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09.09.2003

DE CRÓNICAS ECONÓMICAS

Mrs. Julia

09.09.2003

Julia Moller: Si volviera a nacer, cambiaría muchas cosas

En 1969 pasaban muchas cosas en Uruguay y en el mundo. Los hippies vivían su hora de psicodelia y amor libre, Vietnam hervía, los Beatles ensayaban su adiós y la revolución se expandía por todas partes. Desde las entrañas del imperio , Rockefeller llegaba a Montevideo en medio de la protesta estudiantil. Los jóvenes soñaban con un mundo mejor y algunos empuñaban las armas para conseguirlo ya. Entre ellos, muchos que no tenían nada personal que reclamarle al sistema.

Una muchacha de diecinueve años, de familia acomodada pero con una dirigente y ex senadora comunista por abuela, alternaba rebeldías político-juveniles con las pasarelas a las que la había lanzado su belleza. Comía desprevenidamente un plato de ñoquis cuando le propusieron postularse a Miss Uruguay. Ya lo había intentado antes. La segunda fue esta vez la vencida. Cuando colocaron la corona sobre su cabeza, la vida le cambió para siempre.

Unas puertas se abrieron y otras lo iría descubriendo luego- se cerraron. Julia Haydée Moller Roche 53 años, divorciada- pasó a ser uno de los símbolos de la belleza uruguaya. Sus ojos y sus piernas dieron que hablar y suspirar. Pero ella quiso que eso no fuera todo, ni tampoco lo más importante y creó espacios de comunicación que tuvieron su plato fuerte en Punto final , por más de una década en Canal 4.

Hoy revive la experiencia en TV Libre Julia y punto - y propone observar la realidad a través de Periscopio , los sábados a las cinco en el 5. Hizo teatro y cine, quiso ser maestra y siente que le quedaron dos cuentas sin pagarse: ser abogada y concertista de piano. El título de Miss quedó atrás hace mucho, pero el de Mrs. lo revalida todo el tiempo.

1) ¿Es de las mujeres a las que no les gusta decir la edad?

Yo qué sé, hasta los cuarenta y pico no me costaba nada, pero después de que vi que compañeras que tenían seis o siete años más que yo lograron ser menores que yo... A veces la gente, aunque uno diga la verdad, dice: si canta esta edad debe tener... . Ahora, es muy fácil sacar mi edad: si yo fui Miss Uruguay en 1969...

2) ¿Para qué le sirvió ser Miss Uruguay?

Para cambiarme la vida. No sé si para bien o para mal, pero me la modificó. Yo había empezado a desfilar a raíz de otro certamen de Miss Uruguay en el que había salido segunda princesa y había empezado a trabajar en televisión. Después había hecho un parate y había vuelto a mis estudios de Facultad de Derecho y me había inscripto en Magisterio.

3) El haber sido una reina de belleza le abrió puertas. ¿También le cerró otras?

Sí. En algunos casos, si bien no me las cerró tuve que dar un doble examen. Y si tenemos en cuenta de que era mujer, un triple examen. A pesar de que creo, por lo que dice la gente, que fui una Miss Uruguay diferente que no ganó exclusivamente por la cara ni por las piernas, también fue un rótulo que me colocaron y es un prejuicio que existe todavía hoy: quien es modelo o es miss algo, está impedida de pensar.

4) ¿Usted se propuso demostrar que eso no es así?

Sí. Pero ya no me preocupa más. Hoy soy quien soy. Pero durante muchos años hice un programa que estaba dedicado exclusivamente a la cultura, y sin embargo la gente hablaba de mis piernas. Yo tenía que enfrentarme a entrevistas con artistas, con intelectuales, con gente pensante, y con decir que el programa también lo producía yo, basta para demostrar que no era una bocabierta. Podía haber hecho un programa de desfile de modas todas las noches, hubiera ganado más plata y hubiera satisfecho la imaginería de la gente sobre mi persona. Pero tampoco hice lo que hice para demostrárselo, lo hice porque era lo que yo quería.

5) ¿El título de Miss Uruguay abruma a los hombres?

Bueno, hoy día, han pasado tantos años... digamos que el hecho de ser una mujer conocida, halagada, sí.

6) ¿Sus amigos y su familia aprobaban que participara en un certamen de ese tipo?

Al principio a la mayoría de la gente le llamó la atención espantosamente, porque cómo, una muy buena estudiante, con determinadas características, iba a ir a un concurso de belleza en la televisión. Después les pareció macanudo, les encantaba: después resultó que soy amiga de todo el mundo, fui a todos los liceos, a todas las escuelas, tuve ochenta mil novios... Pero después lo tomaron como un hecho más natural. En familia, locos de la vida, hasta a mi abuela le encantó.

7) ¿Cuánto tiempo dedica a su imagen?

Bastante. En realidad, si me pagaran por lo que dedico a mi imagen tendría mucha más plata y ya me podría jubilar. En cambio trabajando, es como si recién empezara.

8) ¿Qué frivolidades se permite?

Muchas. Nunca salgo de cara lavada a la calle, si eso es una frivolidad. Para mí es una costumbre: me baño y me maquillo. Puede ser frivolidad de pronto la importancia que le doy a la ropa. Puede ser... aunque de pronto tiene que ver con lo femenino. No creo ser más frívola que otras. Creo que últimamente me estoy convirtiendo en una persona demasiado seria. Capaz que un poco aburrida.

9) ¿Hay muchas personas que la conocen de cara lavada?

Sí... (piensa) no. Voy a aclarar, porque esa pregunta viene con segunda. Yo creé una imagen y a ella respondo, por lo menos desde los dieciocho años soy así. Pero como la pregunta puede tener una doble interpretación, digo que sí, que me conocen de cara lavada. Y algunos dicen que soy más linda y más joven.

10) Si le hubieran propuesto hacer una película cuyo argumento le exigiera un desnudo, ¿habría aceptado?

No. Ahora no, y hace treinta años menos. Creo que se puede ser mucho más sugerente en determinadas tomas, sin llegar al desnudo. No lo hice de joven, cuando mi cuerpo era más perfecto, no lo voy a hacer ahora.

11) ¿Tuvo propuestas?

Sí, para sacarme fotos. Y me pagaban.

12) ¿Quién se lo propuso?

La revista brasileña Vêja y después el diario El País. Marta Viale me propuso una vez hacer como un juego, que yo estaba en una playa y accidentalmente me sacaban fotos. Había buen dinero.

13) ¿Cuándo se enteró que tenía una abuela que era comunista y senadora?

Creo que desde que empiezo a recordar mi vida me acuerdo de eso, porque mi abuela ahí estaba y mi madre siempre estaba con los cuentos de lo que había sido su vida. Los cuentos de mi mamá son muy vívidos y la presencia de mi abuela muy fuerte en la vida de nosotros, en los encuentros de todos los domingos.

14) ¿Se crió en un hogar en el que se hablaba de política?

No, en realidad no, porque mi papá estaba bastante despolitizado y nosotros vivíamos prácticamente con mi otra abuela, entonces no se hablaba mucho de política. Lo que sí sucedía es que en la escuela éramos las nietas de la comunista . A mí me daba un poco de vergüenza, todo el mundo hablaba contra el comunismo y yo veía que lo que mi abuela quería era todo lo bueno: mejor calidad de vida para todos. No lo veía nada malo, para mí eran malos los otros.

15) ¿Su madre es una mujer de izquierda también?

Claro. Mi abuela tuvo cinco hijos, y ninguno de ellos militó dentro del Partido (Comunista). Las mujeres, que son tres, se dedicaron a tener hijos. Mirá que lindos nombres, todos medio anarcos: Alma, Selva, Rima, Leonel y Dardo. Mi otra abuela era blanca, de Fernández Crespo, y mi abuelo paterno era militar, batllista. Mi abuelo Carlos, el esposo de Julia, era anarquista, y siempre mantuvo un perfil bajo, la acompañó a mi abuela.

16) Me imagino que en el Senado ella tendría dos contras: era mujer y comunista.

Tremendo. Y en el año 20, para mejor. Fue una mujer muy valiente, que enfrentó a la dictadura de Terra y sufrió el exilio dentro de su propio país. En Paysandú se ofrecía dinero por el mimeógrafo y la cabeza de Julia Arévalo. Viva o muerta. En la dictadura de Terra sucedió eso: el gobierno puso precio a su cabeza y al mimeógrafo en el que imprimían su diario.

17) ¿Qué dijo ella cuando tuvo una nieta Miss Uruguay?

Le pareció bárbaro. Se enteró en Polonia, porque unos turistas que habían estado en Miami fueron para Polonia y le dijeron que había salido una Miss Uruguay que se llamaba Julia como ella. ¿Cómo es el apellido? , preguntó mi abuela. Moller . Ah, sí, es mi nieta . Ella nunca tuvo prejuicios en cuanto a eso. Tuvo otros: nunca fumó, nunca se maquilló, nunca dijo una mala palabra.

18) Usted fuma, se maquilla, ¿dice malas palabras?

Bueno, últimamente sí. Antes no decía ni una.

19) ¿Qué podría decir de sus otros abuelos?

(Se emociona) Hablar de mis abuelos me emociona muchísimo. Es hablar de mi infancia muy feliz. A mi abuela paterna le gustaban las pieles, las plumas, era la que nos hacía las colas de caballo así (se tira el cabello con ambas manos hacia atrás), tirantes para ir a la escuela. La que nos preparaba los conjuntos para las fiestas de la primavera, la que nos almidonaba las túnicas, con la que viajé mucho, la que estuvo siempre en mi casa. La que nos contaba todo ese mundo fantástico, de su novio militar que pasaba con el caballo blanco por la esquina de la casa.

20) ¿Y sus abuelos?

El esposo de Julia Arévalo venía todos los días a mi casa y arreglaba el jardín. Decía que todo era provisorio y todo quedó para siempre. Era un hombre de campo que siempre hacía chistes bien de gente de afuera. Nos divertíamos una barbaridad. Y después, mi abuelo militar murió muy joven, pero recuerdo que era el que me daba la plata para ir a tomar el té con mi otra abuela, me daba todos los gustos. Ese abuelo soñó con verme cumplir los quince años, y no me pudo ver de moña y túnica. Y mi abuela Julia soñó con verme de túnica y me vio ya mujer grande, hecha y derecha. Lo que es la vida. Yo era la primera nieta, así que todos me mimaron una barbaridad. Tuve una infancia muy feliz... muy feliz (vuelve a emocionarse).

21) ¿Por qué le emociona tanto recordarla?

Ah, porque yo soy llorona. Lloro de alegría, de tristeza... además, porque es una etapa de la vida que nunca más se puede volver a vivir... y estaban todos.

22) ¿Es muy nostálgica?

Soy. No tanto como estoy ahora. Pero la infancia es un lugar al que uno no vuelve.

23) Usted fue frenteamplista, ¿ya no lo es?

Creo que sí, porque el que fue colorado lo sigue siendo toda la vida aunque haya venido al Frente Amplio. Yo aposté al Frente, como mucha gente de mi generación, porque era algo nuevo, era el cambio. Los que fuimos generación del sesenta queríamos cambiar el mundo, y entendíamos que la herramienta era esa. Soñábamos con un mundo más igualitario, más solidario.

24) ¿Qué quedó de esos sueños?

Bueno, si busco mucho tal vez me queda la esperanza. O una ilusión.

25) ¿Qué hay hoy entre el Frente Amplio y usted?

La vida cambia, uno cambia y las etapas se suceden. No puedo decir que no soy frenteamplista, pero hay mucha gente que está en el Frente Amplio y yo no conozco, no sé nada de ellos. Y también me desorientan a veces determinadas posturas. Creo que hoy en día el Frente Amplio es un partido tradicional más, como aquellos contra los que estábamos en los sesenta. ¿No habrá que crear un nuevo partido para que la gente siga soñando?

26) Alguna vez le ofrecieron participar activamente en política, ¿verdad? Sí, alguna vez me ofrecieron.

27) ¿Fue de parte del Frente Amplio?

No.

28) ¿Se puede saber de quién?

No.

29) Hace un par de años dijo que Jorge Batlle es el hombre indicado en estos momentos difíciles .

Sí. Cómo me equivoqué. Me equivoqué como tantos uruguayos, que cuando asumió Jorge pensamos que después de tantos años de prepararse para ser presidente, iba a poder enfrentar esta situación. Empezó en el gobierno con un apoyo hasta de las fuerzas más opositoras. Pero después se dejó llevar por sus amigotes, y las bromas no cabían en un país donde la gente está llorando por un pedazo de pan.

30) ¿Lo votó?

No. Lo voté en las internas.

31) ¿Va a votar a Tabaré Vázquez?

Seguramente voy a votar a una fuerza progresista, que esté integrada por gente que yo conozca y que me haya dado pruebas de que realmente cumplió lo que prometió. Pero tengo una confusión espantosa, porque hay mucha gente, en todos los partidos, que ha hecho eso. Pero hay gente que ha hecho lo contrario. Por eso ya sé perfectamente a quién no voy a votar. Hay gente del Frente que me decepcionó y hay gente en otros partidos a la que no sé si no votaría. Me da miedo también que el Frente Amplio gane. Porque es el peor momento para que el Frente tome las riendas de este país. Las riendas en realidad ya están tomadas hace mucho tiempo por otros. El poder no es el gobierno. El poder son los medios. Coincido con Seregni: no sé si el Frente Amplio está preparado en este momento para asumir el gobierno.

32) Tiene una foto con Sanguinetti. Él va a ser candidato seguramente.

Sí, pero hete aquí que con respecto a la política económica que él impulsa no estoy de acuerdo. Reconozco que ha sido uno de los hombres que ha hecho más por la cultura. Es un símbolo de la cultura en este país, cosa que a nadie le interesa. Este país dejó de ser lo que era, ya no es ejemplo de cultura en ningún lado. Le tengo admiración en algunos aspectos a Sanguinetti.

33) ¿Qué votaría en un plebiscito sobre la despenalización del aborto?

Sin duda votaría a favor de la despenalización. Sin duda. Para que no sigan muriendo más mujeres, y para que no sigan habiendo tantos médicos de tanto prestigio, que ganan fortunas haciendo abortos para la gente que puede pagarlos. Y tanta gente que no sabe nada de medicina haciendo abortos para las que no lo pueden pagar, poniendo en riesgo sus vidas. Vamos a terminar con el doble discurso en este país. Estoy harta del doble discurso. En este país nos están robando día a día, y es el poder el que nos roba. Me siento indignada por eso, y por la falta de sensibilidad de quienes ocupan cargos públicos. Hoy vino un aumento de todo, mientras los sueldos no se pagan o están con unos atrasos brutales, o tenemos a empleados de la salud, a los maestros, a los policías, cobrando unos sueldos que son una vergüenza. Acá se ha estafado al país, y lo estamos pagando todos, los que teníamos la plata ahí adentro y los que no tenían nada. Y nadie dice nada, se tapa todo. Y cuanto más cuello duro tiene la gente, más se tapa. Acá se llevaron cuatrocientos millones de dólares, los Peirano y los Rohm y el Estado puso la plata, pero para la salud no hay tres millones de dólares. Y nos siguen aumentando la nafta, la luz, el teléfono. Yo nunca me pude imaginar estas cosas en este país. Y tampoco me pude imaginar que la justicia fuera tan lenta. Yo hoy pienso que lamentablemente este país está lleno de mafias. Y que, a diferencia de Argentina, acá barremos debajo de la alfombra.

34) El hecho de que no volviera a casarse ¿es una opción o circunstancias de la vida?

Hasta hoy me lo pregunto. Creo que fue en parte una opción, pero tal vez nunca me lo planteó la persona de la que yo estaba enamorada. O la persona que estaba enamorada de mí lo planteó y a mí no me interesó.

35) No tener hijos ¿qué fue?

Tengo sobrinos. Creo que una mujer no lo es más por tener hijos. Nunca estuve de acuerdo con las mujeres que dicen que si llegan a determinada edad van a tener un hijo. Creo que para tener un hijo tiene que haber una pareja bien constituida que anhele tenerlo. Un niño necesita una familia, aunque después la vida indique otra cosa y los padres se divorcien.

36) ¿En algún momento de su vida sintió esa urgencia?

No, de tener un hijo no. Sí estuve a punto de adoptar, habiendo tantas madres que no los pueden o no los quieren retener. Pienso que la realización de una mujer también está en formar un niño. No es sólo el hecho de parirlo.

37) ¿Hay gente que la ha defraudado?

Yo he pasado por esta vida. Mi vida no es distinta a la de los demás. He tenido grandes sorpresas, afortunadamente, y he tenido sí también gente que me ha defraudado. Hay una carta de Jorge Amado en la que cuenta que, pese a que no le gustan, él tiene un cementerio privado del que nadie tiene conocimiento. Allí van a dar todos los deshonestos, los hipócritas, los mentirosos, los que un día tuvieron su cariño y no supieron apreciarlo. Según él hay más hombres que mujeres, y todos van a dar a un mismo lugar donde se revuelven en el mismo barro. Un día se encuentra con alguno de ellos en la calle, y lo saluda y le da un abrazo y cuando se va dice: ellos piensan que una vez más me han engañado, lo que no saben es que están muertos y enterrados .

38) ¿En su cementerio hay mucha gente?

No, no hay muchos, pero hay algunos enterrados.

39) ¿Cree en Dios?

No. Me gustaría, a veces tengo la necesidad de creer en él. He rezado, aprendí a rezar de grande, he ido a algunas iglesias.

40) ¿Qué cambiaría de su vida si volviera a empezar?

Muchas cosas. Por algo he vivido. Pero si la vida me diera la oportunidad de volver a vivirla de nuevo, no la quiero más . Pero si volviera a nacer, cambiaría muchas cosas.

(De Crónicas Económicas)



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