Contenido creado por Magdalena Prado
Salud

Basta de prohibición

"Hay que reducir los daños y no las sustancias", dijo el secretario general de la JND

Uruguay abogará por reducir los riesgos y daños de las drogas sin políticas represivas ya que estas “han agravado la violencia y los problemas de salud”, sostiene la Junta Nacional de Drogas.

28.05.2015 20:54

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2015-05-28T20:54:00-03:00
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"El prohibicionismo vende la idea de que vamos a vivir en un mundo feliz haciendo desaparecer a todas las drogas y consecuentemente su consumo. En cambio, convivir con las drogas es más realista y pragmático porque parte de una evidencia de que las sociedades han siempre recurrido a sustancias", sostuvo a Efe Milton Romani, secretario general de la Junta Nacional de Drogas.

A su juicio, "hay que reducir los daños y no las sustancias" ya que las políticas represivas no han hecho más que "aumentar la oferta de drogas".

Uruguay envió su aporte solicitado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para la UNGASS 2016, en cuyo texto expresó su visión de cara a la política de drogas mundial.

UNGASS 2016 tendrá lugar en Nueva York en abril del próximo año con vistas a discutir la incorporación de la perspectiva de los derechos humanos en la lucha contra las drogas en el mundo.

En ese sentido, el documento elaborado por Uruguay argumenta que las políticas represivas han agravado la violencia, los problemas de salud, la "vulnerabilidad social y cultural" y la desigualdad de género, a partir de la aplicación de "penas desproporcionadas" que revelan sistemas judiciales "reforzadores de la estigmatización".

"Uruguay aboga por la revisión del privilegio otorgado a la privación de libertad sobre otras sanciones aplicables, en particular en el caso de las mujeres, y especialmente aquellas que tienen a sus cargo hijos menores y el sustento familiar", ejemplifica el texto.

Entre sus conclusiones, el informe solicita una reformulación de las legislaciones que permita "abolir la pena de muerte para ofensas en drogas" y "despenalizar el uso y posesión personal de drogas", además de aplicar el "principio de proporcionalidad y presunción de inocencia" en los procesamientos.

Por otro lado, el texto critica la interferencia de las políticas represivas en la cultura ancestral de "los pueblos originarios, identidades culturales, religiosas y espirituales, a través del desconocimiento de las prácticas tradicionales" que culminan en prohibiciones e intentos de erradicar el cultivo de determinadas sustancias.

"Es el caso de Bolivia con la hoja de coca y de Brasil con la ayahuasca. Independiente de lo que figure en las convenciones de estupefacientes, se debe respetar el uso tradicional y religioso para que no esté penalizado", remarcó Romani.

Para el funcionario, regular el mercado de todas las sustancias podría ser una salida al problema mundial de las drogas si bien matizó que hay que esperar primero una mayor aceptación con relación a la experiencia de la marihuana en Uruguay y en algunos estados de Estados Unidos.

(Fuente: EFE)