Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

Caso cerrado

EEUU: capturan 30 años después al autor de un infanticidio que tuvo en vilo a una ciudad

El criminal raptó, violó y mató a una niña de ocho años, y tiempo después comenzó a enviar inquietantes mensajes.

17.07.2018 14:12

Lectura: 4'

2018-07-17T14:12:00-03:00
Compartir en

Montevideo Portal

La última vez que April Tinsley, de 8 años, fue vista con vida, un hombre la arrastraba a una destartalada camioneta azul en Fort Wayne, Indiana. Era el Viernes Santo de 1988. La policía y su familia la buscaron sin cesar toda la tarde y también durante el fin de semana, sin resultado.

El lunes siguiente, un corredor que entrenaba en un camino rural a unos 30 kilómetros de la ciudad se topó con algo que no olvidaría jamás: el cuerpo de April en el fondo de una zanja. Las pericias policiales comprobaron que había sido violada, estrangulada y luego arrojada en ese lugar.

En la década de 1980, Fort Wayne no era inmune a la violencia, pero ningún caso atormentó a la ciudad como el secuestro y asesinato de April. Metía miedo a los padres y frustraba a la policía, que luchaba por identificar a un sospechoso y arrestarlo.

Para colmo de males, años después el asesino comenzó a dejar mensajes siniestros. El primero de ellos fue tallado en la madera de un galpón cercano al lugar del hallazgo, en 1990. Allí decía ser el autor del asesinato y se burlaba de la policía.

Poco después la cosa fue a peor. Una niña de la ciudad encontró junto a su bicicleta una bolsa con preservativos usados y fotos de genitales masculinos, presumiblemente los del criminal. En la bolsa también había un mensaje donde el asesino le decía a la niña que era él quien había matado a April, que la tenía bajo vigilancia y debía asegurarse de transmitir el mensaje a sus padres y a la policía. En la misiva amenazaba con volar la casa de la niña si no veía el caso mencionado en los noticieros. Esta misma situación se repitió con otras dos niñas.

Durante varios años no se supo más nada del misterioso asesino. Sin embargo, los avances de la ciencia darían a los investigadores una nueva oportunidad. Tomaron muestras de ADN preservadas del cuerpo de la niña y de los preservativos dejados con las amenazas, y los cargaron en una web de genealogía, páginas usadas para la búsqueda de familiares, ancestros y la elaboración de árboles genealógicos.

Poco después, la web arrojó dos resultados con posible compatibilidad. Uno de ellos no parecía guardar la menor relación con el caso, pero el segundo se llevaba todos los boletos. Pertenecía a John D. Miller, de 59 años, quien vivía en un parque de casas rodantes en Grabill, un pueblecito en las afueras de Fort Wayne, y a unos diez kilómetros de donde se halló el cadáver de April.

Según informa el periódico The New York Times, cuando los agentes se presentaron en la casa rodante de Miller, le preguntaron si sabían por que querían hablar con él. Y el asesino puso las cartas sobre la mesa. "Es por April Tinsley", dijo.

Miller compareció el lunes en una corte local, donde la jueza actuante dictaminó que quedara detenido sin posibilidad de fianza. Esta misma semana la fiscalía deberá presentar cargos.

Hasta ahora, el expediente policial de Miller se limitaba a algunas infracciones menores de tránsito, y probablemente jamás hubiera sido asociado con el asesinato de la niña de no haber sido por las coincidencias de ADN.

April desapareció en la calle, luego de decirle a dos amiguitas con las que jugaba que iría en busca de un paraguas que había olvidado en la casa de una de ellas. Un testigo dijo haber visto a un hombre que le gritaba a la niña desde una camioneta, y luego la obligaba a entra en el vehículo.

Montevideo Portal