“¡Vengan a bailar con Olivia!”: Padres crean “turnos de upa” para mecer a su hijita con parálisis cerebral

"¡Vengan a bailar con Olivia! ¡Es lo máximo, y es gratis! Disponible en cualquier horario".

La invitación fue divulgada en las redes sociales por los padres de la pequeña bailarina de Recife, Brasil, de apenas tres meses de edad.

Diagnosticada con parálisis cerebral (encefalopatía hipóxico isquémica), la pequeña Olivia sufre irritabilidad constante y llora casi todo el tiempo.

Meciéndola de acá para allá, Marília Cireno, de 30 años, y Fernando Peres, de 43, acabaron por descubrir la única manera de calmar a su hija: teniéndola en brazos como si estuvieran bailando.

"Olivia era muy brava y nos angustiaba verla llorar casi todo el tiempo que estaba despierta. El 99,9 % del tiempo lo pasábamos saltando con ella por la casa, en ese balanceo intenso que le gusta", cuenta Marília en declaraciones al periódico paulista Folha.

Exhaustos debido a la "sobredosis de upa" y sin lograr dedicarse a otras actividades, ambos decidieron abrir las puertas de su casa y hacer un llamado a voluntarios para sumarse al bailecito. La invitación conmovió a los amigos y conocidos de la pareja, y en menos de dos meses Olivia sumo más de cincuenta compañeros de danza. Incluso desconocidos -amigos de amigos- pidieron para bailar con ella.

"Con estas visitas, nosotros por lo menos podemos sentarnos un rato o hacer alguna tarea de la casa mientras los amigos se quedan meciéndola. Al fin y al cabo, hasta ganamos nuevos amigos con esta historia", agrega la mujer.

A ritmo de rock

Para que el baile surta el deseado efecto apaciguador, los padres de Olivia explican a los invitados que deben mantener un ritmo intenso. Incluso hacen sonar discos de los Beatles y otras bandas de rock, especialmente de los años 60 y 70.

Douglas Mathias, un disc jockey amigo de la familia, fue uno de los primeros en adaptarse al paso de la niña.

"Exige mucho esfuerzo físico, pero al mismo tiempo esa particularidad nos encanta a todos los que bailamos con ella. Yo ni siquiera siento el cansancio", cuenta.

Como trabajadores free lance -ella arquitecta y el empresario y artista plástico- Marília y Fernando no disponen de mucho tiempo o energía para trabajar, por lo que también aceptan otras clases de ayuda. En pocas semanas, su casa se llenó de obsequios: sillitas saltarinas, pelotas para pilates, ropa y comida.

Una forma de bailar

Los médicos afirman que los niños con parálisis cerebral pueden ser apáticos o muy irritables. En el caso de Olivia, la privación del contacto humano en los primeros días de vida agravó la situación.

Ella nació en un parto difícil, que comenzó normal y se transformó en una cesárea de emergencia. Estuvo cinco minutos sin respirar, por lo que su cerebro no dispuso de oxígeno y sufrió daños.

La pequeña pasó 48 días en cuidados intensivos, lejos del contacto humano, y no desarrolló el reflejo de succión necesario para mamar. Debió ser alimentada por sonda durante dos meses, lo que sin duda aumentó su sufrimiento.

"Una niña que pasó por todos esos imprevistos, un periodo largo alejada de las personas, sondas, pinchazos. . . el mundo no fue muy acogedor para ella. Por eso vive periodos de amenaza, llora mucho y sólo se siente bien cuando está en brazos, en un sitio de seguridad", explica Saúl Cypel, neurólogo infantil y docente de esa especialidad.

En su opinión, el apoyo de un psicólogo podría ayudar a la familia. En última instancia, los fármacos pueden ayudar a calmar al bebé y devolver una cuota de tranquilidad a sus padres, señala.

Por su parte, Marília y Fernando han constatado que gracias al seguimiento médico, su hija ha mejorado poco a poco.

Sobre la enfermedad

¿Qué es?

La encefalopatía hipóxico isquémica es un tipo de parálisis cerebral, cuadro clínico caracterizado por daños al sistema nervioso central. Los daños son generalmente causados por falta de oxigenación del cerebro durante el embarazo, parto o fase de desarrollo neuromotor.

¿Cuáles son los síntomas?

Dificultad de desarrollo motriz, sensoriales y de habla, dificultad de aprendizaje y deficiencias visuales o auditivas, que pueden variar de intensidad.

¿Cuál es el tratamiento?

El acompañamiento terapéutico puede ayudar a reducir las limitaciones físicas, a desarrollar las capacidades sensoriales y a estimular actividades intelectuales.