedio de organizaciones sindicales y sociales o el trabajo voluntario en clubes y asociaciones, no necesariamente ligadas a decisiones políticas, pero que hacen a nuestro entramado social.
11) En los casos anteriores, es importante notar que la mera participación de una entidad colectiva o la mera realización de una actividad abierta no dice demasiado. Si la organización que representa a usuarios u otro colectivo en una institución no es a su vez democrática y realmente representativa, estamos ante un simulacro. Un sector departamental del Frente Amplio de Maldonado, en un análisis autocrítico en 2015, decía algo así como: "Nos reuníamos con diez personas y decíamos que habíamos consultado al barrio".
12) Para que la deliberación sea democrática, es necesario que haya reglas claras y voluntad de respetarlas. Eso no excluye la existencia de conflictos de intereses o de ideas; de lucha. Al contrario, la deliberación es necesaria precisamente porque hay temas a debatir. Y, cosa importante, porque de arranque se sabe que no se pueden satisfacer todas las aspiraciones.
13) Es más, una sociedad plenamente democrática es una en la que reina además la igualdad y la solidaridad. La democracia no puede ser un parche para tapar las desigualdades, la miseria y la explotación. Una actitud política democrática no solo no está reñida sino que implica un trabajo sistemático para desnaturalizar las desigualdades, que están entrenadas para pasar ocultas como producto inevitable de la naturaleza misma de las cosas.
14) El fruto de la participación no se agota en la toma de la decisión debatida. En su mismo proceso produce nuevas redes sociales y permite la visibilización de intereses, injusticias y potencialidades. Produce ciudadanía.
15) Algún analista considera que, mientras la vida democrática descansa grandemente en los partidos, la democracia interna de los mismos es un agujero negro que pone en cuestión todo lo demás. La crítica a su sistema de partidos fue uno de los reclamos del movimiento español de indignados de 2011. Cuando el Partido Socialista propuso un pacto de democratización, el Partido Popular respondió que nadie debía interferir en su toma de decisiones. Se supo que los candidatos a presidente de ese partido los resuelve un grupo de nueve personas. En Uruguay hay elecciones internas, pero eso no quiere decir que los partidos sean ampliamente democráticos.
16) En particular, nos preocupa la vida interna del Frente Amplio. Consideramos que ha rigidizado sus formas hasta el punto de ya no poder incluir al conjunto de los frenteamplistas en su actividad cotidiana, que tiene un tope de unos 7 mil participantes en el millón de votantes. Banderas de Líber ha presentado una propuesta de nuevo estatuto para el FA, que da lugar a diferentes formas de expresión democrática del movimiento: los votantes en las elecciones internas, el conjunto de adherentes y los participantes en los organismos de base. El proyecto incluye un Plenario con comisiones permanentes sobre distintos temas políticos, programáticos y organizativos, que den continuidad y enriquezcan la vida interna.