La familia Cerisola-Gandini está compuesta por Fiorella, Santiago, Zoe y Alejo. Es una familia común, con sueños como cualquier otra. La magia de esta historia es que su gran sueño se hizo realidad.

Fiorella y Santiago, dos amantes de la gastronomía, llevaban años con un deseo: conocer Australia. Pero una cosa son las ganas y otra poder concretar ese deseo.

Un día Fiorella vio en Facebook un anuncio de Itaú, donde se buscaba a un grupo de cuatro personas que quisiera formar parte de la mejor publicidad del mundo, en el lugar del planeta que eligieran. No lo pensó dos veces: mandó las fotos de su familia y marcó Australia como el destino de sus vidas.

"Desde que nos anotamos pasaron como veinte días y una noche estábamos mirando un documental con Santiago de Sidney y ahí le dijo ‘No sabés, hace días nos anoté para un concurso de Itaú' y viajamos un poco con la imaginación. Y al otro día lo llamaron a Santiago para decirle que habíamos quedado preseleccionados. ¡Le corté el teléfono porque pensé que era mentira! (risas) Pero cuando me dijo que era verdad fuimos al primer casting en la agencia de publicidad, que era una entrevista para conocernos. Fue genial. Nos fuimos con la sensación de que había estado buenísimo y que teníamos chance de quedar", cuenta Fiorella.

"Pasaron dos o tres días y nos dijeron que fuéramos vestidos de playa al hotel Hyatt para probar cómo sería la publicidad y de ahí a los tres o cuatro días me llamaron para decirme que no era seguro, pero que por las dudas viera si teníamos los pasaportes al día... ¡Ahí nos entusiasmamos!", agrega emocionada.

El entusiasmo no fue en vano. Efectivamente, eran la familia elegida para protagonizar la campaña de la mejor publicidad del mundo.

El gran viaje

Más de 10.000 grupos se anotaron para participar. De esos, unos 15 quedaron preseleccionados y finalmente la familia de Fiorella y Santiago fue la ganadora, con la costa australiana como el gran destino de sus vidas.

Unos 18 días después de que les confirmaran que habían sido los ganadores, emprendieron viaje a Australia. La travesía comenzó en Queensland, donde filmaron el comercial junto al equipo de Notable e Itaú. Luego, en Sidney alquilaron un motorhome con el que recorrieron la costa hasta Brisbane y de allí se desplazaron a Melbourne donde disfrutaron la última semana de viaje antes de volver a casa. En total, cuatro semanas de diversión en familia donde conocieron un mundo nuevo y se hicieron de grandes amigos.

"El motorhome era un sueño pendiente y al mismo tiempo servía para abaratar los costos. Pero lo hicimos después de haber estado una semana en un hotel cinco estrellas... ¡No podíamos bajar el nivel! (Risas) La verdad es que hicimos lo que quisimos, principalmente en todo lo relacionado con la cocina. Santi es chef y yo también estoy ligada al mundo de la gastronomía, entonces los aprovechamos a probar todos los sabores nuevos", cuenta Fiorella.

"La convivencia con el equipo fue genial. Nos organizábamos los lugares donde íbamos a filmar, pero en los entretiempos estábamos muy distendidos. Al mismo tiempo que trabajábamos también estábamos de vacaciones. Las otras semanas los extrañamos un montón, porque con nosotros cuatro éramos doce en total. Me ayudaban con los nenes... Funcionamos como una familia todos juntos", detalla la mamá de la familia.

Fotos: Notable

Itaú cubrió los gastos de pasajes y la primera semana de filmación. Luego, la familia decidió poner la fecha de vuelta tres semanas después; quizás fuera la única vez que podrían hacerlo.

"Repetiríamos la experiencia, sin dudas. Lo único que hizo diferente el viaje fue la filmación, ¡y estuvo impresionante! Habernos animado a concursar, ir a casting, que de 10.000 familias nos eligieran a nosotros... La experiencia fue mágica", concluye.