Gabriel Rolón y su postura contraria al colecho

El colecho es una de las prácticas de crianza que ha generado opiniones más polarizadas: están quienes defienden esta práctica, que implica que los niños duerman con sus padres hasta una edad avanzada y quienes consideran que esto afecta negativamente el desarrollo de los más pequeños. 

En Argentina el debate se hizo mediático ya que varias parejas de famosos manifestaron su postura favorable al colecho, entre ellos Paula Cháves y Pedro Alfonso, Pampita y Wanda Nara. Por su parte, Marcelo Tinelli se posicionó en contra del colecho.

El psicólogo argentino Gabriel Rolón, muy conocido por su trabajo en los medios además de por su práctica profesional, estuvo en el programa Animales Sueltos y habló sobre el tema.

"Yo me permito estar, humildemente, en contra del colecho. En primer lugar porque dos personas que han sido padres no dejan de ser pareja y hay un tiempo en el cual si no se reconstruyen como pareja, se quedan solamente teniendo un hijo en común", comenzó argumentando, según recoge Ciudad.com.

"Después aparece, 20 años después, el famoso síndrome del nido vacío: 'Se fueron nuestros hijos, ¿y ahora?'. Y uno le preguntaría: ¿qué han tenido en común ustedes dos, desde hace 20 años, más que hijos? Cuando se van los hijos, se quedan, se miran y se dan cuenta de que hace muchos años que son desconocidos", amplió.

En segundo lugar, Rolón dijo que el colecho no es bueno porque el niño necesita su espacio y sentirse un sujeto de derechos, desde la más temprana edad. "Hay que enseñarle desde muy chiquito que nadie tiene derecho a su cuerpo, ni siquiera sus padres. Es enseñarle a que nadie abuse de él, para que esté prevenido".

El psicólogo contó que le había aconsejado a una paciente con un hijo de tres años que golpeara la puerta del baño antes de entrar a limpiarlo después de hacer sus necesidades: ''Y me decía: 'Si golpeo y me dice que pase lo voy a ver igual'. 'Sí, pero vas a pasar porque él te deja', le dije".

"El chico debe tener su espacio, su lugar, su cuarto, ese universo hasta donde los papás golpean la puerta para entrar, porque allí estás constituyendo a alguien que sabe que antes que nada es un sujeto con derechos. Y el derecho que más hay que cuidar en un chico es el derecho a la intimidad con su cuerpo. Y también tiene que saber que no tiene que estar en el cuarto de sus padres porque allí ocurre algo de lo que él no puede participar".