Escuela de EEUU usa latas de conserva como armas defensivas

Los ataques armados a instituciones educativas en EEUU han sido suficientemente trágicos y numerosos como para causar lesiones sociales difíciles de cicatrizar. En ese contexto, algunas instituciones han tomado medidas que pueden ser tildadas de paranoicas. . . pero luego de tantos disparos, las autoridades educativas prefieren sumarse al viejo refrán de "más vale un por si acaso que un quién lo hubiera dicho".

Priscella Holley, directora de la W.F. Burns Middle School en Valley, Alabama, remitió el viernes una carta a los padres de los alumnos, pidiendo que cada chico llevara a su aula una lata de conservas de al menos 250 gramos. La funcionaria aclaraba que estas latas no se incorporarían al menú: la idea era tenerlas en los salones "como último recurso en caso de confrontación con intrusos".

"Somos conscientes de que en principio puede sonar extraño, pero puede ser una buena idea para sorprender a un intruso con la guardia baja", se lee en un pasaje de la carta, difundida por la televisora local WHNT.

"Una lata de conservas podría aturdir al invasor, e incluso noquearlo hasta que llegue la policía", escribió Holley, agregando que "las latas le darán a los chicos una buena sensación sobre su capacidad para protegerse, y los hará sentirse seguros en caso de que un intruso entre en su clase".

La carta fue enviada luego de que el personal de la escuela recibiera un cursillo de capacitación del Departamento de Seguridad Pública.

Kelly Hodge, una de las responsables de dicha capacitación, explicó que la recomendación de la directora se correspondía con lo enseñado por ella, y enfatizó que la idea es que las latas queden dentro del aula, y no que los estudiantes anden por la escuela llevándolas encima.

Según Kelly, los alimentos enlatados serían un valioso elemento de defensa en caso de que alguien ataque la escuela y los alumnos no logren ser evacuados.

En previsión de tales situaciones, los docentes enseñan a los chicos las mejores maneras de parapetarse, y también que todos los objetos contundentes al alcance de la mano, como las latas o incluso los libros de texto, pueden servir para defenderse.

Interrogada acerca de si el hecho de lanzar una lata no convertiría al niño en un blanco para un atacante armado, Hodge responde que "si se llega al extremo de tener que hacer eso, los chicos ya estarían siendo un blanco, porque no fueron evacuados a tiempo".

Los alimentos enlatados permanecerán en las aulas durante todo el año lectivo, y al final de los cursos se donarán a una cantina de beneficencia en la zona.

Hoge admite que el pedido generó polémica en las instituciones donde se recomendó, pero aclara que en la mayoría de los caso -como el de W.F. Burns Middle School- las reuniones con los padres de los alumnos han resultado convincentes.