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“Esto no es culpa de los sirios ni del pueblo uruguayo, sino de un trabajo mal hecho”

“Esto no es culpa de los sirios ni del pueblo uruguayo, sino de un trabajo mal hecho que hay que corregir”, dijo a Montevideo Portal el periodista español Julio Alonso.

11.09.2015 19:43

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2015-09-11T19:43:00-03:00
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Montevideo Portal

En sus ya largas décadas como corresponsal en zonas de conflicto, el periodista español Julio Alonso ha estado en contacto con desplazados y refugiados en todo el mundo. En los últimos años, su trabajo en colaboración con las Fuerzas Armadas uruguayas le ha hecho estrechar vínculos con nuestro país, por lo que ha seguido de cerca el proceso de llegada de familias sirias a Uruguay.

Ante la inédita "huelga de refugiados" frente a la sede presidencial Julio Alonso habló con Montevideo Portal sobre los polvos que trajeron estos lodos.

"El problema viene de antes, de un trabajo mal hecho, cuyos responsables han reconocido que así fue", afirma Alonso, quien reconoce la valentía de Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos de Presidencia, quien "sin hacerse salir tampoco mucha sangre" reconoció públicamente los fallos.

Para el reportero, "el problema está en que se empezó a hacer mal, y se hizo mal porque fue gente (a Medio Oriente) que jamás en su vida había tratado con refugiados, que fue a otra cosa. Había una parte del equipo a la que no le interesaba la situación personal del refugiado, iban a buscar otra cosa, y estas son las consecuencias".

Por ello, insiste en que "el problema no está en los refugiados o en el pueblo uruguayo, sino en un trabajo mal hecho que hay que solucionar".

En cuanto a los reclamos de los sirios acerca del costo de vida en nuestro país, Alonso recuerda que "porque sean refugiados no tienen por qué estar acostumbrados a la mala vida", puntualizando que "estos refugiados no están acostumbrados a un tipo de vida humilde, son más bien de clase media alta y el sirio, entre otras cosas, tiene en su sociedad un fuerte componente clasista".

En cuanto a las reacciones de rechazo que las protestas generaron en muchos ciudadanos uruguayos, Alonso asegura que se trata de un fenómeno mundial.

"Está pasando en Europa y en todos lados: el fenómeno de los refugiados hace surgir lo mejor y lo peor de las personas", y recuerda que en Uruguay "se pasó de llorar al niño ahogado a insultar a los que estaban en la Plaza Independencia, llamándolos egoístas, para luego llamar hija de puta a la periodista húngara. Nos sale lo mejor y lo peor".

"Hay que ponerse en su lugar. Yo no digo que tengan razón, que no la tienen, pero si te han prometido una serie de condiciones, y no te las cumplen y de golpe te ves abandonado luego de estar en la cresta de la ola -cosa que no debe hacerse con los refugiados- la reacción es lógica".

No es lo mismo

En sus declaraciones, Julio Alonso llamó a evitar la confusión entre refugiados y migrantes, algo que parece olvidarse cuando se acusa a los sirios recién llegados de no trabajar o no esforzarse por progresar.

"Un refugiado viene generalmente de sufrir una situación muy traumática, donde ha perdido todo, y abandona su tierra por la imperiosa necesidad de sobrevivir. Un migrante -que lo sabemos muy bien en España y Uruguay- se mueve para mejorar su vida, por eso empieza enseguida a trabajar, pero hay que decir que viene en mejores condiciones que los refugiados. También es verdad que generalmente elige el país al que va y sabe que allí va a poder ejercer su profesión. A los refugiados se los apabulló y no eligieron", enfatiza.

"En Uruguay es alucinante la solidaridad de los vecinos, que le alcanzaban una mamadera a los bebés y han estado ayudando, pero por otro lado hay personas que se supone que son responsables de que ellos hayan llegado a Uruguay, y ahora los tratan como apestados. He escuchado un comentario donde se los llama desertores. Tendrían que saber que no pueden ser desertores porque los civiles nunca desertan", expilca.

Teléfono desde Múnich.

En cuanto a las causas del "motín" de algunos de los refugiados sirios frente a la sede presidencial, Alonso entiende que el "efecto llamada" proveniente de Alemania también es un factor importante.

En tal sentido, recuerda que a mediados de agosto, cuando una de las familias de refugiados se subió a un avión rumbo a Turquía, ya había comenzado a sonar el tam-tam: "los rumores decían que Alemania abriría las fronteras, y ya había comenzado el movimiento de los sirios hacia Europa", relata, añadiendo que al conocer la noticia, le causó extrañeza "que una familia de refugiados consiguiera 11.000 dólares de la noche a la mañana" para comprar esos pasajes.

Para entender esta situación, la empatía resultaría también un buen ejercicio.

"Si yo fuera uno de los refugiados a lo mejor terminaría por actuar igual, y quizá llevado por los nervios y la desesperación, viendo que mis vecinos ya están en Alemania y yo lo intenté y no pude, terminaría diciendo barbaridades sobre el país del que no he podido salir", señala.

En ese sentido, conviene recordar que los refugiados cuentan con un Título de Identidad, que les permite salir del país pero no asegura que los reciban en otros.

"Es natural que se digan ‘¡Coño! que ahora mismo me puedo meter en Europa, estar más cerca de mi casa’. No digo que esté bien o mal lo que hacen pero todos probablemente actuaríamos parecido".

En cuanto a que Europa les resulte atractiva no sólo por una cuestión geográfica, sino por su nivel de vida, es algo que vuelve a tirar la pelota al tejado del equipo que trabajó en el plan de acogida.

"Ese tipo de malentendidos, lo de los famosos 1.500 dólares (que supuestamente les dijeron que era un sueldo normal en Uruguay) , son parte del trabajo que está mal hecho, el no haberles transmitido una idea real de las condiciones en Uruguay, ni haber preparado una acogida para que pudieran realmente integrarse. Insisto, no es problema del pueblo uruguayo o de los refugiados, sino de que alguien hizo mal su trabajo", subraya.

"Uruguay no tiene que demostrar que es un país de acogida, ya lo ha demostrado hace mucho. Casos como estos y la preocupación por resolverlos bien o mal, determinarán que la gente siga pensando igual", concluye.

Montevideo Portal