¿Cómo afectan los dibujos animados el futuro de los niños?

Todo niño y niña posee un ídolo/a, alguien a quien quiere parecerse o un algo a lo que aspira ser. En ese camino, pueden encontrarse con modelos que más que beneficiarlos pueden terminar perjudicándolos: ¿cómo afectan los dibujos animados ese trayecto?

Cenicienta, Blancanieves, Rapunzel, todas son consideradas hermosas por su delgadez y sus cabelleras, entre otras cosas. Así que cualquier niña podría preguntarse: "¿por qué no querer ser como ellas?".

La idea estereotipada de que la mujer que cumpla con estas condiciones será la única que encontrará a su "príncipe azul" lastima a muchas niñas y jóvenes. Rebeca Cordero, directora académica de Educación y profesora de Sociología Aplicada en la Universidad Europea, explica al diario ABC que este "síndrome de la princesa" podría ser fatal para los niños.

"Todas son guapas, con una melena larga y cuidada y maravillosamente vestidas. Y todas encuentran a su príncipe azul. Jamás verás a una princesa de cuento discapacitada o lesbiana, pues en este mundo imaginado no tiene cabida aquello que es diferente", apunta la especialista.

Pero el hombre también es tipificado: "El hombre, además, adquiere suma importancia en este entorno de cuento que los niños asumen como correcto. Él es el salvador, el que transmite seguridad a la mujer, el que la cuida y la protege", señala Cordero.

Frente a esta situación cabe preguntarse: ¿cuán riesgoso es exponer a los niños a este tipo de contenidos que reproducen estereotipos que podrían resultarles dañinos?

"Los niños aprenden por imitación. Puedes educar en los valores de igualdad en el colegio o en casa, pero la visualización de este tipo de productos hará que los más pequeños tiendan a pensar que esos estereotipos y comportamientos son normales. Las niñas creerán que tienen que estar siempre guapas, los niños asumirán que deben proteger a la mujer", estima la profesora.

Sin embargo, la solución no estaría en prohibirles a los niños que vean este tipo de contenidos. Para Cordero, la solución no está en prohibir la visualización de una película como "Frozen", sino en explicarles que la realidad es muy distinta a lo que cuentan este tipo de historias. "Podemos dejar que nuestra hija vea 'Frozen' pero explicándole que una princesa también podría ser ciega o con 40 kilos de más. La sociedad, de manera constante, pide a la mujer mucho más de lo que le pide al hombre, y es lo que reflejan estos contenidos".

El cambio se asoma

Disney se ha encargado, a lo largo de su historia, de reproducir muchos de estos modelos de los que hablábamos. Sin embargo, la empresa del curioso ratón ha dado algunos pasos en pos de cambiar.

"'Mulán', por ejemplo, ya es de otra raza y, en el caso de 'Frozen', ocurre que es ella quien tiene el poder en lugar de un hombre. Aunque sigue sin ser suficiente, hay que reconocer que Disney sí ha incluido ciertos matices en sus producciones que nos hacen ver que la empresa quiere modificar esa imagen de la mujer", explica Cordero.

Los contenidos "evolucionan y se adecuan a la sociedad para no recibir críticas de forma radical", estima la especialista, pero recuerda que "todos siguen sin desviarse de la norma": "Ninguna película o relato comercial provocará un cambio y una ruptura social".

"Ya hay muchos dibujos en los que equipara la situación de la mujer a la del hombre. En 'Peppa Pig', por ejemplo, las hembras asumen roles tradicionalmente más masculinos, como conducir un autobús o dirigir un colegio. Eso sí, todavía queda mucho por hacer", concluye la especialista.