En 2011, cuando el doctor Álvaro Luongo asumió como presidente del Instituto Nacional del Cáncer encontró "una situación muy caótica" en torno a la aplicación de tratamientos oncológicos. Las autorizaciones de tratamientos se hacían "en forma manual", destinando médicos exclusivamente a esas tareas y sin la posibilidad de hacer un seguimiento exacto de los tratamientos.
"A veces distribuíamos medicamentos oncológicos entre los centros y nos devolvían más de los que les habíamos enviado", recuerda ahora Luongo, días después de que el INCA presentara un nuevo software que permitirá al organismo tener un control mucho más estricto en la distribución de drogas y tratamientos contra el cáncer.
Además de la ineficiencia asociada a los antiguos protocolos, la falta de controles provocaba incluso que algunos medicamentos oncológicos -todos de alto costo- llegaran a vencerse sin haber sido administrados a pacientes.
"Lo primero que hicimos fue aumentar los controles para minimizar esos riesgos, además de cambiar las heladeras por cámaras frigoríficas con un sistema de mayor control", explicó Luongo a Montevideo Portal.
Ese fue la génesis del proceso que culminó la semana pasada con la presentación de "Oncotherapy", un sotware de fármaco-vigilancia que ya comenzó a utilizarse en el INCA y que se extenderá progresivamente a todos los centros oncológicos del país.
Luongo explicó que el sistema informático "solamente autorizará un plan de tratamiento si está adecuado con el peso y medida del paciente y con el tipo de tumor que padece". En caso contrario, el programa automáticamente pone en contacto al médico tratante con la unidad que autoriza los tratamientos, para que analicen el caso concreto.
Según el jerarca, el sistema permite ahorrar tiempo ya que hasta el momento las autorizaciones se hacían una a una. Ahora, si el tratamiento propuesto está dentro de los parámetros correctos, "se autoriza automáticamente". En promedio, el INCA debe aprobar unos 2 mil protocolos por mes, el 90 % de los cuales -según Luongo- podrían ser aprobados en forma automática.
Los criterios utilizados por el programa para determinar si un tratamiento está bien planificado o no fueron diseñados por la cátedra de Oncología de la Facultad de Medicina.
Luongo destacó que además de mejorar la eficiencia en la administración de los tratamientos, el nuevo sistema "disminuye el riesgo de errores en la indicación y dosificación de medicamentos oncológicos".
Incluso, el software permite a los médicos hacer un seguimiento de los pacientes y detectar en cada etapa "si hay complicaciones" o "respuestas positivas" del paciente. En caso de que los resultados no sean los esperados, el mismo sistema habilita que el médico tratante solicite un cambio de tratamiento. Según Luongo, hasta ahora los médicos tardaban mucho más en comprobar la respuesta de los pacientes y evaluar la efectividad de cada medicación.
La última de las funcionalidades del programa es la acumulación de estadísticas. Todos los datos que surgen sobre tratamientos y patologías serán enviados en forma automática a la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer. Es otras de las tareas que hasta el momento tenían que hacerse en forma manual, ya que la comisión debía "ir a buscar" los datos en forma periódica.
Luongo celebró que el software costó unos 12 mil dólares, a pesar de que las primeras presupuestaciones indicaban un costo de más de 250 mil. La diferencia de precio, explicó, estuvo en una importante donación recibida por el instituto y el trabajo honorario de varios profesionales.
Sergio Pintado | Montevideo Portal sergio.pintado@montevideo.com.uy @sergiogpintado
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