Monseñor Fuentes: "nos han condenado a la ignorancia religiosa obligatoria"

Son muchos los actores de nuestra sociedad que se pronunciaron sobre los hechos de violencia acontecidos en el Marconi, que culminaron con un joven muerto y otro herido, varios vehículos destrozados, un ómnibus completamente incendiado y un médico con fractura de cráneo. Gobierno, oposición y organizaciones opinaron sobre causas y soluciones para los hechos repetidos de violencia y la fractura social que queda en evidencia en algunas zonas de la ciudad.

Monseñor Jaime Fuentes, en diálogo con Montevideo Portal, brindó su propia teoría al respecto. Manifestó estar preocupado porque se da un "in crescendo de violencia en la sociedad". "A mi entender siendo importantes las medidas que pueda estar tomando el Ministerio del Interior, no se puede vivir respondiendo a la violencia con violencia sin ir a fondo sobre los medios que hay que poner para erradicar el tema", dijo.

"Se ha llegado a esta situación como consecuencia de todo un proceso que no es sólo nuestro, se verifica en todas las sociedades. En nuestras sociedades esto va creciendo cada vez más. A mi modo de ver es un problema de orden económico, porque hay mucha gente que vive en barrios periféricos que han ido creciendo en buena medida con un aluvión de gente del interior, que ha ido a la capital intentando buscar horizontes mejores y se encuentran con que la situación es difícil", señaló el obispo.

Estando en el interior, dijo ser testigo del hecho y agregó que "no hay que más que ver las estadísticas de cómo se ha ido despoblando, no sólo porque no crece sino porque la gente se va a Montevideo". De este modo, "se va creando un clima de desánimo, de desaliento que llega a producir esto que es algo inusitado".

Educación

Para Fuentes, se trata de brindar más y mejor educación, lo que no tiene efectos inmediatos. "Hay iniciativas pero no se puede pretender que se resuelva en un año. Hay que educar, que es la base. Además de las instituciones públicas, entiendo que es necesario fomentar -y no criticar- las iniciativas de privados que se pusieron la mochila al hombre y asumieron el desafío. Hay varias instituciones de la iglesia que trabajan en varios barrios; todo puede hacer reflexionar para quienes tienen responsabilidades del gobierno den facilidades y no critiquen", opinó.

A su juicio, aplicar penas más severas a menores "es un parche que no es solución". "Hay que ir a base, la educación. Yo soy obispo y entiendo que es necesaria la educación religiosa, perderle el miedo a que aprendan los niños y jóvenes de las escuelas quién es Jesús, por qué nos mandó a amar, cómo demostró que nos quiere, cómo enseñó a querernos. Hay un bache tremendo en ese sentido. Como lo decía el antiguo obispo de Tacuarembó, monseñor Miguel Balaguer, la enseñanza laica, gratuita y obligatoria nos ha condenado a la ignorancia religiosa obligatoria, y eso es gravísimo. No digo que lo que pasó ahora sea consecuencia de eso ni mucho menos, pero entiendo que hay un gran vacío que es necesario llenar. El gran vacío religioso influye mucho en todas las actitudes que se tienen en esta violencia", concluyó.