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Leonardo Pacella - Los Chobys

Obsesión natural

Leonardo Pacella en el Club Artigas, su local de ensayos. Foto: Montevideo Portal.

Leonardo Pacella es el cerebro humorístico de los Chobys, pero a su vez su mayor y mejor intérprete en cada espectáculo que brindan. De las formas, los objetivos y las ganas de volver a la fiesta de Momo, conversamos con él en uno de los últimos ensayos del conjunto.

El carnaval 2015 es el de la vuelta de los Chobys, tras su no participación en la edición del año pasado. Los humoristas de La Teja se prepararon varios meses en el Club Artigas y según su principal figura encararon mejor para el próximo concurso, pese a la bohemia innata del conjunto.

Con su impronta característica que lo lleva a recorrer varias aristas en cada respuesta, Leonardo Pacella conversó con Montevideo Portal sobre el año sabático obligado, la meticulosa búsqueda del humor en cada ensayo y hasta de la necesidad de DAECPU de bajar el cachet: "hoy para un barrio es imposible hacer un tablado si tenés que juntar 70 palos para llevar cuatro conjuntos".

¿Costó la espera?
Sí, al principio dolió, pero después nada. Te duele dos minutos. Pero cuando se empezó a arrimar carnaval yo sospechaba que iba a extrañar mucho el Teatro de Verano. Ahí la vuelta del público, las risas de 5.000 personas, es demasiado fuerte. Es muy gozado para el artista, sobre cuando hacés humor. Hay una solemnidad que por ahí no la tenés en los tablados o en el Velódromo por ejemplo, que puede entrar mucha más gente pero hay un tipo gritando que vende pop y gurises corriendo. Entonces ese rebote no lo tenés en ningún lado y yo pensaba que íbamos a sufrir mucho eso. Extrañar de actuar para tanta gente y ver que funcione tu espectáculo. Después cuando pasó el tiempo cada uno se fue arreglando. Yo por eso mismo pensé de si salía en otro grupo, pero después hablando con mis viejos no me parecía salir si no eras apto... yo que sé. Quedamos afuera y chau.
Yo que con el "Bicho" (Yuane, director del conjunto) estamos diciéndole a todo el grupo siempre "Vamos que esto funciona", después no pasamos la prueba y no puedo venir y decir "Bueno, gurises, nos vemos" y salir en Los Pepinitos. No era muy lógico, lo lógico era que si perdemos, marchamos.

- ¿Qué hiciste durante el carnaval pasado?
Yo justo empecé a grabar ‘Sé lo que viste' en Punta del Este en enero y febrero (Canal 4) que sabía que iba a ser difícil en la época de carnaval. Y bueno, disfruté eso, mi familia estaba cerca. Hacía temporada en el Nogaró y eso me empezaba a limpiar un poco el dolor, porque es un poco un golpe al ego. Quedás afuera y te sentís el peor. Encima porque no pasó nadie, porque podés pensar "Los otros son unos genios y nosotros estuvimos bien". Pero si no pasó nadie queda como que no hicimos nada digno para pasar. Es una piña al ego. Después  pasó el tiempo, y lo que yo sospeché que iba a pasar no tenía nada que ver. No extrañé el Teatro de Verano pero me morí con los tablados. Me di cuenta que eso era lo que más me dolía. No poder ir a escenarios que vos los hacés cuatro, cinco veces, donde hay personas ahí con determinadas formas. El mismo churrero, una pareja de novios de años. A mí me hace acordar al tema de "La comisión nos dijo...", que canta muchas cosas que son muy familiares. Y yo estoy seguro que todos los conjuntos conocen a determinadas personas que son de ahí, al presentador que hace 20 años que está ahí, a los gurises que crecen y se sacan fotos contigo siempre. La ausencia de eso y el camión, me mataba. Cada tablado es un vivo. Cuando digo vivo es que en un lugar es una cosa, y en otro lugar es otra cosa. Hay que estar atento. Si le buscás algo bueno a esa situación fea es que cuando pasamos ahora la prueba fue como decir "Bueno, ¡ya está!". Nosotros vamos a salir de éste club todos juntos en el camión, vamos a hacer los tablados. ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Que no llegues a la Liguilla, bueno, no importa. Tengo 25 días donde disfruto. En los ensayos nos quedamos un rato más charlando. Empezás a valorar las cosas cuando no las tenés. No era que antes lo hiciéramos sobrado, porque yo tenía la misma intención, la misma onda, el mismo entusiasmo, pero estaba ocupado del concurso como si fuera algo más importante de lo que es. Porque yo recuerdo que cuando quedamos fuera de la Liguilla, todo bien pero seguimos pagando las deudas. Gatillando todo. En un momento vivimos lo peor. Ahora si quedamos fuera de la Liguilla pago, ¿y cuál es? Si es solo plata. Es todo gozadera.

- ¿Todo esto produjo que se plantearan cambiar algo para la prueba de admisión o fueron los Chobys de siempre?
Creo que sí. No sé si fue muy razonado. Porque nosotros somos por ahí muy bohemios. Entonces no sé. Intentamos sacar cuentas para mejorar, pero no es lo que mejor nos sale. Las ventajas vinieron del dolor de no vernos todo un año, entonces para este sí lo encaramos mejor. Solamente porque teníamos ganas de vernos, de ensayar. Sabemos que pasamos y queremos hacer lo mejor en carnaval. Es solamente eso, no tanto de "Bueno muchachos, vieron lo que pasó el año pasado, tenemos que venir en hora". ¡No! Venís en hora porque todos tienen la misma rabia, no bronca. Como un perro atado cuando lo soltás y es libre.

- Con respecto a la creación del espectáculo, da la sensación en el ensayo que querés llegar al punto justo de cada momento. Como que lo tenés en tu cabeza exactamente de antemano y lo vas esculpiendo hasta que se logra. ¿Es así?
Sí. Te juro que para mí hay una cosa en el humor que es musical. Por ahí viste que yo paré una escena solamente porque hay unos tiempos que se tienen que respetar. ¿Por qué? Porque nosotros jugamos mucho con un humor naturalista o como quieras llamarlo. En la escena, para que haga reír, la única que te salva es que sea creíble. Siempre explico lo mismo, las mejores cosas que hayan visto de nosotros - el Jurado, la plaza de comidas, los Etor's Salados - rendían porque en realidad no nos estamos haciendo los graciosos. Cuando yo hago un monólogo no creo en esa historia, pero creo que debe parecer que lo digo por primera vez. Una situación para que sea creíble, si está enojado, por ejemplo, el tipo tiene que poner una cuarta pared para el público y estar convencido. Ninguna mirada para el costado a la gente y hacernos cancheros con el público nos va a funcionar. Eso lo único que hace es matar la escena. Por eso yo a veces soy un poco pesado con esas cosas. Sobre todo ahora que se nos ocurrió hacer como al final de las películas, un momento de los errores (perlitas) cuando lo estaban grabando. Tiene que estar muy bien actuado. Yo sospechaba mucho que podía estar mal pero ahora creo que es un golazo. No sé qué va a pasar pero es una escena que me encanta. Lo único que estamos convencidos es que hay que arriesgar por esos caminos, que no nos podemos quedar en nosotros. Si seguimos olvidándonos de la letra o decir que somos unos desgraciados en algún momento se va a desgastar. Intentamos hacer una predespedida que no hablara de amor y todo eso, queríamos que sea de comedia. Y por hacerla graciosa se nos fue para un lugar donde decimos "queremos a Walter que es negro, a Mauricio aunque sea puto lo tratamos igual", y estábamos usando el mismo humor de los Etor's, que desde un lugar anti discriminatorio éramos recontra discriminatorios. Entonces, caímos un poquito en lo mismo y borramos todo. Porque nosotros los conjuntos tenemos que seguir creciendo con el público. Si encontramos algo lo podemos usar un poco más pero no podemos usar los mismos Chobys que no teníamos para la escenografía, porque después de quince años te van a decir "Si no tenés para la escenografía no salgas más en carnaval".

- Hay situaciones que presentan en su espectáculo que parecen recreadas de anécdotas que les podrían haber sucedido ¿son basadas en la realidad algunas?
Ninguna. Mirá, los dos años que hicimos el Jurado (humoradas 2011-2012) ni qué hablar, porque nosotros no nos enteramos nada de lo que pasa con ellos. Jugamos con lo que la gente puede sospechar que pasa ahí. Entonces mostrándolo crudo, como que pasa, la gente se mata de la risa. Seguramente la gente del jurado son personas que les gusta mucho el carnaval y yo soy un convencido que los lubolos son una categoría que da unos espectáculos que no sé si otra puede lograr lo mismo. Yo he visto espectáculos de Trochón que no lo podés creer como mueve tanta gente. Incluso los lubolos nunca se ofendieron de lo que hicimos. Es como si yo me ofendiera porque los humoristas estamos terceros o cuartos. ¿Quién puede decir que la murga no es lo más grande que es lo que tenemos acá? Hay veinte murgas, y con diez de esas se te caen las muelas. Tiene razón una amiga que puso en Twitter: "hay seis murgas que me enamoran, otras diez me hacen guiñadas". Y claro. ¡Es verdad!

- Seguramente año a año tenés propuestas para salir en murgas justamente o en parodistas, sin embargo seguís eligiendo el humorismo, ¿porqué?
Por los Chobys. Si no estuvieran los Chobys capaz me colgaba un poco más con parodistas. A mí de chico me gustaba mucho el parodismo porque eran los que me hacían reír más. Después encontré humoristas geniales. Veía a los Buby's y me moría. Hay un cuento de Dolina que habla de una academia de humor donde muestra muchas cosas que son verdad. El humor siempre tiene que tener un contexto muy serio, para que resulte el quiebre. Si estamos en un velorio y es todo un relajo, ¿qué pasa? No pasa nada. Entonces, los parodistas tienen esa oportunidad, de que agarran algo que todos o la mayoría sabemos la historia, y generan los quiebres ahí adentro. Ahora, cuando estás haciendo humor, lo que importa es hacer reír. Y en ese libro dice que "el humor es sal", es un condimento. Tiene que haber un plato fuerte para agregarle eso y que sea disfrutable. Y yo estoy convencido de que es así. Por eso nosotros tratamos de que las escenas tengan consistencia. Algo firme abajo para que funcione. Fijáte que chistes-chistes tenemos cinco por año, el resto son cosas que pasan en la escena. Hay pensadores que dicen que nadie puede escribir nada nuevo. El tema no importa, importa cómo lo digas. Y es verdad, no hay libros nuevos de amor. Los géneros ya están todos creados.

- Varias figuras del Carnaval han llegado a los medios masivos de comunicación y en determinado momento tienen que dejar de salir por un tema de tiempos, ¿cómo equilibrás vos esta situación?
Bien. Yo entiendo que hay momentos que es muy difícil. Hay cosas contra las que no podés luchar. Tenés una familia, tenés que laburar, y a veces no te podés dedicar tres meses a ensayar y salir cuando de repente no se gana tanto.

- Pero vos por ahora la vas llevando...
Sí, sí. Aunque económicamente no deja de ser una apuesta. Si yo saliera en otro conjunto quizás sí, haría una ganancia en dos meses que por ahí no la haría en diez en otro lado. Pero igual al ser esto una apuesta personal, y ya me pasó de tener que estar pagando todo el año deudas con lo del teatro, lo del canal, con las fiestas; si nos va bien, nos va muy bien. Y carnaval es muy lindo, yo tengo aparte un cariño muy grande con ellos (Chobys). En carnaval la mayoría de la gente es buena. Claro, a veces te cruzás con alguno de los otros. A nosotros en 2013 nos agarró un productor que nos clavó con 70 palos, con 10 tablados a los gurises. ¡Nos mató! Entonces uno se pone una armadura que no le entrás ni con carta documento. Pero después te das cuenta que la mayoría de la gente es buena, que no te anda pegando en el piso. El 90% de los conjuntos no tienen mala onda cuando te ven. Cuando nos cruzamos en los camiones con algunos, llegamos a un grado de insultarnos en joda. Llamalo respeto, admiración, cariño. No hay forma de perder ahí. Para mí eso es carnaval. Un día yo tiré en DAECPU lo del cachet de los conjuntos que me parecía que se habían ido un poco a la mierda. Porque me contaban que hacían 200 tablados en tres horas, yo dije "¡Pará! Son millonarios". Pero claro, antes el tablado lo armaba el barrio, el almacén, se podía llevar cuatro, cinco conjuntos. Después el carnaval se profesionalizó, las figuras, qué sé yo. Pero entonces lo que cambió es que nosotros podríamos hacer muchísimos más tablados, ganando lo mismo. La mayoría de los carnavaleros piensa lo mismo, pero ¿cómo hacés para ponerle el cascabel al gato? Tenemos que juntarnos todos y decir "bajamos", aunque sea muy difícil. Hoy para un barrio es imposible hacer un tablado si tenés que juntar 70 palos para llevar cuatro conjuntos, ni con los chorizos, ni con nada. Hay que bajar los cachets, vamos a hacer muchísimos tablados más, sobre todo los fines de semana. ¡Y vamos a ganar lo mismo!

Luis Silva - Montevideo Portal


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