Contenido creado por Gerardo Carrasco
Tecnología

Pelos bairros mais remotos

“Abandonados” por Uber y taxis, residentes de un barrio de San Pablo crean “Ubra”

De momento se trata solamente de media docena de choferes, que llegan a lugares donde otros no se acercan.

17.03.2017 20:51

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2017-03-17T20:51:00-03:00
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Montevideo Portal

"Nadie quiere subir el morro, ni siquiera Uber para ganar dinero", cuenta Henriqueta Deloste, líder comunitaria de la barriada de Brasilandia, en la periferia norte de San Pablo.

Según informa BBC Brasil, la empresa Uber vetó el acceso a varias zonas paulistas, como la ya mencionada Brasilandia, así como las favelas de Heliópolis y Paraisópolis, estas últimas en el sur de la metrópoli brasileña.

Si intenta pedir un coche desde alguno de esos lugares, el aspirante a pasajero lee en la pantalla de su teléfono un mensaje desalentador: "Lamentablemente, Uber no está disponible en su área por el momento".

La gran demanda de pasajeros en esos barrios y la carencia de medios que la satisficieran, inspiraron a Emerson Lima, un tatuador de 40 años, y al conductor Alvimar da Silva, de 48, a crear Ubra (Unión de Brasilandia). Y en oposición al gigante estadounidense, usan una estructura muy sencilla.

Las instalaciones son más que austeras: una habitación dividida por un tabique de madera compensada, una mesa con dos sillas y un sofá, constituyen la sala de espera de los choferes. Un celular con WhatsApp y un teléfono fijo son todo el arsenal tecnológico de la empresa. Y no parece que haga falta más.

Durante el reportaje con BBC Brasil, Emerson atiende un llamado. Se trata de una clienta que necesita un coche desde el paraje Barra Funda a Brasilandia. Emerson calcula y responde: "serán 35 reales, y el coche estará ahí en una hora". La clienta rechaza la oferta por considerar excesivo el tiempo de espera, pero eso no intranquiliza a nadie.

"No te preocupes, cuando llegue aquí cerca va a volver a llamar, porque nadie sube a nuestra quebrada", explica uno de los conductores que aguardan viaje.

Ubra fue creada hace menos de un mes, y si bien cuenta con sólo seis choferes, esperan aumentar esa cantidad en breve. "La demanda es muy alta y la zona tiene una gran carencia de transporte, especialmente de noche", afirma Emerson.

Desde la municipalidad admiten haber "sabido recientemente" de la existencia de este servicio, y su Secretaría de Transporte informó en un comunicado que tiene "interés en aumentar el número de empresas que operan en la ciudad, especialmente en lugares donde la red vial es poco aprovechada por el transporte individual de pasajeros", una frase que resulta alentadora para Ubra.

Sin embargo, el Consejo Municipal de Uso Vial (CMUV) informó que la empresa no está registrada y no puede transportar pasajeros. "La empresa y los conductores estarán sujetos a la fiscalización y las sanciones pertinentes, que incluyen retiro de los vehículos y multas", comunicó el organismo.

Mientras tanto, los creadores de Ubra aseguran que tiene una clientela estable y feliz de aproximadamente cuarenta personas. Los pasajeros los llaman para ir de compras o a consultas médicas, pero es en la noche cuando Ubra hace la diferencia.

Aline Alves, una cajera de supermercado de 27 años, afirma que la empresa solucionó su problema de transporte. "Si alguna noche salgo a bailar, arreglo previamente con Ubra por 40 reales ida y vuelta. Y una vez que mi hija se sintió mal de madrugada, pasaron rápidamente a buscarme y a llevarme" cuenta.

La tarifa de Ubra es muy similar a la Uber, y es calculada por los operadores en razón de la distancia del recorrido usando Google Maps. Sin embargo, los choferes no siempre cobran el precio total.

"Tenemos un rol que cumplir en esta quebrada. Se trata de un trabajo social, no sólo de cobrar la tarifa. Llevo a mujeres a ver a sus familiares en la cárcel, lisiados y enfermos al médico. Muchas veces cobro menos, y a veces aguardo para traer al pasajero de vuelta sin cobrar la espera", dice Alvimar, cofundador y también chofer de Ubra.

"Ofrecemos un servicio de calidad para fidelizar a los pasajeros. Sólo admitimos coches en excelentes condiciones y con aire acondicionado. Además, los choferes son todos de confianza, amigos del barrio", detalla.

Si bien Ubra no cuenta con un departamento legal ni de Relaciones Públicas, su discurso es similar al de Uber, donde Alvimar fue chofer varios meses.

"Queremos legalizar nuestro servicio para trabajar de acuerdo a las normas, pagar nuestros impuestos. Ya tengo a un abogado revisando todo el papeleo. Brasilandia tiene 400.000 habitantes y estoy seguro de que ellos (el Gobierno) no van a permitir que un trabajo social tan importante cierre", confía Lima.

El dúo de fundadores dicen no temer por la aparición de competidores, y aseguran que eventuales rivales "foráneos" afrontarían dificultades.

"No cualquiera sabe andar en el morro. Nuestros choferes usan coches plateados para no llamar la atención, y andan con la ventanilla baja. Los instruimos para que se quiten el cinturón de seguridad en ciertos lugares, a colocar el codo para afuera y poner cara de malos. Todo lo que aprendimos en la quebrada", describe Emerson.

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