Chile ganó el grupo C en la última pelota y con un gol en contra, que le permite evitar a Argentina y quedarse con un clásico del Pacífico bien intenso.

De entrada se encargaron de mostrar que a pesar de jugar con suplentes, el partido se vive en ambos bandos como un clásico. Además, con el primer lugar del grupo en juego, no faltaron los dientes apretados y el juego fuerte, aunque en algunos casos abusaron del mismo.

En situaciones de gol, fue parejo el primer tiempo con un par claras para cada uno. El primero en inquietar fue Chiroque, habitual suplente en el equipo de Markarian, y uno de los más movedizos en la ofensiva incaica. Rápidamente respondió Beausejour, uno de los cuatro titulares que aparecieron en la roja.

El carrilero zurdo armó una pared bárbara con Suazo y el centro rastrero al medio del área chica no pudo ser conectado por Paredes, el goleador de Colo Colo que se estiró lo más que pudo hacia delante pero no llegó a tocar al arco vacío.

Ninguno se salía del libreto. Chile seguía con el 3-4-1-2 tradicional en los equipos de Borghi, y Perú con un 4-4-2 y bastante retroceso de sus delanteros, más que nunca como una primera línea de contención que intentaba presionar la siempre prolija salida trasandina.

La última del primer tiempo llegó a partir de una pelota quieta, favorable a Perú. Un centro conectado por el segundo palo no pudo ser capitalizado por Yotún, el delantero devenido en volante izquierdo que se tiró al piso para impactar el balón pero no llegó.

En el complemento, siguió siendo intenso aunque perdió la poca lucidez que había tenido en la primera mitad, más allá de un arranque prometedor de los chilenos con un centro medido de Jiménez que Paredes cabeceó afuera. Ni siquiera el ingreso de Valdivia le cambió la cara al que de hecho fue locatario, como sí lo había hecho en la última media hora contra Uruguay.

Junto al Mago ingresó Alexis Sánchez, y la forma de pararlo fue a patadas. La pierna fuerte seguía siendo una constante, y de tanto darse se produjo un tumulto con un resultado carísimo para Borghi y los suyos. Beausejour, uno de los cuatro titulares que el entrenador no reservó para los cuartos de final, fue expulsado junto al peruano Carmona.

A partir de allí, no vieron con malos ojos el empate, sobre todo en filas incaicas. Los dirigidos por Markarian se replegaron cada vez más y dejaron arriba a un solitario Chiroque, quien a pesar de la falta de acompañamiento se las ingenió para complicar al fondo rival.

El técnico uruguayo que dirige a Perú pudo dar descanso a sus dos máximas figuras, Guerrero y Vargas, y parecía que aguantaba bien un 0-0 que hubiera significado lo mismo que la derrota final. En el penúltimo minuto, un córner encontró la pierna de Michael Carrillo y la pelota se metió en el arco para el 1-0 trasandino, que sumó de a tres y evita a Argentina.

Queda el equipo de Borghi a la espera por el segundo del grupo B, y los incaicos esperan por el primero de esa serie o Colombia.

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