Medallista panamericano vive en la pobreza

Uruguay no es el único país en el que los deportistas amateurs deben hacer milagros para competir a nivel internacional. El escenario se repite en casi todos los países del continente, aunque en algunos se acentúa más. Tal es el caso de República Dominicana, que terminó por encima de la delegación celeste en el medallero de los Panamericanos de Toronto y tiene un medallista viviendo en medio de la pobreza.

Josué Encarnación, quien se colgó el bronce en la categoría para más de 130 kilos de la lucha grecorromana, dice que sus condiciones de vida no cambiaron a pesar de los éxitos deportivos. Antes de ganar la presea de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe el año pasado en Veracruz vivía con piso de tierra y techo de chapa, y sigue en el mismo lugar después de una nueva medalla ganada el mes pasado en Toronto.

“La mía es una condición bastante crítica. La casa se nos cae. No estamos en condiciones ni de invitar a nadie a tomar una taza de café”, dijo el luchador de 23 años, quien a raíz de su situación casi marginal está más tiempo en el Pabellón de Lucha del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte que en su propio hogar. “No vivo una vida digna con mi familia porque ni siquiera tengo un hogar propio”, lamentó.

“Con mis logros del año pasado y el sueldo básico he podido ahorrar y comprar un solar. Lo que pido a las autoridades es que me ayuden con cemento, varillas y blocks”, dijo Encarnación, quien recibió de parte del presidente dominicano, Danilo Medina, la promesa de mejorar sus condiciones.

“Me llamaron para conocerme y felicitarme por mi logro en Canadá. Los funcionarios aprovecharon para prometerme muchas cosas buenas en nombre del Gobierno. Agradezco el gesto y valoraré todo lo que pueda facilitarme el Estado”, dijo al portal 7 días Encarnación, responsable de una de las 24 medallas que se llevó su país de Toronto.