¿Se justifica reducir los límites de velocidad? Así lo ven la intendencia y la oposición

La Intendencia de Montevideo resolvió cambiar los límites máximos de velocidad en varios puntos de la capital. Según la comuna, las modificaciones fueron hechas "en base a revisiones" y "en función del flujo de tránsito" en las zonas. Por ejemplo, se pasa de 75 a 60 km/h en zonas como Avenida Italia o la Rambla Naciones Unidas y a 30 km/h en otras, como la Ciudad Vieja.

La medida despertó una discusión sobre la procedencia de estos cambios. Ayer, la comuna emitió un comunicado titulado "¿Por qué actualizamos los límites máximos de velocidad?".

Según la IM, la modificación de los límites se realizó luego de un exhaustivo estudio en función de la modificación del diseño de las vías. Además "contempla la circulación de ciclistas, así como la seguridad de las y los peatones".

La actualización comenzará a aplicarse una vez que estén señalizados todos los tramos correspondientes. Es decir, no habrá controles de velocidad hasta que no se actualice esta señalización.

Los cambios en las velocidades se deben a estos factores, entre otros, según la comuna:

-El aumento del parque automotor y su influencia en el desplazamiento de los flujos de tránsito.

-La necesidad de ordenar la circulación.

-La localización de comercios que se convierten en atractores de movilidad y por ende cambian los mapas de desplazamiento de ciudadanas y ciudadanos.

La comuna explica que tras la puesta en marcha del Centro de Gestión de Movilidad "se pudo analizar con más precisión la movilidad de las zonas de la etapa 1 (flujos circulatorios, ocupación de vías, velocidades medias) que confirmaron la necesidad de llevar adelante dichas modificaciones".

Desde la intendencia se aclara que la mayoría de los límites de velocidad establecidos no se han modificado y que los 30 km/h que rigen como velocidad máxima ya estaban establecidos en la normativa (únicamente se incorporaron al Digesto)

En la planificación de las nuevas velocidades "se contempló especialmente brindar seguridad a las y los ciclistas en algunas arterias donde se pretende la circulación calma del tránsito". Estos tramos corresponden a arterias de la Ciudad Vieja y el Centro, e implican la regularización de velocidades en zonas donde coexiste la circulación de vehículos con la de bicicletas.

Dentro del grupo de tramos que pasarán a ser de 45 km/h, se trata de calles que han sido denominadas "caminos" o viejos caminos, que hoy día están integrados a la planta urbana (por ejemplo, Molinos de Raffo o Casavalle).

"El estudio técnico permitió además observar que en el tramo de la Rambla, entre Bv. Artigas y 21 de setiembre, era necesario modificar el límite de 75 Km/h debido a que es una zona densamente poblada, con elevado movimiento de peatones que hacen un uso intensivo de la acera costera y habilitación de estacionamiento en ambas aceras", prosigue.

En el caso de Av. Italia, en el tramo que se extiende de Luis Alberto de Herrera hasta Hipólito Yrigoyen (que fuera muy discutido) "se trata de una readecuación de la normativa que estaba vigente desde hace más de 50 años". "En este tramo se bajará la velocidad ya que actualmente es una zona comercial importante, lo que ha ocasionado un aumento significativo del tránsito peatonal y de vehículos de carga", justifica la IM.

La otra mirada

El edil Marcos Laens, perteneciente al sector de Edgardo Novick, asegura que estas medidas se justifican en "la ambición recaudatoria del intendente".

"Hay calles donde es insólito que bajen a 30 km la máxima. Con el paso del tiempo los autos son más veloces y ágiles, con lo cual la ciudad debería tender a incrementar las máximas. Pero no aumentan la estructura vial y bajan las máximas a límites insólitos", opinó, en declaraciones facilitadas a Montevideo Portal.

Laens hizo un pedido de informes donde solicitó por un lado la copia del informe de Ingenieria de Tránsito que aconseja la reducción de velocidad y, por otro lado, datos reales sobre los accidentes de tránsito ocurridos en los tramos de calles donde disminuyeron la máxima. También sobre accidentes ocurridos en otras calles donde no disminuyeron la velocidad, para cruzar la información real y sacar conclusiones.

"Si esta medida la miramos junto a la instalación de las cámaras del CGM donde en un solo cruce en una semana la IM recaudaría US$ 10 millones, no vemos otra cosa que un gran afán recaudatorio", concluyó.